El Licenciado en enfermería Danys Díaz Crespo no dudó en incorporarse, a zona roja, tras el llamado que le hiciera la dirección del policlínico Enrique Camalleri Mena para enfrentar la Covid-19 en Minas de Matahambre.
En los inicios del 2020 comenzó la compleja situación epidemiológica en el mundo, donde el SARS-Cov-2 llegó a Cuba también.
Entonces se nos realiza un llamado a los profesionales de la enfermería para ir a prestar servicios en los centros de aislamiento.
En ese momento nos prepararon psicológicamente para trabajar allí. En esa ocasión trabajé con una colega Yulién Echevarría Pozo, junto a una doctora del área de salud Minas que reside en el consejo popular Pons. Ella evolucionaba a los pacientes y nosotros intercambiábamos con ellos, tres veces al día, y le tomábamos los signos vitales.
En la mañana temprano nos ayudábamos mutuamente a ponernos los trajes, primero el verde y luego el blanco de manga larga, botas de goma, el doble nasobuco y los guantes. De esta forma nos trasladamos hacia el hotel donde están ingresados los pacientes.
Entonces conversamos con ellos sobre su estado de salud: temperatura, presión,etc. Además le peguntamos si manifiestan algún síntoma, como la pérdida del gusto o el paladar. Después evolucionamos la historia clínica de cada uno.
Se recepciona, aquel que es nuevo ingreso que llegue sospechoso al centro de aislamiento, cumpliendo con las medidas de seguridad. Se agrupan los pacientes teniendo en cuenta de quién resulta contacto, según las capacidades de los cuartos.
Además se trabaja por base de datos. Uno gana en experiencia porque además de cumplir con el deber que nos toca porque tenemos que ser agradecidos con nuestro sistema de salud y a la Revolución que nos formó, por esa razón donde quiera que nos llame debemos estar ahí, para prestar el servicio a la población, porque así ayudamos a mejorar la calidad de vida del pueblo y también a nuestra familia.
Para la familia siempre es duro, abandonarla es difícil, pero estamos preparados. No somos los primeros, ni los últimos en dar el paso al frente. Salimos de allí para otro centro de aislamiento, ubicado en las cabañas del contingente. Al quinto día nos hicieron un PCR que afortunadamente resultó negativo
Otra de las experiencias que le brindó la enfermería a Manolito, fue cumplir misión internacionalista en la República Bolivariana de Venezuela, mostrando el espíritu de solidariad que posee el gran ejército de batas blancas.
Profesionales como él demuestran la formación integral que reciben los especialistas de salud y su voluntad de salvar vidas en cualquier circunstancia.
