Hace unos días Caridad Coro Rivero cambió su oficio de detrás del mostrador para «despachar» el pan sobre un vehículo por toda la comunidad donde trabaja.
La decisión de esta alternativa la tomó el Consejo de Defensa de Zona La Sabana al norte de Minas de Matahambre por la declaración de zona en cuarentena, a partir del incremento de casos positivos a la Covid-19 y Cary como la conocen todos, presta se dispuso a cumplir.
«El pan hay que vendérselo a la gente y llevárselo porque no se puede salir de la casa».
Dijo ante mi grabador al momento de disponerse a cumplir su misión; segura de la importancia de su labor en medio del momento difícil que viven los habitantes de su localidad.
Su propósito era recorrer toda la demarcación, en el menor tiempo posible cumpliendo con responsabilidad la tarea que le encomendaron y regresar de inmediato a casa.
«Tengo un poco de miedo «caballero» porque esta es una enfermedad muy contagiosa y mata.»
Su voz fue casi trémula, más por el celular que tenía delante en el cual sabía quedaban sus palabras, que por el propio temor a la enfermedad.
Cary dejó clara su disposición de enfrentar «lo que sea por su pueblo» a la vez que reflexionó en que «al fin y al cabo alguien tiene que hacer lo que hace falta»; pero además:
«El salario hay que respaldarlo», dijo y subió ligera al camión; en la parte trasera ocupó lugar, como pudo, a la vez que organizó su nuevo puesto de trabajo, sin dejar de tomar las medidas de protección contra el ZARS-CoV-2.
Pasados unos 10 días en esta experiencia y sin tener una idea de cuanto pueda extenderse, Cary mantiene la voluntad de continuar ofreciendo su granito de arena para vencer a la Covid-19, aunque cada mañana el sol la cobije sobre un camión, en una tarea tan humilde como «despachar el pan nuestro de cada día».
