A la viñalera Midiala Villacampa Azcuy, hace 13 años, le amputaron sus dos pies, producto de una enfermedad, y por ello hoy posee una discapacidad severa.
Años atrás mantenía una vida activa, disfrutaba de las fiestas y llegó a ser la Secretaria Municipal de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) en Viñales.
No obstante, ante este obstáculo que le impuso el destino, Midiala no dejó apagar sus sueños, buscó nuevos horizontes y gracias a su Cuba, continuó su realización como ser humano.
Hoy dirige el Taller de Discapacitados en el municipio. Con gran agilidad maneja su sillón de ruedas en su casa, donde hace las habituales labores hogareñas. Tiene dos hijos, uno de ellos cursa el 5to año de la carrera de Medicina.
En las calles conduce muy bien su carro eléctrico y, en cada encuentro, nos regala su sonrisa, llena de optimismo.
Pero durante todo este tiempo, ella al igual que sus compañeros de trabajo, han sufrido las consecuencias del bloqueo económico y financiero de los Estados Unidos hacia nuestro país, esos que han frenado el deseo de Cuba, de que las personas con limitaciones físicas logren su realización plena.
Pero a pesar de todo Midiala Villacampa Azcuy tiene motivos para seguir viviendo: su familia, sus amistades, su Viñales y su Patria, esa que seguirá defendiendo sin sus pies, pero con su corazón y hasta con su mirada.
