El doctor residente en la especialidad de Medicina General Integral Carlos Alberto Valdés es trabajador del centro de aislamiento ubicado en la Empresa Geominera Pinar del Rio desde que decidieron abrir este tipo de instituciones en Minas de Matahambre.
Con cuatro años de experiencia en el sector, como enfermero primero y después como médico, Carlitos no dudó en enrolarse en esta altruista misión.
En el mes de marzo del 2020 supimos que abrirían un centro de aislamiento en la Empresa Geominera. En ese entonces di el paso al frente, sin dificultades y llevo aquí más de un año cumpliendo con esta tarea.
Eso ha representado una gran práctica, porque trabajar con pacientes que puedan resultar positivos a la enfermedad es muy importante. Cuando entran aquí sienten miedo en ocasiones, se ponen nerviosos por lo que conlleva esta enfermedad y nosotros los ayudamos a lidiar con ello.
Es bueno trabajar aquí además porque me permite crecer como médico, porque es algo nuevo que surgió recientemente y de la que se tiene poco conocimiento. Entonces en el día a día, voy observando y aprendiendo los síntomas que provoca y resulta una experiencia maravillosa para mí.
Al principio mi familia no quería que trabajara en un centro de aislamiento, por el riesgo que se corre. Además tengo dos niños pequeños, un abuelo enfermo con cáncer de colon.
Mis padres tenían miedo a que llegara enfermo. Pero mi papá también es enfermero, en ese momento estaba de misión y me apoyó. Les expliqué el protocolo que seguimos para evitar contagios y los exámenes que me realizan para saber mi estado de salud, antes de irme para la casa con PCR negativo.
No obstante cumplo con todas las medidas de seguridad, usamos los trajes impermeables adecuados, guantes, caretas y los nasobucos, siempre los llevamos puestos como medida preventiva.
Por esa razón no debemos enfermarnos. Sí fuera así todo está cubierto, nos aplican el tratamiento y listo. Hasta ahora nunca hemos resultado positivo ninguno de los miembros de mi equipo.
Durante mi estadía en el centro de aislamiento he pasado por varias situaciones difíciles. Dentro de ellas resalta la atención a un hombre que tuvo un infarto,unos años atrás y de pronto se sintió mal. Tenía dolor en el pecho y tuve que solicitar ayuda del área de salud. En 10 minutos llegaron los servicios de electrocardiograma,así como los medicamentos para darle los primeros auxilios.
La ambulancia también llegó para su traslado hasta la capital provincial. En otra oportunidad tuve que atender a una señora que tuvo una crisis de ansiedad,al estar aislada en su cuarto. Ella estaba con personas conocidas, porque nunca ubicamos a pacientes sospechosos de diferentes contactos juntos, pero se sintió mal.
Le recomiendo a mis compañeros que no tengan miedo a la pandemia,que si cumplen las medidas de protección como está establecido no se enfermarán y el día que puedan trabajar en un centro de aislamiento que lo hagan, porque es una ocasión para aprender, leer, informarse sobre los nuevos tratamientos y ayudara otros seres humanos.
La motivación de Carlos Alberto para ejercer su profesión es la protección de la salud de las personas en riesgo y en aislamiento por ser contacto de personas positivas al virus. Su valía resulta indudable sobre todo en el complejo escenario epidemiológico que vive actualmente Minas de Matahambre.
