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Círculo infantil transformado en sanatorio

Por Edilia Martínez La Rosa
Círculo infantil «Los mineritos» al norte de Minas de Matahambre funciona hoy como hospital de campaña

El círculo infantil «Los mineritos» al norte de Minas de Matahambre cumple ahora la función de hospital de campaña para atender a pacientes positivos al SARS-CoV-2, en edades pediátricas.

La institución infantil reabrió sus puertas, para el combate a la pandemia, tras un largo período cerrado producto a la situación epidemiológica existente, en la localidad debido a la alta tasa de incidencia de la Covid-19.

Tres salones fueron debidamente habilitados y están a disposición de los enfermos, con capacidad para 25 camas, donde reciben niños y adolescentes de todo el municipio con necesidades de atención médica.

Danay Pérez Borbón, una de las doctoras que atiende esa área, dijo que el tratamiento adecuado a cada infante con el fin de recuperar la salud en el menor tiempo posible, es la máxima para cada uno de los asistentes ya sea por la parte médica, como de servicio.

Los pasillos y áreas de «Los mineritos» tienen hoy un escenario diferente

La constante limpieza, el ir y venir del personal de la medicina, la realización diaria de exámenes protocolares, los vestuarios de los trabajadores y alguna que otra pieza de ropa tendida, en el patio exterior, presentan un ambiente diferente al de antes.

Las rústicas camas, aporte de diferentes empresas de la localidad para enfrentar el momento, días y noches de espera, constantes ingresos y egresos, constituyen un mundo ajeno al del papel del círculo como institución educativa, pero donde también se gesta la vida aunque de manera diferente.

Ángela María Miranda Camejo, subdirectora docente confiesa que es un orgullo para el colectivo de trabajadores formar parte de la historia del municipio, en el combate al nuevo coronavirus.

Desde que nos orientaron la tarea convocamos a todos los trabajadores para la habilitación de los salones y áreas que fueran necesarias para el cumplimiento de esta encomienda. Hoy somos también las propias trabajadoras quienes nos encargamos de las diferentes labores organizadas por grupos
Ángela María Miranda Camejo, subdirectora docente en Los mineritos


Un ejemplo de ello es la propia Ángela quien está atenta a cuanto se necesita. De igual forma afirma Taimí La Rosa Castillo, una de las educadoras que atiende el servicio y que solo tiene al descubierto sus ojos gracias al traje protector.

Cuando nos llamaron y nos plantearon esta tarea la aceptamos porque sabemos la necesidad de hospital para combatir esta enfermedad, esto también propicia que los pacientes y sus familiares no tengan que trasladarse hacia la provincia para recibir el servicio de salud.

Sentimos mucho el calor, pero uno se acostumbra. Además sabemos que es necesario el trabajo para la salud de estos niños y para ellos trabajamos como para los que, año tras año, recibimos en esta institución
Taimí La Rosa Castillo,educadora

Agradecimiento y confianza van de la mano

La generalidad de los pacientes y acompañantes existentes en el hospital, en el momento de la visita para el presente trabajo, estuvieron de acuerdo en que la atención en el centro es de una calidad suprema.

Magela Mesa Izquierdo es una de las acompañantes que allí encontramos.

¿Qué tiempo lleva en este lugar y como ha sido su estancia en el mismo?

Llevo cinco días, gracias a Dios ya estamos de alta médica. Ha sido un tiempo magnífico porque mi hija no tuvo síntomas graves. La atención es muy buena, medicamentos en su hora, de igual forma la alimentación, el trato tanto el personal médico, como de servicio es especial por lo que estoy muy agradecida
Magela Mesa Izquierdo


Por su parte Renisbel Moreno Rodríguez quien acompañaba a su pequeño hijo Reisbel coincidió en opinión y aseguró que eran «bellas personas las que allí estaban laborando.

Recibimos buena atención tanto los niños como los acompañantes, tenemos alimentación. El pediatra pasa visita todos los días y se preocupa mucho por los niños
Renisbel Moreno Rodríguez,acompañante


Yoanka Sotolongo Ferrer y su niña Liyanis de 13 años afirmaron también estar agradecidas y felices porque durante la propia jornada ya se irían de regreso a casa, después del tratamiento totalmente gratuito y presentar test rápido negativo.

La solidaridad ronda el círculo

La solidaridad de la comunidad con este encargo es evidente.

Constantemente al lugar llegan donaciones de diversos productos tanto de alimentos como aseo, necesarios en la labor.

En ello han hecho acto de presencia las diferentes empresas y organizaciones de masa como los Comités de Defensa de la Revolución y la Federación de Mujeres Cubanas.

Cada recibimiento colma de alegría el colectivo que ve en ello el respaldo de sus coterráneos a la importante tarea.

Tampoco falta allí el reconocimiento a los trabajadores fundamentalmente las mujeres, quienes cuentan con el mayor por ciento protagonizado por la Federación de Mujeres Cubanas en días recientes durante la entrega de una de estas donaciones por parte de los electores de la circunscripción 10 del consejo popular Santa Lucía.

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