Impulsada por el llamado del presidente de la República de Cuba Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Mirta Rosales Romero inició hace alrededor de dos años un proyecto de siembra en el patio de su vivienda en el consejo popular La Sabana al norte de Minas de Matahambre. Una tarea que junto a otros quehaceres la hacen digna de Llamarse «Mariana»
A propósito del tema Radio Minas conversó con esta laboriosa mujer.
¿Mirta como surgió este proyecto?
Una cosa es cierta y es la necesidad que hay de producir alimentos. Otra, que yo provengo de una familia campesina y que la tierra no me es ajena.
Así que escuchando como se estaba pidiendo a la gente que sembraran cualquier pedacito que tuvieran, me motivé a hacerlo porque tengo un patio grande. Conversé con mi hija que vive aquí en casa conmigo y aunque es doctora me dijo que me apoyaría en lo que pudiera
¿De qué recursos se valió para iniciar y cómo lo hizo?
Sólo tenía la decisión. A partir de ahí comencé a valorar cada posibilidad, primero el lugar más estratégico en el patio. Utilicé para levantar los ocho canteritos, unas tablas de madera en deshuso y después un vecino me trajo la tierra.
Pedí semillitas por aquí, por allá y recolecté las que necesitaba. Todo el trabajo fue dificil, pero poco a poco lo logramos. En ese tiempo mi hija estaba embarazada y me ayudaba en lo que podía.
Preguntaba también a otros vecinos que sembraban cómo hacer algunas cosas que yo no sabía. Cuando lo tuve todo listo sembré todos los canteritos. Eso fue en la época de las verduras.Tenía tomate, lechuga, acelgas.Sembré también ajo y cebolla de diente.
Por su puesto que el trabajo continuó después de la siembra. Cuánta dedicación le requirió atender los cultivos.
Imagínese, lo primero es que no tengo agua suficiente. Eso es cargando cubitos y regando con una regadera improvisada.(risas).
Aún así les riego el agua, dos veces al día.Por la mañana para quitarles el sereno porque no todo el sereno es bueno para las plantas. Eso me enseñó mi papá.Lo otro es que hay que quitarle toda la mala hierba que sale.
Tengo problemas de salud, en una rodilla y eso me dificulta mucho agacharme para hacer ese trabajo. Lo otro es atender también la casa y los nietecitos pequeños que ahora cuido. A veces tengo que poner la niña en el coche, al lado de los sembrados para hacer alguna cosa.
¿Cómo ha sido la cosecha este año?
Tuve Covid-19 y no pude atender la siembra como era debido, pero le voy a mostrar para que vea cuantas cositas tengo.
El tomate me ha cogido una plaga y he perdido bastante. Ahí estoy batallando con eso a ver como mejoro la situación. Pero ya hemos consumido:pepinos, acelgas y lechugas.
Este año tengo 800 matas de ajo y boniato que siembro, con el fin de alimentar una pareja de conejos, pero también aprovechamos los boniatos
¿Cuánta satisfacción le ofrece llevar a la mesa productos cosechados por usted misma?
Eso es tremendo.Da inmensa alegría coger los frutos.Por mucho trabajo que den siempre es de satisfacción a la hora de las cosechas y de comer lo que sembraste.
Mencionaba usted conejos. ¿Tiene idea de mantenerlos?
Tengo una pareja y la coneja esta preñada.Eso fue por complacer a mi nietecito.Yo nunca quise tener conejos porque dan mucho trabajo.Hay que buscarles mucha hierba y con las sequías la hierba escasea.
Pero imagínese los nietos sacan de uno lo que quieren y ahi están los conejos. El niño me ayuda a buscar la hierba y alimentarlos. El mantenerlos depende del trabajo que me den.Si se puede los mantengo al final eso también es alimento.
Mirta pretende diversificar y aumentar sus producciones, asegura.
El cuidado de los niños, sus sembrados y la atención a la vivienda no impiden que está mujer mantenga en sus labios la sonrisa de quien se siente útil.
