
Julio Alberto Villasuza Rivero realiza su labor diaria en la brigada de tala de madera en la Unidad Empresarial de Base (UEB) Silvícola Santa Lucía, al norte de Minas de Matahambre.
Cada jornada le acompaña el dulce silbido del pinar al son del viento, el arreo de los boyeros durante el acopio de la madera, el ronroneo de la motosierra que con destreza maneja, así como la estridencia de los propios árboles al caer bajo la fuerza de su mano.
Llevo en la Forestal más de 20 años.He realizado varias labores. Al principio me desempeñé en la corta de madera. Esa es una de las labores más duras aquí. Desde hace unos años trabajo como motoserrero. Me gusta hacerlo. Tiene su encanto y aquí estaré mientras trabaje
Eso lo trae en la sangre asegura.
Mi padre es fundador de esta unidad y yo le seguí los pasos.He tenido otras propuestas de trabajo pero no me interesa
Los retos son continuos. Asegura que el bloqueo es causante de algunos de ellos, pues escasean las cadenas y los sables, sin embargo siempre salen adelante.
También existen peligros que debe sortear, detalles que hay que tener en cuenta para impedir accidentes
Sin embargo, es la propia naturaleza quien en ocasiones le ofrece resistencia.
He llegado a lugares con malas condiciones que digo: que va yo no entro ahí;pero siempre entro y hago lo que tengo que hacer. Llego a otro lugar también de difícil acceso y digo:bueno he entrado a otros lugares malos y aquí también voy a entrar. Y cuando lo hago me siento satisfecho de mi mismo
Así es su voluntad cada día y en lo que muchas piensa en su viaje de ida y regreso, sobre una carreta de tractor junto a sus compañeros de labor; momentos que muchas veces aprovechan para hacer gala del buen humor característico del cubano, que además habla del compañerismo que los une.

