Entrevista con Julio Camacho Aguilera
Torturas y resistencia
Por: Pedro Abreu Mujica
PEDRO ABREU MUJICA (PAM): Camacho ¿usted seguro conserva otros recuerdos de esa memorable reunión que, como pinareño me gustarían conocer?
JULIO CAMACHO AGUILERA: Tienes razón. Conservo muchos recuerdos de aquella reunión y en general, conservo tantos recuerdos como para poder emocionarme, si me concentro en determinados hechos desde que se asaltó el Moncada por Fidel y sus compañeros en 1953 (en adelante), (de cuándo) nos alzamos esperando a Fidel el 30 de noviembre de 1956 (1); de 25 meses de vida insurrecta, la mayoría sumergido en la clandestinidad, hasta (poco antes de) alcanzar el triunfo, cuando abrimos el frente de Camagüey (2) por orden de Fidel. etc. etc.
Entre esos hechos está la reunión donde nos sorprendieron a los habaneros de Habana Interior, también a varios villareños que vivían en La Habana como Casitas, Santiago Riera, los hermanos Hernández, que estaban trabajando en el 26 de Julio en La Habana y donde cayeron `prisioneros también pinareños, que ya mencioné.
Pudiera estarte hablando mucho y yo creo que no es el objetivo ahora recordar que este organismo tiene 100 años arriba.
PAM: La mayor parte de esos 100 años han sido dedicados por usted a luchar por la libertad y el bienestar de los cubanos, suficiente razón para yo intentar que las nuevas generaciones conozcan parte de esta historia. Por eso me permito solicitarle que se refiera nuevamente a la reunión de Buena Vista, Marianao, de interés muy especial para los jóvenes y por su relación con Pinar del Río.
JCA: (Allí) a mí (los policías) me cogieron un documento que en mi opinión lo había hecho mi antecesor al frente de La Habana interior, Enrique Hart, el hermano de Armando Hart (3), que murió estando de jefe de Acción en Matanzas, después de haber salido de la prisión. Ese documento me lo entregó Faustino Pérez. Cuando ocuparon el documento, yo inventé (un nuevo nombre), porque (nunca antes) pudieron saber (ni entonces tampoco) mi verdadero nombre.
PAM: ¿Cuál era su nombre de guerra?
JCA: En Las Villas yo era Jacobo. En La Habana era Gastón.
Mi verdadero nombre no lo sabían (los policías). Cuando (allí mismo) me (lo) preguntaron les dije que me llamaba Israel Ruiz.
PAM: Seguramente la policía, sin perder tiempo, llamó a sus registros centrales para preguntar datos sobre el tal Israel Ruiz.
JCA: Buscaron datos de todos los Israel Ruiz, de la isla, y me preguntaban tú eres pariente de este, de aquel o del otro, y yo les decía “no conozco a ninguno”.
Me preguntaron (de) “cuando tú estabas en Las Villas”. Les contesté: Yo nunca he estado en Las Villas, esa provincia no la conozco. Yo vine directo por vía aérea de Santiago de Cuba para La Habana, me trajo el amigo Andrés.
“¿Y cuál es el nombre (verdadero) de Andrés?”. Yo no lo sé, solo sé que se llama Andrés.
Me vuelven a preguntar; “¿Y cómo es?” Y contesto: “Un hombre bajito. Él me dio ese documento y me dijo que aquí (en La Habana) me lo iban a explicar. Yo no sé su contenido”. (En realidad) yo lo dominaba, porque ya Faustino Pérez me lo había explicado con anterioridad. (En ese documento aparecía) cómo estaba dividida La Habana Interior, los nombres de guerra de los jefes principales y los dirigentes de cada lugar.
PAM: ¿Esas preguntas se las hacían en la casa donde los arrestaron?
JCA: Sí, también después cuando nos tuvieron detenidos y torturados. Fue una cosa terrible las torturas.
PAM: ¿Cómo fueron hechos prisioneros?
Un traidor del Movimiento 26 de Julio, que se llamó Calviño (4), estaba en el grupo de los esbirros de Ventura que tomó la casa. Estaban en la casa esperando y todo el que iba llegando caía prisionero. Y valga esa señora pinareña que se llamó Concha (5), porque esa casa donde nos reuníamos pertenecía, aquí, en Buena Vista, Marianao, al Movimiento 26 de Julio de Pinar del Río.
Otros documentos del Movimiento, Concha los había metido, para que no los pudieran encontrar, en una hornilla de la cocina, debajo del carbón. Ahí no registraron.
Minutos antes habían registrado la casa, se habían llevado ya a varios compañeros prisioneros. Los que llegamos después íbamos cayendo en las garras de los policías y también fuimos llevados posteriormente para los sótanos de la Quinta Estación de policía. (6)
En la casa, Casitas pidió permiso para ir al servicio sanitario y se cortó las venas con una cuchilla de afeitar. Calviño que lo llevaba escoltado impidió que se cortara el cuello.
Casitas había sido torturado cuando estuvo prisionero en Las Villas y decía que nunca más se dejaría torturar. Antes prefería la muerte. Adolfo de las Casas se llamaba ese muchacho. Se estaba desangrando.
Yo repito gracias Concha. Los gritos de Concha: “¡No lo dejen morir!”. “¡No lo dejen morir!” Hasta que Carratalá (el flaco) (7), otro de los esbirros de Ventura, dijo en voz alta: Para que esta mujer se calle, llévenlo para (el hospital) Emergencia. (8) Y se lo llevaron. Estando yo en los calabozos de la Quinta Estación trajeron a Casitas vendado y lo tiraron donde yo estaba y entonces nos dieron la oportunidad, por error de ellos, de ponernos juntos y le dije:
“El documento que me ocuparon yo les dije que me lo había entregado Andrés y que me lo iba a explicar, que yo lo desconozco”.
En eso viene Ventura y dice: “Quien puso a esta gente junta aquí”.
Sacan a Casitas, pero ya nos habíamos puesto de acuerdo. Unas horas después me sacan a mí, me llevan para un salón y detrás traen a Casitas.
Me dieron un golpe en el estómago que me dejó sin aire.
Y le tiran un golpe a Casitas, que se agachó (para evitarlo) e impactó a un oficial de la Policía que tenía a sus espaldas. Entonces le dieron más golpes a Casitas. Así comenzaron las torturas. Eran golpes e interrogatorios.
Aquellas mangueras calientes sacadas de un horno. Cada vez que con esa manguera caliente me golpeaban la espalda, la piel quemada quedaba adherida a la manguera y la carne quedaba al rojo vivo. La camisa que tenía puesta se quemaba.
Gina (9) todavía tiene guardada una camisa que me puso para protegerme, cuando me devolvieron a los sótanos, un pinareño que se llamó César Álvarez, que se quitó su camisa (aunque él también estaba torturado), yo estaba tirado en el suelo, porque perdía el conocimiento y lo recobraba por momentos.
Aquello fue una resistencia tremenda de todos los compañeros torturados, no nos pudieron sacar ninguna información, ningún prisionero habló de los secretos de la lucha insurreccional que conocíamos, de los miembros de la organización o cualquier otro asunto que les sirviera para aumentar la represión con el objetivo de aplastar nuestro aparato clandestino.
Notas:
- El 30 de noviembre de 1956 se levantó en armas en la región de Guantánamo, como parte de las acciones organizadas en Santiago de Cuba y otras ciudades del país, en apoyo al desembarco del Granma.
- El Frente guerrillero de la provincia de Camagüey se fundó a finales del año 1958, por órdenes del comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
- Armando Hart Dávalos (La Habana, 13 de junio de 1930 – 26 de noviembre de 2017). Abogado. Fundador junto con Faustino Perez Hernández, del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) organizado tras el golpe militar del 10 de marzo de 1952. Fundador y miembro de la Dirección Nacional del Movimiento 26 de Julio, del que llegó a ser Coordinador Nacional. Participó del levantamiento de Santiago de Cuba, el 30 de noviembre de 1956. Sufrió prisión y torturas. Al triunfo de la Revolución estaba preso en el Presidio Nacional de Isla de Pinos. Tuvo un papel decisivo en la consolidación del triunfo de la Revolución. Ministro de Educación, secretario de organización del Comité Central del PCC, Ministro de Cultura. Profundo conocedor de la obra de José Martí. Brillante intelectual y dirigente político.
- Ramón Calviño Insúa perteneció en el Movimiento 26 de Julio y cobardemente lo traicionó, sumándose a las fuerzas represivas del régimen de Batista. Llegó al grado militar de cabo de la policía, a las órdenes del monstruoso asesino coronel Esteban Ventura Novo, jefe de la Quinta Estación de Policía, en La Habana. Cometió delaciones, torturas y asesinatos. Logró huir al extranjero cuando cayó la tiranía, en 1959. Dos años después vino en la invasión mercenaria de Playa Girón, fue capturado, juzgado por los tribunales revolucionarias y condenado a fusilamiento. La sanción se ejecutó.
- Concepción Acosta, madre de José Ramón Álvarez Acosta (César), esta casa donde además vivieron otros familiares se convirtió en refugio de revolucionarios perseguidos y en uno de los cuarteles que tenía la dirección pinareña de Movimiento 26 de Julio. en La Habana.
- Quinta Estación de Policía, situada en la calle Belascoaín casi esquina a Desagüe, dirigida por el coronel Esteban Ventura Novo, conocido por el Sicario del Traje Blanco, debido al tipo y color de la ropa que acostumbraba a usar cuando vestía de civil. El 11 de enero de 1960, el local fue entregado al Ministerio de Educación y se convirtió en una escuela secundaria.
- Decían que era hermano del coronel de la Polinia Nacional, Conrado Carratalá Ugalde, como Ventura Novo famoso por sus crimines durante la dictadura de Fulgencio Batista.
- Hospital Municipal de Emergencias General Fernando Freyre de Andrade, inaugurado el 1 de julio de 1920- Entre los médicos que allí trabajaron a lo largo de su historia se encuentran Carlos J. Finlay, Benigno Souza, biógrafo de Máximo Gómez, los comandantes rebeldes René Vallejo Ortiz y Manuel “Piti” Fajardo y el pinareño Heliodoro Martínez Junco, segundo jefe de la expedición del Corojo y Ministro de Salud Pública. Está situado en la calle Carlos III, actual Salvador Allende, municipio de Centro Habana.
- Gina Leyva Pagán (1931, Guantánamo). Combatiente del Movimiento 26 de Julio. Mensajera de Fidel, en el Ejército Rebelde. Nombre de guerra Sonia. Esposa y compañera de lucha del comandante Julio Camacho Aguilera. Profesora de historia, escritora. Fundadora del Frente Guerrillero de Camagüey. Fue miembro del Comité Central y del parlamento cubano. Trabaja en la Oficina de Desarrollo de la Península de Guanahacabibes.