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Seguir la historia: Un imprescindible

Por Redacción Radio Minas

Por: Pedro Abreu Mujica

En las primeras horas de la tarde de este sábado me golpeó la triste noticia del fallecimiento de nuestro amigo el comandante Julio Camacho Aguilera. Apenas faltaban cuatro meses para que cumpliera 101 años de edad. Pinar del Río, Cuba entera y estamos de luto.

El pasado 10 de mayo de este año iniciamos en la web de Radio Minas la publicación de la entrevista hecha días antes del centenario de su nacimiento (1).  

En la nota introductoria escribí: Mientras lo escuchaba narrar sus vivencias, evoqué mentalmente los versos del alemán Beltold Brech (2):

“Hay hombres que luchan un día y son buenos,

Hay otros que luchan un año y son mejores,

Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos,

Pero hay los que luchan toda la vida, Esos son los

imprescindibles”.

Imprescindible fue, y siempre será Julio Camacho Aguilera, de quien es muy difícil hablar en pasado.  Su vida fue asombrosamente larga, fecunda, útil y no solo por cuanto hizo sino por su modo de hacerlo: leal, modesto, humilde, perseverante, sistemático, dedicado, sensible, humano y educado y por cuanto sembró en los que tuvimos el privilegio de conocerlo. Su legado trascenderá a la muerte.  Nuestro deber es darlo a conocer a las actuales y futuras generaciones, en particular a la juventud pinareña, ya que él vivirá eternamente en el corazón de este pueblo, donde ejerció por una década el cargo de primer secretario provincial del Partido (1969-1979). Un constructor de sueños que convirtió a la cenicienta en una princesa.

Regresó nuevamente a la provincia de Pinar del Río, a principios de los años noventa, para seguir construyendo sueños. Cuando concluyó su misión como Embajador en la Unión Soviética, no se acogió al merecido descanso ni a desempeñar una cómoda posición. Camacho le solicitó a Fidel ir a trabajar a la lejana e inhóspita Península de Guanacabibes. El Jefe de la Revolución aprobó la solicitud y lo designó director de la Oficina para el Desarrollo Integral de esa región, dependencia adscripta al Consejo de Ministros.  A esta tarea entregó por espacio de más de treinta años y hasta los últimos días de su vida toda su autoridad moral, liderazgo, energía y trabajo.

Historial revolucionario

Julio Camacho Aguilera, nació el 7 de marzo de 1924 en el central Santa Lucia, más tarde Rafael Freyre.  en la actual provincia de Holguín, pero muy temprano, a los cinco años de edad se mudó para Guantánamo, exactamente para el central Ermita, después Costa Rica, donde durante un corto espacio de tiempo se preparó para trabajar en el laboratorio de la fábrica de azúcar, pero definitivamente se hizo ferroviario y en esos años juveniles conoció a Gina, el amor de su vida e inseparable compañera de combate (3).

En Guantánamo se incorporó a las luchas sindicales, como dirigente de la delegación número once de la Hermandad Ferroviaria. También perteneció a la Juventud Ortodoxa.

Desde el 10 de marzo de 1952, fecha del golpe de Estado de Batista, comprendió que la lucha armada era el camino fundamental hacia la victoria. 

Estuvo entre los fundadores del Movimiento 26 de Julio. En 1955 asaltó un polvorín en el central Ermita, en busca de explosivos para las acciones bélicas que se debían desencadenar como parte de la incipiente lucha insurreccional.

Tomó parte del levantamiento del 30 de noviembre de 1956, dirigido por Frank País, en apoyo al desembarco del Granma.  Encabezó un grupo guerrillero en la región guantanamera; dirigió el frente de Acción y Sabotaje en la provincia de Las Villas y el Movimiento 26 de Julio en la entonces  llamada provincia  Habana Campo; encabezó las Milicias en el heroico levantamiento cívico­-militar de la ciudad  de Cienfuegos, el 5 de septiembre de 1957;  Fidel le confió importantes y riesgosas misiones que cumplió cabalmente, entre ellas representarlo, en La Habana, en las conversaciones secretas con altos oficiales del Ejército de Batista que habían expresado el deseo de conspirar contra el tirano, volvió a la Sierra Maestra y  terminó la guerra como segundo jefe del Frente Guerrillero de Camagüey.

En medio de la lucha insurreccional René Ramos Latour (4) lo ascendió a comandante de milicias. Fidel ratificó ese ascenso con el grado militar de comandante del Ejército Rebelde.

Después de 1959

Después del triunfo de la Revolución, Camacho trabajó en varios frentes: Ministro-presidente de la Corporación Nacional del Transporte, Jefe de la Sección  Política del Ejercito Central y segundo jefe de la Dirección Política de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, primer Secretario del Partido en las provincias de Pinar del Río, Ciudad de La Habana y Santiago de Cuba, miembro del Buró Político y del Comité Central; diputado de la Asamblea Nacional del Poder Popular y  Embajador en la Unión Soviética.

Este sábado 14 de diciembre, el legendario y admirado comandante Julio Camacho Aguilera, emprendió el camino hacia la eternidad. Imposible para mí, y menos en este texto redactado de prisa, resumir coherentemente su impecable biografía. Volveré sobre aspectos de la misma en los próximos días, que deben ser de homenaje y reflexión sobre su vida y la obra de este legendario héroe de nuestra Revolución.

 Notas:

  1. PEDRO ABREU MUJICA, Seguir la historia: La entereza de un imprescindible, www.radiominas.icrt.cu, 10 de mayo del 2024.
  2. Eugen Friedrich Brecht, poeta y dramaturgo alemán.
  3. Georgina Leyva Pagán, esposa del comandante Camacho desde hace más de 70 años.

Después de la muerte de Frank País, ocupó la responsabilidad de Jefe Nacional de Acción y Sabotaje del Movimiento 26 de Julio.

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