Por: Pedro Abreu Mujica
René González Novales, El Rubio de Mery, vió la luz primera en un apartado e intrincado sitio del occidente cubano, a donde solo llegaba la luz del sol, todo lo demás era penumbra y oscuridad.
Hasta la edad de los 10 años vivió en la loma El Mulo, correteó en el lomerío entre Cabezas y Sumidero, por donde bordean los caminos que llevan a Guane o ascienden a las Minas de Matambre y el Puerto de Santa Lucía, con pronunciadas curvas y bellas montañas, serpenteadas por las cristalinas aguas del río Cuyaguateje. (1).
En aquella comarca predominaba la explotación de los señores feudales de la época, el plan de machete de la Guardia Rural, las enfermedades, la falta de escuelas, la miseria, el bohío de techo de guano y piso de tierra y el total olvido oficial, excepto cuando los candidatos a alcalde, representante o senador pasaban cada 4 años, en campaña electoral, haciendo promesas que nunca cumplían.
Si la región pinareña era la triste y abandonada cenicienta, aquellos parajes sufrían la peor suerte; la pobreza por allá era extrema. (2)
En ese olvidado rincon de nuestra geografía, donde al decir de los guajiros cantó el galló y nadie lo oyó, con René nació un diamante en bruto (3) que la Revolución se encargaría de pulir, con el esmero de un orfebre, en el taller de la lucha clandestina y los combates guerrilleros.
Lo que vió y vivió aquel niño, fructificó en incontenible rebeldía que lo acompañó para siempre. En su infancia no conoció un juguete como regalo del Día de los Reyes. (4)
En busca de mejores horizontes su madre Mery, se mudó con él para la ciudad pinareña a finales de los años 40.
El firme carácter de esta mujer, su voluntad indomable y clara inteligencia, hicieron posible que transformara la cruel realidad de entonces y que en pocos años floreciera el éxito en los negocios que emprendió. Primero fue un pequeño kiosco en el reparto Oriente, poco después se convirtió en un bar. Prosperó y un compró un negocio similar en un lugar más céntrico, en la calle Retiro, entre Polvorín y 20 de Mayo. Más tarde se estableció, con igual actividad pero en mejores condiciones, en La Cabaña, a orillas del rio Guamá.
El ideal revolucionario
René bien pronto supo renunciar a la incipiente bonanza económica y al buen vivir, para consagrarse al ideal revolucionario, que se había forjado junto a los humildes muchachos de los repartos Mayka, Oriente y Velez, las calles Retiro, 20 de Mayo y Polvorín, los barrios Rancho Grande, El Fénix o La Pelota, pero muy en especial La Cabañita, La Loma de la Quinta, El Hoyo del Guama, El Cartucho y sus alrededores.
Un día de finales del año 1956 ó principios de 1957, un joven visitante del bar, Efren Hernández (El Gordo), se interpuso y evitó una bronca de René con dos miembros del Ejército, qué se negaban a pagar lo que consumieron. Ya separados de la gente, en tono confidencial, Efrén le dijo a René que debía evitar esas peleas y no gastar energías por gusto. El Rubio infirió que lo estaba invitando a luchar contra Batista y le respondió: «Espero órdenes». Desde ese momento perteneció al Movimiento Revolucionario 26 de Julio. (5).
A René nunca le faltó el amoroso acompañamiento espiritual y el apoyo de la madre ni cuando la frecuente prisión en plena adolescencia o los rigores de la guerra, los obligaron a la separación física, unas veces más breves otras más prolongadas. Ella movió influencias con jueces y abogados para que lo absorvieran en los tribunales. (6) Comprometió su prestigio de comerciante ante las autoridades para que lo sacaran de los calabozos de la policía y la Guardia Rural. Le quemaron el bar, la detuvieron, sufrió castigos físicos y mentales, la expulsaron de la provincia, pero no reveló nada que hiciera peligrar la vida y la actividad insurreccional de su hijo. René El Rubio de Mery, se convirtió en una leyenda.
Notas:
1. Prólogo de René González Barrios al libro Al Pie del Rubí de René González Novales, Editorial Verde Olivo, año 2008, pag.11.
2. El Mulo y la vecina localidad de Camarote, forman parte del barrio rural de Cabezas, que estaba dentro de la jurisdicción del municipio de Pinar del Río. Actualmente pertenece al municipio de Minas de Matahambre.
3. Se dice que es un diamante en bruto de la persona con valor o potenciales grandes por desarrollar.
4. Una de las celebraciones más tradicionales de la temporada navideña. Los padres trataban de complacer a los hijos con los regalos que pedían en las carticas que el día anterior escribían a los Reyes Magos y que escondían dentro de sus zapatos. Como todo en el capitalismo, constituía un lucrativo negocio de los comerciantes.
5. Efrén Hernández Díaz, miembro de los grupos de acción del Movimiento 26 de Julio, estuvo en prisión por sus actividades revolucionarias, perteneció a la columna número uno «Orlando Nodarse Verde», del Frente Guerrillero de Pinar del Río. Teniente del Ejército Rebelde, jefe de las tiendas del pueblo en la Zona de Desarrollo Agrario PR-1 del INRA, dirigente en el DAP (Desarrollo Agropecuario del País) y en otros organismos. A Efrén lo acompañaba el día de la conversación con René, otro joven miembro del 26, llamado igual que el líder estudiantil y comunista, Julio Antonio Mella. La persecución de las fuerzas represivas, hicieron que Mella tuviera que refugiarse en el municipio de Guanajay donde continúo su actividad contra la tiranía de Batista, residiendo y trabajando en la misma hasta después del triunfo de la Revolución.
6. RENE GONZÁLEZ NOVALES, Al pie del Rubí. Editorial Verde Olivo, año 2008. Pag. 29
(Continuará).