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Fidel entre nosotros

Por Ivel Iañez Pérez
Educación Municipal en Minas de Matahambre muestra una exposición sobre la vida y obra del invicto comandante Fidel Castro Ruz

Fidel, barbudo que descendió de la montaña para abrir un nuevo camino, donde la familia cubana sería la protagonista de sus beneficios.

Fidel, soldado de ideas que puso su pensamiento y condujo su empeño en el mejoramiento de la calidad de vida de la humanidad.

Hoy, a cuatro años de tu desaparición física la tierra gime.

En la Sierra Maestra se escucha el eco de tu victoria. En playa Girón se siente el chasquido de tus pasos tras el enemigo imperialista.

Asimismo las paredes de los Cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes hablan por sí solas.

Cada agujero tiene impregnado la valentía de aquellos jóvenes universitarios que convocados por ti, supieron desafiar la dictadura de Fulgencio Batista.

En la sonrisa de un niño, en la escuela donde ondea plácidamente la bandera de la estrella solitaria, en la mano extendida para salvar vidas, allí estas.

Y en el obrero que disfruta de un empleo, en cada medida de enfrentamiento ante la adversidad y en los millones y millones de corazones que tienen tatuado YO SOY FIDEL, percibimos el inmenso legado que nos dejaste.

En tanto con tu obra revolucionaria, construiste el porvenir del pueblo cubano.

Venciste al imperialismo y le mostraste al mundo lo que significa perseverancia y solidaridad.

Gigante de mil batallas, en un día memorable cabalgaste hasta la eternidad, queriendo volver a surcar los mares de esperanzas como lo hiciste hace más de seis décadas atrás.

El 25 de noviembre de 2016, a los 90 años de vida, nació tu inmortalidad.

Comandante, te entregaste a los humildes, sembraste la dignidad, el valor y el coraje entre los cubanos.

Nos enseñaste a ser internacionalista, a vivir sin miedos, prestos a vencer dificultades y a enarbolar la historia de esta Patria libre.

Creer que tiene fin una crónica a Fidel es el peor error de quien la escribe.

Y es que no existe concepto o palabra exacta que recoja la grandeza de tu nombre.

Por lo tanto solo resta decir que estas líneas llevan la eterna gratitud, la emoción y el orgullo imperecedero de tener en nuestra remembranzas a un hombre que fue único en su accionar, al líder histórico de la Revolución cubana.

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