¿Cómo lograr que el Partido ejerza mejor su condición de vanguardia que necesita la Revolución? ¿Cómo fortalecer el vínculo con el pueblo, la atención a los jóvenes y el papel de las organizaciones de masas? ¿Cómo desarrollar un trabajo ideológico y político de mayor profundidad y alcance? ¿Qué nos falta por hacer en este sentido?
Estos fueron cuestionamientos que, sin paños tibios y de forma crítica, condujeron el debate de los militantes de la Comisión 2, dedicada al funcionamiento y trabajo ideológico del Partido, en torno al cumplimiento de la Resolución del 7mo. Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), y que contó con la conducción de José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del Comité Central del PCC.
A partir del intercambio sostenido con los delegados en las provincias, señaló Machado Ventura, se apreció una coincidencia en las valoraciones respecto al Informe. No obstante, fueron realizadas 153 propuestas de modificación, agregó.
Algunas de esas propuestas, refirió, hacen mención a las prohibiciones para solucionar problemas y dificultades, además de lo necesario de perfeccionar el trabajo partidista en las actuales circunstancias, temas que, si bien se abordan en el documento central, los delegados han propuesto que se apruebe como parte de la Resolución que emite esta comisión.
Sobre la necesidad de trabajar en la calidad de los procesos de crecimiento, comentó Regina María Balaguer, delegada por Camagüey: «No siempre se captan los mejores, y después nos percatamos de que esas personas no tienen las condiciones morales, éticas, políticas y revolucionarias para estar en el Partido. Hay que hacer un trabajo a conciencia, desde la base, desde las organizaciones pioneriles y la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC)».
Los procesos tienen que ser más profundos, para que de verdad nuestro Partido esté integrado por los más patriotas y comunistas, los que de verdad sientan esta Revolución y vayan a llevar adelante nuestro proceso, reflexionó la también directora general del Ballet de esa provincia.
En relación con estas cuestiones, el Segundo Secretario del Comité Central del PCC expresó que hay que insistir tanto en la calidad y preparación de los militantes, como en la selección de la cantera que reside, fundamentalmente, en quienes hoy se encuentran en las filas de la UJC.
Hay que crecer más con la juventud, teniendo en cuenta, además, que cada vez hay menos jóvenes, por la propia tendencia demográfica del país, reiteró. «Ahí está el reto, y los esfuerzos tienen que dirigirse en ese camino, lo que, a su vez, demanda un trabajo más exquisito y diferenciado».
«Si no hay un acompañamiento, una movilización conjunta, si no nos atemperamos a los tiempos en que se comunica y socializa la juventud cubana, si no hay un trabajo político-ideológico donde confluyan el Partido y los demás factores, no podemos sentarnos a exigir o decir que la juventud está perdida, porque no es así. Nuestros jóvenes están hoy en tareas de impacto, como voluntarios en centros de aislamiento, en las zonas rojas, atendiendo a los vulnerables, y eso habla de su calidad humana y compromiso», comentó Anabel Naranjo Paz, miembro del Comité Central y profesora de la Universidad Oscar Lucero Moya.
No obstante, el reto es grande, según coincidieron varios delegados. No siempre a los jóvenes se les brinda la oportunidad de ser parte de las funciones administrativas, de dirigir, en dependencia de sus capacidades, proyectos que son de interés para el país.
La UJC tiene que ser esa cantera segura de donde se nutra el Partido, aseveró Aylín Álvarez García, segunda secretaria del Comité Nacional de dicha organización. «Cuando se habla del proceso de formación, del trabajo con las bases, no se puede analizar solo cuando el militante llega a la edad límite para permanecer en las filas de la UJC. Desde el primer momento, nuestros jóvenes tienen que estar conscientes de que están ingresando a la organización juvenil del Partido».
En función de ello, tenemos que volcarnos hacia el fortalecimiento de nuestras estructuras, aseveró Álvarez García. Tampoco se trata de movilizar o participar por solo hacerlo, sino que esa participación forme parte de la esencia de ese joven comunista, que en el futuro puede convertirse en militante de la organización partidista o no, pero tiene que estar apegado a ese sentimiento de patriotismo y de hacer todos los días algo por la Revolución, destacó.
Otro frente que tenemos los jóvenes para protagonizar la batalla ideológica y defender los principios en los que creemos son las redes sociales. «Y a ese espacio virtual –insistió– tenemos que llevar todo lo que hace nuestra organización, incluso si nos parece cotidiano o intrascendente, porque no lo es, como el joven que recibe su carné de la UJC frente a un horno a la 1:00 a.m., en un centro de producción continua. Ello también nos habla de compromiso».
TODOS LOS ESPACIOS SON PROPICIOS PARA EJERCER LA MILITANCIA
Las mejores redes sociales para los cubanos las ha creado la Revolución, y son las propias organizaciones e instituciones con que contamos, aunque está la necesidad de renovar cada vez más nuestra labor en el espacio digital, expresó Víctor Fidel Gaute López, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido y delegado al Congreso por la provincia de Matanzas.
Argumentó que lo transcurrido en estos cinco años ha sido una verdadera transformación en términos de esa lucha en los espacios digitales. «Actualmente, tenemos la tarea de prestar atención a los contenidos en esos escenarios, participar con argumentos contundentes. Si hay algo que se derivará de este Congreso, será la intensificación de la labor y el activismo en los espacios digitales».
Destacó también que no se trata de disponer de más recursos, sino del empleo racional de los que existen para librar la lucha con efectividad, para pelear con iniciativa.
Recordó, por ejemplo, que las universidades tienen observatorios de lo que ocurre en la vida digital, mientras la totalidad de estudiantes y profesores tiene acceso a internet y preparación. «De modo que, si sabemos por dónde viene el enemigo, tenemos que tener una respuesta contundente. Es una batalla a la que debemos dedicarle tiempo, pensamiento, para gestionar adecuadamente esos contenidos».
Asimismo, reconoció la labor de los jóvenes, quienes tienen dominio, habilidades y sitúan sus contenidos en el espacio digital con mucha naturalidad.
En opinión de Yailin Orta Rivera, delegada por La Habana y directora del periódico Granma, la Revolución es un sentimiento, pero para formar ese sistema de valores en el sujeto social se requiere de un entorno de formación y de crecimiento que lo propicie, desde la familia, la escuela, las instituciones, la comunidad, las organizaciones, en fin, desde los diversos entornos de socialización.
«Pero sucede que en la contemporaneidad se suma el reto de que la vida se proyecta también en las redes sociales, espacios en los que la cultura que predomina es la capitalista, por lo que algún cubano, ante ese escenario desafiante, pudiera sentirse inhibido a manifestar los principios que se le oponen a esa fuerza globalizada», subrayó.
Ello constituye, dijo, una dimensión de la proyección de la militancia, que debe reforzar su preparación para no sentirse en desventaja con respecto a esa realidad y a las formas de actuar y de pensar que se muestran en esos espacios, sobre todo porque lo que pretenden los enemigos es que sintamos vergüenza de ser comunistas.
Por esa razón, aclaró, para que un militante llegue a consolidar, en medio de toda esa dinámica, el sistema de valores que defendemos, en el que no se pondera el «yo», sino que se trabaja por el interés colectivo, mientras los propósitos personales también encuentran realización, es imprescindible poner la mirada sobre la responsabilidad que tienen, en la conducción de tales procesos, el Partido y las demás organizaciones.
«En cada lugar, entre todos los revolucionarios, debemos pensar cómo mejorar nuestra cotidianidad, y no defender las cosas en abstracto; necesitamos cambiar los estados mentales influidos por los estigmas y los estereotipos que nos quieren imponer, y así tener más fortalezas para enfrentar la guerra cultural que le plantea el capitalismo al socialismo, en un pulso que ha encontrado más poder con el uso de las tecnologías que domina el imperio», alertó.
Por su parte, Yoerky Sánchez Cuellar, delegado por Villa Clara y director del periódico Juventud Rebelde, miembro, además, del Comité Central, puntualizó que tenemos que fortalecer, como militantes, el activismo revolucionario en internet, no solo por orientación, sino por convicción.
En ese espacio, agregó, tenemos muchos desafíos. «No podemos permitir que nos roben el Patria o Muerte, pero tampoco el Patria y Vida, que sigue siendo nuestro».
El delegado por la capital, Miguel Ángel Barnet Lanza, presidente honorífico de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), y miembro del Comité Central del Partido, se pronunció igualmente en nombre de los intelectuales, para refirmar el compromiso de ellos con las tareas de la Revolución, y desmentir las campañas montadas en las redes sociales.
«Hemos estado siempre al lado de esta gran causa, que no se equivoque el amigo, ni el enemigo. Los escritores y artistas, en su enorme mayoría, hemos apoyado siempre a la Revolución. Que no se confundan las redes sociales, por muy inmensas y eficientes que parezcan ser. La Revolución se lleva en el corazón».
Y si de espacios importantes se trata, el delegado Jesús Cabrera Iglesias, secretario general del núcleo zonal 105, en La Habana, trajo a colación la labor fundamental en las comunidades. «Sabemos que el trabajo ideológico del Partido que hay que realizar en las comunidades es crucial, porque es ahí donde nosotros convivimos, donde conviven nuestros familiares, donde hemos enfrentado todas nuestras luchas, incluyendo los desastres naturales, por poner un ejemplo».
En otro orden de ideas, Bolivia Tamara Cruz Martínez, miembro del Comité Central y presidenta de la Unión de Periodistas de Cuba en Villa Clara, hizo alusión al papel del Partido en la política informativa y de comunicación social en el país, así como a la atención a los medios de prensa, a tono con los desafíos de la lucha ideológica.
Sobre ello, comentó el llamado que, en horas de la mañana de este viernes, hizo el General de Ejército con relación a lo que corresponde hacer a la prensa y, a partir de ahí, encauzar ese accionar que se nos pide, empezando por el papel que podemos desempeñar desde las redes sociales en la batalla político-ideológica.
Alabó que en estos tiempos de la COVID-19, los jóvenes periodistas han tomado «por asalto» nuestros medios de comunicación para, con el verbo, defender el socialismo y la Patria. «Decimos a Raúl que nuestros periodistas van a estar, estuvieron y estarán siempre al lado del Partido, de Fidel y de nuestra Revolución socialista», criterio que compartió junto a otras dos colegas delegadas a la cita.
LA VIDA INTERNA DEL PARTIDO: DONDE SE FRAGUA EL ALMA REVOLUCIONARIA
Osnay Miguel Colina Rodríguez, quien participa en el cónclave como delegado por Villa Clara, y es, además, miembro del Buró Ejecutivo del Comité Provincial del PCC, destacó que fortalecer la vida interna del Partido es llevar a ese núcleo, a ese comité primario, a ese comité de centro, las principales deficiencias que afectan al lugar de trabajo y articular, juntos, las propuestas y decisiones que conduzcan a una transformación positiva.
Eso lo hemos visto con mejor intención en este último periodo, aunque todavía hay insuficiencias y no siempre logramos clarificar cuáles son los asuntos que, con urgencia, hay que atender en las reuniones, ni se abordan en estos encuentros los asuntos cotidianos de los trabajadores.
Instó, al igual que otros delegados, en lo necesario de apostar esfuerzos y lograr ese tránsito armónico de la militancia de la UJC a la militancia del Partido que, a fin de cuentas, permitirá ir expresando la idea de este Congreso, «de que hay continuidad, de que hay unidad entre todas esas generaciones, de manera que no vayamos solo, paulatinamente, rejuveneciendo las filas del Partido, sino, entre todos, proponiendo, discutiendo el camino que le corresponde desempeñar al Partido en cada uno de los lugares».
En tal sentido, Machado Ventura refirió la importancia de vincular más a los trabajadores no militantes en el trabajo que hace el Partido, que es también una forma para que conozcan de lo que se habla en estas reuniones, qué problemas se tratan, que conozcan más de nuestra vida interna y sientan que, por esta vía, pueden canalizar sus criterios, ser escuchados.
Otro de los temas analizados en la jornada fue el papel del primer secretario del Partido en los territorios, no como un ente pasivo detrás del escritorio, sino como alguien que conoce lo que acontece en su entorno, y encauza las acciones pertinentes para lograr esa transformación que busca y necesita el pueblo y el Partido.
Solo así podremos despojar a la organización de esa formalidad que tanto daño nos hace, solo así estaremos pensando realmente como país, que no es otra cosa que ratificar el concepto de unidad y continuidad, comentó Calixto Alejandro Santiesteban Ávila, primer secretario del Comité Municipal del Partido en Bayamo.
Por otra parte, Yuniasky Crespo Baquero, delegada por La Habana y miembro del Comité Central, se refirió a que, aunque los objetivos de la Primera Conferencia del Partido tienen total vigencia, los tiempos no son los mismos, por lo tanto, hay que adecuarlos a los momentos actuales.
La miembro del Buró Ejecutivo del Comité Provincial del Partido en la capital recordó también que, desde el 1er. Congreso del PCC, todos los militantes de aquella etapa concordaron en que estaban ante un gran desafío, el que afrontaron no solo los pertenecientes a sus filas, sino todo el pueblo. «Ese desafío continua, por lo que todos los días hay que ponerle voluntad, inteligencia, hacer cosas nuevas, pero mantener lo que ha salido bien y darle continuidad».
La delegada abundó en el rol de los militantes cuando se va a iniciar un proceso de crecimiento, esencialmente, en el esclarecimiento de qué significa militar en un partido comunista.
Detalló que, más allá de la cantidad de crecimientos, hay que poner atención a la calidad de los procesos, y en lograr que todos los jóvenes con condiciones, y mayores de 21 años, aspiren a ser militantes del Partido, pues en La Habana solo existe un 7 % de los militantes con edades de hasta 35 años.
En otro orden, señaló la importancia de la historia, que cada vez se aleja más de las nuevas generaciones, por lo que es responsabilidad, desde los núcleos, llevarla hasta los jóvenes, pues la formación también es cultural, ideológica e histórica, y no solo es útil para las nuevas generaciones, sino para todos los militantes del Partido.
Deivy Pérez Martín, delegada por Sancti Spíritus y primera secretaria del Comité Provincial del Partido, se refirió a la necesidad de la aplicación de nuevos conceptos para la atención a las organizaciones de base por organismos superiores, especialmente, los comités municipales del PCC, así como el fortalecimiento de la autonomía de las primeras.
Con relación a ese asunto, consideró que, en el tiempo transcurrido desde la fijación de este propósito, el funcionamiento del Partido ha alcanzado resultados superiores, y se ha logrado tener un mayor alcance en la responsabilidad de las organizaciones de base a la hora de enfrentar los retos de su entorno, a partir de la ejemplaridad, la combatividad y el rigor ante los procesos políticos.
Mas, señaló que es evidente que en la evaluación de esos resultados tenemos que seguir insistiendo en la preparación de los cuadros y secretarios en esa primera instancia, para poder dirigir el trabajo y planificar sobre las prioridades que impone el territorio.
«Si a la hora de definir la prioridad, nuestros primeros secretarios de los comités municipales no están bien preparados o no están claros de la responsabilidad que tienen los funcionarios en la tarea instructiva y educativa sobre esa militancia o colectivo, no logramos avanzar sobre el propósito y la bondad que nos da el sistema. La situación actual nos impone retos día a día y, por eso, tenemos que lograr que los secretarios tengan esa fortaleza».
El debate en la Comisión 2 estuvo igualmente presidido por los miembros del Buró Político Roberto Morales Ojeda, vice primer ministro; Teresa Amarelle Boué, secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas; Ramón Espinosa Martín, viceministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, y Marta Ayala Ávila, directora general del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología.
También encabezaron el encuentro, además de Víctor Gaute, los otros miembros del Secretariado del Comité Central Omar Ruiz Martín, jefe del Departamento de Industria y Construcción, y Olga Lidia Tapia Iglesias, jefa del Departamento de Educación, Ciencia y Deporte.