Luisa García Cruz, residente en el poblado de Santa Lucía, desde hace más de cuarenta años se dedica al cultivo de la tierra. Cuando de las labores del campo se hable, hay que contar con ella.
Comencé a trabajar en una Cooperativa de Producción Agropecuaria (CPA) a los 18 años. Allí hacía de todo. Guataqueaba, sembraba yuca, boniato, tomate, en fin de todo lo que se siembra en la agricultura.
Después de ahí pasé a cuidar carneros, teníamos 200 carneros, estuve un largo tiempo hasta que nos pasaron a trabajar a la Granja Sarmiento porque la CPA se desintegró.Pasado un tiempo continué haciendo diferentes tareas en la propia granja como guataquear y otras actividades. También trabajé en un huerto en la finca Rebasa donde sembraba de todo como ejemplo: tomate, cebolla, ají, pepino, plátano, ajo puerro y cebollino.
Desde el 2019 vine a trabajar para el huerto y después lo hicieron una finca integral y aquí siembro de todo: cebolla, col, cebollino, ajo, maíz, sábila y col.
Ahora vamos a pasar a una finca medicinal. En estos momentos todavía no tenemos mucho, pero ya tenemos un poquito de manzanilla sembrada y pensamos sembrar otros productos más.
También estoy dando mis conocimientos a una practicante que está ubicada aquí, dándole los conocimientos que más o menos yo sé para que ella aprenda y sea en el futuro una buena trabajadora.He aprendido también a hacer la materia orgánica, he aprendido a cómo llevarla a los cultivos y como se siembran los cultivos en cada época del año.
Para mí este trabajo significa la vida, porque de él he vivido toda la vida desde que tenía 18 años y hasta ahora he estado en él. Ya tengo 66 años y todavía estoy aquí, para mí es lo más grande.
Hoy es un privilegio para la agricultura minera contar con mujeres de la valía de Luisa, una fémina que siente regocijo por la labor que realiza.