De los misterios del cultivo del tabaco a Álvaro Miranda Gandía en el consejo popular La Sabana, al norte de Minas de Matahambre no hay quien le haga cuentos.
Ya no recuerda las cosechas que de la hoja de la solanácea tiene hasta la fecha; sin embargo de años buenos y malos historias son las que no faltan.
Orgullo de algunas de ellas, son los 65 quintales de tabaco que acopió la etapa anterior.
En medio de un hermoso semillero en que admiraba lo saludable de las posturas me contó sobre el proceso de siembra.
«Hay que preparar el cantero levantando la tierra, al menos unos 20 centímetros por un metro de ancho, zanjado por las orillas, se riega la semilla y se tapa con pajón.»
Alrededor de 20 días dura la espera para que la germinación pueda comenzar a recibir la luz solar.
Desde ese mismo instante los ojos del veguero están atentos para detectar con su sabiduría, los primeros indicios de alguna plaga que atente contra la cosecha.
Mientras la preparación de tierras ocupa el tiempo del campesino que con la colaboración de un sobrino y la disposición de dos yuntas de bueyes dejan lista en el tiempo preciso.
Para crecer sanas las plantas necesitan una constante atención que también requiere de un estricto cumplimiento y control.
El tabaco en tierra roja se da con mejor calidad dijo Álvaro y aunque la suya es blanca no se queja con los resultados, por supuesto le pone mucho empeño.
Durante unos tres meses, tiempo de duración de todo el proceso hasta la cosecha, cuentan días de incertidumbre donde no hay descanso para el campesino.
Sus ojos no cesan de mirar al cielo en vigilia de la necesaria lluvia que a veces no llega.
«Entonces hay que arrancar el motor y regarlo con el agua de una presita que hice con mucho sacrificio».
Entre las atenciones a la plantación que no da tiempo a nada, los años que ya doblan la espalda, la escasez de recursos y la plaga que ataca constantemente a las plantas transcurren alrededor de tres meses hasta que llega la ansiada cosecha.
«Entonces hay que ponerse las pilas para que el tabaco no se queme. La recolección es la etapa que más te hace correr. Son días en que para almorzar tienes que sentarte debajo de una mata, cerca del campo, para no perder tiempo».
La actual cosecha de tabaco de Álvaro crece hoy saludable, gracias a sus cuidados, mientras las lluvias hasta ahora no le faltan.
Este es uno de los productores de tabaco más destacados de la Cooperativa de Créditos y Servicios, Fortalecida Vladimir Ilich Lenin, de la localidad.