Dayán García Machín, es uno de los médicos del área de salud Santa Lucía que ha combatido la Covid-19 desde diferentes posiciones.
El joven galeno, residente de primer año de Medicina General Integral, nunca imaginó que en sus primeras experiencias como profesional, enfrentaría un fenómeno como este que afecta a Cuba y el mundo (El nuevo Coronavirus).
Cuando inició esta situación en marzo del 2020 me encontraba trabajando en el consultorio del Médico y la Enfermera de la Familia número 34.
Ahí comencé mi relación con pacientes sospechosos a la enfermedad, fundamentalmente contactos de casos positivos, como resultado de la encuesta epidemiológica.
Al ser algo desconocido, hasta el momento, además veíamos que era tan contagioso y letal, sentía temor como la mayoría, pero tomaba las medidas preventivas que se orientaban por los protocolos del Ministerio de salud y me sentía bastante seguro.
En julio de ese año me llamaron para atender pacientes sospechosos en el centro de aislamiento, ubicado en la empresa Geominera Pinar del Río de la localidad. Allí trabajé un turno de 14 días.
Las medidas entonces eran más rigurosas pues, debía ponerme un traje con todos los medios de protección, al menos tres veces al día, para visitar a los pacientes.
Pero era también requisito indispensable usarlo, si era necesario atender a alguno de ellos fuera de los horarios y cuando entraban otros enfermos al centro para ubicarlos y brindarles la atención qnecesaria.
Entre los pacientes que atendí salieron casos positivos. Fue donde comencé a sentir en mi, el dolor de aquellas personas, cuando se les daba la noticia y le decíamos que iban a ser remitidos al hospital provincial para su atención médica.
Era realmente impresionante. No sospechaba que vendrían momentos más difíciles.En el mes de julio, ante la convocatoria para apoyar a la provincia de Matanzas accedí.
Trabajé en el hospital provincial Faustino Pérez, en una sala con bastantes pacientes. Fue una tarea difícil. Reportaban más de tres mil casos diarios.
Llegaban con mucha falta de aire. Teníamos escases de oxígeno medicinal y antibióticos, lo que imposibilitaba darle a las personas toda la atención que requerían. Era doloroso ver su necesidad y hacíamos cuanto estaba en nuestras manos para atenderlos.
Fue un tiempo muy difícil, pero vimos bajar los números rojos. Después me tocó el hospital provincial León Cuervo Rubio, de Pinar del Río en el cuerpo de guardia también en un momento de alza de Covid-19.
Fue otra gran experiencia ante la enfermedad donde pude ofrecer mi ayuda y mis conocimientos. Me siento felíz de poder ayudar a la gente y a mi país con la profesión que escogí. Hoy más que nunca me doy cuenta lo importante que es
García Machín fue reconocido en el Comité de Defensa de la Revolución donde reside por su apoyo a la lucha contra la pandemia.
Hoy es uno de los médicos que asiste el hospital de campaña para la atención a niños positivos al SARS-CoV-2 ubicado en el círculo infantil Los Mineritos, en el consejo popular La Sabana