Yuneisy Gómez Martínez es una de las que trabaja como mensajeras en este tiempo de cuarentena que desde principios de junio vive el Consejo de Defensa de Zona La Sabana.
Por segunda ocasión en lo que llevamos de afectación por la pandemia de la Covid-19, la joven trabajadora de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Ganadera Minas enfrenta esta noble tarea.
La primera vez fue en febrero de este año cuando tuvimos la primera cuarentena en el consejo.
Me propusieron realizar esta labor con la que tenía derecho a continuar percibiendo mi salario, pero además por la necesidad que existía de personas que hicieran esta labor para facilitar que las familias permanecieran sin salir de casa.
Acepté porque consideré las dos partes y ambos motivos eran razón suficiente para hacerlo. Me enfrenté, como los demás mensajeros a una tarea dura teniendo en cuenta que atendía 19 familias, varias de ellas con núcleos numerosos y tenía que llevarles los productos de la canasta básica normada , por lo que debía realizar exceso de fuerza.
Además de productos del agro y de primera necesidad que se asignaran a la circunscripción. Fue también difícil a partir de que tengo dos niños que cuidar y alimentar,uno de ellos enfermo.
Me acostaba tarde y me levantaba temprano,sin tiempo para descansar el cuerpo para comenzar otra jornada. Ahora es lo mismo, sólo que el acompañamiento de mi moto eléctrica, me facilita bastante este desempeño, cuando es mucha la carga, sino mi compañera es la mochila.
Estoy satisfecha con lo que hago. Sé que es una tarea muy importante porque las personas están encerradas en sus casas, no por su propia voluntad, sino porque es una medida necesaria para combatir esta pandemia que tanto daño nos causa.
Me cuido mucho con todas las medidas que puedo tomar para así también cuidar de la salud de mi familia y de las personas a las que sirvo
Ahora Yuneisy sólo sueña que esto termine, volver a su trabajo en la UEB, que los niños regresen a la escuela y a la vida familiar.
