El asunto fundamental del presente, reside en sembrar más en cada una de las cooperativas de producción conque cuenta Minas de Matahambre.
Los planes previstos para alcanzar grandes rendimientos en las diferentes cosechas, no pueden ser conservadores.
Es un imperativo, ampliar el número de hectáreas en todos los subprogramas establecidos dentro del contexto agrario, solo así la población vislumbrará en poco tiempo, cantidades aceptables de viandas, granos, hortalizas y carne en los mercados y placitas del territorio.
La demanda es enorme y la oferta pequeña, la distancia entre un aspecto y el otro es muy evidente en las tarimas.
En verdad, a mi consideración, los presidentes de cada una de las cooperativas, así como las juntas que la conforman, deben ser más exigentes, creativos, optimistas, trabajar con sentido de pertenencia al máximo, para el logro de lo que se ha convertido en un superobjetivo: El autoabastecimiento alimentario.
Minas de Matahambre tiene que ser capaz de poseer reservas suficientes de alimentos para sus habitantes, y en este sentido, tiene que ocurrir un despertar individual de cada campesino, que al final se traducirá en colectivo.
Si no se asume esta tarea con la responsabilidad y abnegación que demanda, no veremos los resultados a los que se aspira.
Aun cuando muchos decidieron solicitar tierras en usufructo para plantar la gramínea, la libra en venta de esta mercancía sobrepasa los 40 pesos.
Todavía existen terrenos que pueden ser explotados, por qué entonces se conforman con la escasez, la insuficiencia, y las limitaciones.
#CultivandoRevolución significa entrar al surco de verdad en espera real de frutos. A mi modo de ver, las excusas no compiten con el pensamiento crítico y lógico que demanda el actual calendario.
En espera de un tiempo más eficaz aguardan los habitantes de este municipio.
