Por: Pedro Abreu Mujica
Este 9 de abril se conmemoran 2 hechos históricos de gran significado histórico para la provincia de Pinar del Río: La Huelga General Revolucionaria y el desembarco de la expedición de El Corojo, encabezada por Francisco González Álvarez (Pancho).
Rendiremos homenaje a esta fecha desde nuestra Sección Seguir La Historia.
Comenzaremos con la reproducción de 2 crónicas tituladas Pancho: El jefe de El Corojo.
Hoy cumpliría 91 años de edad nuestro entrañable amigo Juan Francisco González Álvarez (1929-2014).
No pretendemos con este escrito abarcar su extensa, hermosa y heroica historia revolucionaria. Imposible, aunque contamos con numerosos testimonios de compañer@s, documentos, vivencias y recuerdos personales que más adelante en el tiempo, iremos dando a conocer.
En nuestra publicación del pasado domingo titulada EL MAESTRO MOISÉS GONZÁLEZ PÉREZ, escribimos lo siguiente:
El «hogar de Delicias #106 esquina a Polvorín, el mando revolucionario en la clandestinidad lo utilizó como centro de operaciones en la ciudad de Pinar del Río».
En esa casa conocimos a Pancho González, en los primeros meses del año 1957, donde con frecuencia se refugiaba de la pertinaz persecución del régimen, allí efectuaba reuniones, intercambiaba con otros jefes, igualmente perseguidos, enviaba o recibía mensajes, orientaciones, armas y otros pertrechos de guerra. Nuestra amistad se mantuvo inconmovible hasta el último día de su vida.
Nació en Lagunillas, pleno campo tabacalero del municipio de San Juan y Martínez.
Siempre llevó en su corazón al terruño que lo vio nacer y crecer. Sentía orgullo de ser pinareño. Contribuyó de forma destacada a la historia del territorio más occidental del país, que en aquella época se extendía desde Guanajay hasta el Cabo de San Antonio.
Desde el 10 de marzo de 1952 no tuvo un minuto de paz ni sosiego en su guerra contra la tiranía del sanguinario Batista.
Cuatro días después de la asonada golpista, siendo Presidente de la Asociación de Alumnos de la Escuela Normal para maestros de Pinar del Río, en unión de otros condiscípulos, elaboró y distribuyó un manifiesto llamando al pueblo a la lucha.
El periódico Vocero Occidental, el semanario más importante, con vínculos financieros y políticos con la familia Prío, desalojada del poder, se negó a publicarlo. Ya había volteado a favor del batistato.
Pancho y sus seguidores no se cruzaron de brazos. Fueron al vecino poblado de Consolación del Sur y lo imprimieron en un pequeño taller gráfico de esa localidad. Regresaron a Pinar y lo distribuyeron entre el estudiado y otros sectores de la población.
El 27 de noviembre del propio año se efectuó un acto revolucionario conmemorativo de la muerte de los estudiantes de medicina. La sede fue el Teatro Milanés. Presidieron ese acto y también hablaron, Rafael García Bárcenas y Armando Hart Dávalos, que ya andaban en las tareas fundacionales del MNR, Movimiento Nacionalista Revolucionario.
Pancho fue de los organizadores del acto, a partir de aquel momento se incorporó al MNR, como uno de lo fundadores en la provincia. Forjó una leal amistad de combate con Armando Hart Dávalos.
Unos años después, cuando Fidel fundó el Movimiento Revolucionario 26 de Julio, fue también uno de sus fundadores en Pinar del Río.
En esta etapa de la lucha insurreccional, iniciada en los meses anteriores al desembarco del Granma, ocupó las más altas responsabilidades en la dirección del Movimiento a nivel provincial: Jefe de Acción, Jefe de Milicias y Coordinador.
En el mes de marzo de 1958 la Dirección Nacional del Movimiento 26 de Julio, encargó a la Dirección provincial de Pinar del Río organizar el traslado de armas y otros pertrechos de guerra que se encontraban en México, con el fin de apoyar la inminente Huelga General Revolucionaria.
Ese mismo mes visitaron la provincia Marcelo Fernández Font, Coordinador Nacional, Taras Domitro, Responsable Nacional de Armamentos y el Jefe Nacional de Acción René Ramos Latuor (Comandante Daniel).
Pancho fue el designado para tan audaz, riesgosa y decisiva misión.
El 23 del propio mes embarcó en el yate El Corojo, desde el Puerto de La Coloma, con 4 tripulantes, facilitado por uno de los propietarios de la finca tabacalera del mismo nombre, en el municipio de San Luis.
Pancho cumplió cabalmente la misión confiada.
Fue a México, recogió la carga bélica y al grupo de expedicionarios, entre los que se encontraban los valiosos y destacados compañeros Jesús Suárez Gayol, Pablo Fernández Alegre y el Dr. Heliodoro Martínez Junco.
Después de múltiples vicisitudes y adversidades climatológicas, El Corojo llegó a Cuba el 8 de abril y un día después, en medio de la Huelga General Revolucionaria comenzaron varias jornadas de descarga y transportación del valioso material que se utilizaría en la guerra, tanto en el llano como en las montañas.
Pancho y sus acompañantes se trasladaron e incorporaron a la guerrilla en Quemados de Pineda, zona de Minas de Matambre, encabezada por Roberto Amaran, hasta que la dirección del Movimiento le indicara regresar a la vida clandestina nuevamente.
No pasó mucho tiempo. En el mes de mayo el comandante Delio Gómez Ochoa (Marcos) designado por Fidel como Jefe Nacional de Acción del Movimiento Revolucionario 26 de Julio, visita 3 veces la ciudad de Pinar del Río, aprueba la creación del Frente Guerrillero de la provincia y le da la nueva misión a Pancho: Salir al extranjero, comprar y acopiar armas y otros medios necesarios para la guerra, organizar otra expedición y traerla desde México. Pancho estaba consagrado a esa compleja y difícil tarea cuando se produjo el triunfo de la Revolución. (4 de octubre del 2020)
(Continuará)