Luís Yosvany Morell Ferrer, es un carimástico santiaguero que distribuye agua potable con su pipa anaranjada, en el consejo popular Minas de Matahambre del municipio de igual nombre, tras el paso del huracán Ian por el occidente de Cuba.
El pertenece a la Empresa de Mantenimiento y Reparación de Obras Hidráulicas que radica en la capital de todos los cubanos y de su experiencia en este norteño territorio de vueltabajo nos cuenta:
Salí para Pinar del Río el 27 de septiembre, y llegamos a este pueblo bendito, pueblo lindo, de mucho corazón el día primero de octubre. No tengo palabras para elevarlo, hay que hacerle un pedestal. Manejo la pipa de repartir el agua a la población que verdaderamente la necesita y aquí voy a estar hasta que tenga que estar.
Al principio cogí la calle tercera, de inicio a final y ahora estoy en la primera completa. Mi día transcurre muy feliz, junto al pueblo. Traslado el agua del pozo El cura, en Santa Lucía, para las Minas. El tramo de carretera no está bueno, pero hay que darle el corazón.
El pueblo me tratado como familia, donde quiera que llego me dan cariño, amor, me abrazan con muchas muestras de afecto. Tenía que irme el miércoles, para Pinar del Río, pero no me voy porque este pueblo es muy bonito y caluroso. El café y el agua para saciar la sed no falta, dentro de sus posibilidades comparten lo que tienen como hermanos.
Este pueblo no tiene comparación con otros de Cuba, con respecto al amor, al cariño, al trato. Aquí no hay negros, blancos, mulatos o rubios, solo un único corazón que se llama Minas de Matahambre.
Yo siento mucho amor, siento que tengo que sacrificarme hasta lo máximo, aunque no pueda resolver todos los problemas, si logro que ellos puedan estar felices y que se levanten con una sonrisa, sin pensar en que no tienen agua.
Luís Yosvany Morell Ferrer está en pie, cada día desde las cinco de la mañana con la ilusión de ayudar a sus amigos mineros quienes esperan ansiosos su visita. No le importa descansar tres horas cada jornada, si con sus viajes puede aliviar el déficit del preciado líquido en cada hogar de este pueblo de piedras azules.
A él y todos sus compañeros el agradecimiento eterno desde Minas de Matahambre.
