Por: Pedro Abreu Mujica

En la crónica publicada el 31 de diciembre escribí lo siguiente «…se ha puesto de moda en las redes sociales glorificar todo lo que había y se hacía en la Cuba prerevolucionaria, incluido, el dictador Batista». Más adelante agregué: «aparecen a diario incontables publicaciones comparando las navidades de este año con las navidades de años anteriores» (1).
Los autores de esas evocaciones nostálgicas y edulcoradas desconocen intencionalmente o por falta de información, los horrendos crímenes cometidos por los sicarios de Batista en las navidades de 1958.
Por ejemplo: en la noche del 26 de diciembre , cuatro jóvenes estudiantes de la Universidad Católica de Villanueva (2), que se dirigían a la Cordillera de los Órganos, fueron detenidos y brutalmente torturados en el poblado de Bahía Honda, en la zona norte de la provincia de Pinar del Río. Al día siguiente fueron llevados al cuartel de Las Pozas, donde continuaron las torturas. En la madrugada del día 28 fueron ahorcados y enterrados al pie del Pan de Guajaibón, por el teniente Valeriano Dupeyron (3), con la anuencia de sus jefes superiores.
Para los cuatro mártires católicos y para sus familiares, que no sabían dónde ellos estaban, no hubo fin de año feliz.

Tarea patriótica y humanitaria
El periodista Juan Emilio Friguls Ferrer (4) publicó un estremecedor reportaje sobre el crimen en la revista Bohemia (5), que incluyó declaraciones del sacerdote jesuita Amando Llorente, director de la Agrupación Católica Universitaria, quien refiriéndose al viaje de los jóvenes a Pinar del Río, expresó lo siguiente:
» Iban desarmados y no llevaban ninguna misión de violencia: trataban de entrevistarse con unos miembros de la resistencia cívica de la provincia pinareña para conocer las necesidades perentorias que pudieran tener, especialmente en cuanto a medicinas, ropas, víveres, a fin de poder auxiliarlos desde la capital. Era una tarea patriótica y humanitaria que les había dictado su propio corazón y que se propusieron llevar a cabo después de recibir, como lo hacían diariamente, la Sagrada Comunión: eran almas blancas que solo aspiraban a remediar dolores y necesidades a quienes estaban luchando por un ideal patriótico.»

Los cuatro jóvenes viajaron en dos automóviles y lo hicieron por la carretera del Circuito norte. En la zona la tiranía tenía concentrados numerosos criminales miembros de los «Tigres de Masferrer», la Guardia Rural, la Policía y el SIM a las órdenes de los comandantes Esteban Pérez Pantoja y Jacinto García Menocal y el capitán Leovigildo Iturriaga, jefes de los escuadrones de la Guardia Rural de Guanajay, San Cristóbal y Bahía Honda (6). En la provincia había seis escuadrones, cada uno cubría varios municipios, pero también operaban fuera de su jurisdicción, como lo hacía Menocal.
Los muchachos esperaban regresar a La Habana en la tarde del 31 de diciembre, para recibir el año nuevo con sus familiares.
Después del primero de enero, se conocería del asesinato y el lugar donde habían sido enterrados (7) junto con los restos del joven Manuel Zabala, que corrió la misma suerte.

Ellos habían expresado a dirigentes del Frente Estudiantil del Movimiento 26 de Julio, la intención de alzarse e incorporarse al Ejército Rebelde. Las fuerzas represivas los estaban esperando cuando entraron por Bahía Honda, lo que hizo sospechar a sus familiares que fueron víctimas de una delación (8).
En estos días, cuando aún soplan los aires navideños, rendimos homenaje a estos jóvenes que movidos por sentimientos patrióticos se habían incorporado a la lucha contra la sangrienta tiranía de Batista. Al mismo tiempo, contribuimos a desmontar la campaña que pretende hacernos creer en una Cuba próspera y feliz en aquella época, y en particular durante las navidades de 1958.
Notas:
- ABREU MUJICA, Pedro, Seguir la historia: Cuba lloraba, www.radiominas.icrt.cu 31 de diciembre del 2024.
- Universidad Católica de Villanueva, fundada en La Habana el 15 de agosto de 1946. Funcionó hasta 1961, fecha en que se nacionalizó la enseñanza privada.
- El teniente Valeriano Dupeyron, fue juzgado por el Tribunal Revolucionario y condenado a muerte por fusilamiento. La sanción fue ejecutada en febrero de 1959.
- Juan Emilio Friguls Ferrer nació en La Habana el 3 de agosto de 1919 y falleció en esta ciudad el 7 de agosto del 2007. Se inició en el periodismo en 1945, en el rotativo Información. Desde 1947 hasta 1961 redactó la sección «Catolicismo» del Diario de la Marina, la que a partir de aquel año mantuvo con el nombre de «Mundo Católico», en el periódico El Mundo. Cuando éste desapareció formó parte de la redacción de Radio Reloj. Fue colaborador de la Revista Bohemia y otras publicaciones. Además de los temas católicos, cubrió como reportero los sectores diplomático y cultural.
- FRIGULS FERRER, Los crímenes de la dictadura. Los mártires de Guajaibón. Revista Bohemia, 18 de enero de 1959, páginas 26 a la 28.
- Jacinto García Menocal pereció en un encuentro con miembros del Ejército Rebelde, el primero de enero de 1959, cuando trataba de robarse una avioneta para huir del país. Esteban Pérez Pantoja y Leovigildo Iturriaga, fueron condenados por el Tribunal Revolucionario, en febrero de 1959, a la pena de muerte por fusilamiento que se ejecutó en el antiguo Regimiento de Pinar del Rio.
- Fueron enterrados en el lugar conocido por Hoyo de Alea, al pie del Pan de Guajaibón.
- MARQUEZ FARIÑAS, José Miguel, Los mártires del Pan de Guajaibón: Fin de año pisoteado por la muerte. Internet. Visto el 3 de enero del 2025.