Legisladores de Estados Unidos culparon al presidente de su país, Joe Biden, por la caótica situación imperante en la frontera con México y prometieron brindar ayuda, de ser demandada por el Gobierno federal.
El diario The Hill publicó que el senador demócrata Jon Tester, de Montana, señaló que no sabe qué puede hacer el Congreso de inmediato para abordar el incremento de migrantes en la zona limítrofe, muchos de ellos niños no acompañados.
Sugirió brindar mayor atención con personal y logística, adoptar medidas para detener el flujo de indocumentados y dialogar con los países centroamericanos para trabajar de conjunto en este tema, refiere Prensa Latina.
También el demócrata Sheldon Whitehouse, de Rhode Island, miembro del Comité Judicial del Senado, acotó que la mayor parte de lo que sucede allí está dentro del ámbito del poder ejecutivo, pero de todas formas «si sienten que necesitan recursos adicionales, obviamente estamos aquí para ayudar».
El senador Joe Manchin (Virginia Occidental), propuso la inmediatez de una reforma migratoria para abordar la crisis, aunque se mostró escéptico ante la forma de revertir el problema generado allí, después de visitar los campamentos improvisados donde mantienen retenidos a los migrantes sin brindar solución.
El artículo periodístico señaló que la mayoría de los congresistas demócratas temen sumergirse en un debate divisivo y políticamente peligroso sobre la inmigración, cuando es poco probable que puedan superar el obstruccionismo republicano, y aprobar una legislación en el Senado, añade el artículo de The Hill, firmado por Alexander Bolton.
Sin embargo, en la campaña electoral el presidente prometió brindar medidas para solucionar el tema pero poco ha podido realizar por lo sensible del asunto que puede traer divisiones políticas en contra de su mandato. Hasta el momento logró detener la construcción del muro fronterizo.
También permitió que niños o adolescentes ingresen solos al país y revirtió la disposición del exmandatario Donald Trump de exigir que los inmigrantes que buscan asilo esperen en México mientras sus casos se procesan en Estados Unidos.
La situación en el punto fronterizo se torna compleja porque allí pernoctan miles de personas y los funcionarios evitaron la entrada a la nación norteña de más de 170 000 migrantes en marzo, un aumento de casi el 70 % más que en febrero y la cifra mensual más alta desde 2006, según reportes preliminares de la agencia de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) obtenidos por el diario The New York Times.