La higiene medioambiental y el mejoramiento del ornato público, en barrios y poblados del territorio, son tareas que a diario movilizan a los trabajadores de la Unidad Presupuestada de Servicios Comunales en Minas de Matahambre, cumpliendo con las medidas higiénico-sanitarias para evitar el contagio por la Covid-19.
Sin embargo más allá de la propia voluntad y esfuerzo de estos hombres y mujeres, se hace imprescindible el apoyo de la población a la hora de mantener limpia cada localidad minera.
Innegable es que en ocasiones la recogida de desechos sólidos por parte de dicha entidad se ve afectada, ya sea por carencias de recursos en algunos casos, en otros por imprevistos o problemas organizativos.
No obstante nada de ello explica las conductas irresponsables de personas que aún no tienen conciencia del daño que provocan y la repercusión de sus acciones en la salud propia y la del entorno donde conviven.
Cuando vertemos basura en horarios no establecidos o en espacios que no están destinados a ese fin, no solo afeamos nuestro vecindario, sino que también damos paso a la posible aparición de enfermedades.
Lo mismo sucede con la poda no autorizada de árboles, otra fuente de desechos que se traduce en la obstaculización de la actividad diaria que acomete dicha unidad y de su misión, relacionada con mantener la higiene medioambiental.
