Con sus 44 años de edad el Licenciado en Enfermería y Enfermero Intensivista, Liván Álvarez Folgado forma parte del Ejército de Batas Blancas que colocó el nombre de la medicina cubana en lo más alto de la geografía mundial.
«Desde niño soñé con ser médico, pero comencé por Enfermería y al final no quise hacer pruebas de ingreso para estudiar medicina porque me enamoré de mi carrera.
Esta es y será mi vida. Soy miembro del prestigioso contingente Henry Reeve, inaugurado por nuestro Comandante en jefe Fidel Castro, el 19 de septiembre de 2005.
A partir del año 2914-2015 asumí la misión de lucha contra el Ébola en Sierra Leona. Para mí representa un orgullo y una satisfacción pertenecer a las filas del mismo.
Somos un personal preparado y calificado para enfrentar desastres, epidemias y pandemias que azotan a la humanidad, siempre dispuesto a prestar ayuda, primero en Cuba y luego en cualquier país del mundo que me necesite.
Sí hay una misión que me marcó profundamente, fue la del Ébola, sin dudas la más difícil enfrentada por el personal médico cubano en la historia de la medicina, fue algo que dejó recuerdos penetrados en mi memoria, para mientras viva y sea profesional de la salud.
Aún retirado nunca los olvidaré. Allí vi morir niños y pacientes de todas las edades. Trabajé en el hospital de Kerry Dawm, primer hospital que prestó servicios en Sierra Leona, donde pusimos el nombre de Cuba, con cuatro letras mayúsculas, en lo más grande del podio de la Medicina a nivel internacional.
Allí salvamos vida que ni el pueblo de África, ni el alto mando de nuestro país y la china Margaret Chan, quien nos convocó a África pensaron que seríamos capaces de salvar, ante la terrible enfermedad que enfrentábamos.
Un día me encontraba en el turno de ocho de la mañana a dos de la tarde, trabajando con otro Licenciado en Enfermería, Onelio que trabaja en la terapia intensiva del hospital León Cuervo Rubio, y recuerdo que nos tocó repartir el desayuno.
Había un niño de cuatro años, una enfermera de 31, leonesa que sufrió también la epidemia y su hermano de 18.
Ellos esperaban la ambulancia para el regreso al hogar, y al darle los alimentos al pequeño, éste los devoró con gran desesperación y corrió a los brazos de la muchacha a pedirle más, lo que provocó en nosotros dos un llanto incontenible.
Imagínate ambos dejamos hijos chiquitos aquí. Pará mí no hay nada más gratificante que salvar una vida de cualquier paciente, ver como vuelve a la sociedad, a trabajar porque lo necesita su familia y la humanidad, porque los seres humanos son necesarios sobre la fas de la tierra»
Por su meritoria labor como Enfermero y fiel al precepto mariano de que Patria es humanidad, Liván Álvarez Folgado, cuenta en su aval con cuatro misiones internacionalistas y una nacional. Además ostenta la Condecoración honorífica » Hijo Ilustre de la Región Italiana Piamonte, así como la Carlos Juan Finlay y la 60 aniversario de las FAR, entregadas en nuestro país.
Sin dudas este joven minero forma parte ya de la historia local de nuestro terruño, y su ejemplo quedará impregnado en la memoria de los agradecidos por mucho tiempo.