Sólo, unos días nos separan del Primero de enero, fecha en que el pueblo cubano celebra la victoria del Ejército Rebelde sobre el neocolonialismo en Cuba.
Este hecho marcó una nueva era para el pueblo cubano. Un despertar en la conciencia para apoyar de manera incondicional el proceso revolucionario naciente, con un nuevo modelo económico y social donde todos y todas contamos.
Reformas en diversas esferas comenzaron a aplicarse en real fidelidad al Programa del Moncada, defendido por Fidel, en el juicio por el ataque al cuartel Moncada.
La entrega de tierras en derecho perpetuo a campesinos, confiscación de bienes a malversadores de gobiernos anteriores, atención médica y educación gratuitas para todos, constituyeron algunas de las acciones que sin pérdida de tiempo comenzaron a beneficiar al pueblo.
Hasta hoy la Revolución en el poder no cesa de trabajar en cientos de programas donde sobresalen salud y educación, con indicadores similares a países desarrollados.
Minas de Matahambre es ejemplo de este accionar. Un pueblo surgido sólo con el propósito de la explotación de una mina de cobre en 1912, con unos pocos trabajadores fundamentalmente de origen extranjero. Hoy cuenta con más de 33 mil habitantes a donde llegan todos los servicios básicos para su desarrollo.
Todas son razones para que este Primero de enero aún con el recrudecimiento del bloqueo económico y financiero de Estados Unidos a la Isla, volvamos a celebrar acorde a las circunstancias epidemiológicas por la Covid-19, un aniversario más de la Revolución para todos.