El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue recibido a la llegada a su hotel en Nueva York, adonde viajó para participar en la Asamblea General de la ONU, al grito de “genocida”, “fuera militares” y “no eres bienvenido”.
Un pequeño grupo de manifestantes aguardó en la entrada del hotel al mandatario brasileño, que acudió a EE.UU. sin estar vacunado contra la covid-19.
“Sin vacuna, sin obedecer las reglas de la ciudad, poniendo a los funcionarios y a las comitivas de diplomáticos en riesgo, y mintiendo en la ONU como siempre (...)”, reza un mensaje del Comité de Defensa por la Democracia en Brasil, que organizó la protesta.
La comitiva del presidente —compuesta por 18 personas, entre ellas varios de sus ministros, su mujer, Michelle, y Eduardo, uno de sus cinco hijos— entró por la puerta trasera del hotel.
A diferencia del año pasado, cuando el ultraderechista sí accedió por la entrada principal, no hubo ninguno de sus seguidores aguardando para darle la bienvenida.
El martes, como marca la tradición desde 1955, el presidente brasileño realizará el discurso inaugural de la Asamblea General de la ONU. El hecho de no estar vacunado, tal y como exigen las autoridades neoyorquinas, puso en duda su participación en el evento.
Sin embargo, la semana pasada, el secretario general de la ONU, António Guterres, anunció que los jefes de Estado quedaban excluidos de la obligatoriedad de estar inmunizados.
El ministro brasileño de Turismo, Gilson Machado Neto, publicó una foto de Bolsonaro y varios de sus ministros comiendo pizza en la calle en Nueva York.
Desde el 16 de agosto, las autoridades de esta ciudad exigen un comprobante de vacunación contra la covid-19 a todos los que quieran entrar en lugares cerrados como restaurantes, cines o teatros.
Este será el tercer discurso que el ultraderechista dará ante la ONU desde que asumió el poder el 1 de enero de 2019, pero ahora lo hace con su popularidad en caída libre. Según una encuesta publicada recientemente, un 53% de los entrevistados considera “pésimo” el Gobierno de Bolsonaro, el peor porcentaje registrado en todo su mandato.