La sociedad de Minas de Matahambre demanda la participación activa de la familia ante los retos que impone la COVID-19.
Así mismo en muchas viviendas existen personas de la tercera edad que no deben interactuar con la sociedad. Por lo que es necesario que los más jóvenes asistan a las colas, compren en las tiendas y lleven alimentos a casa.
La sensibilidad se impone, la comprensión entre todos, como vía de sobrellavar las cargas psicológicas a que obliga el nuevo coronavirus. Por lo tanto es muy importante evitar las discusiones, las faltas de respeto puertas adentro y también a la espera de adquirir productos de alta demanda en los centros comerciales.
La circunstancia actual genera ansiedad en muchas personas que pierden el control muy rápido y agreden sin pudor de ningún tipo. La educación, la decencia no pueden desaparecer, mucho menos ahora. La paciencia y el amor deben darse la mano para suavizar tensiones.
Además, el nuevo coronavirus no llegó para quedarse, los tiempos malos expiran y la vida regresa a la normalidad, entonces mantente con una actitud correcta que ayude y no denigre. Los jóvenes deben de entender que la actualidad solicita de ellos una presencia certera, que favorezca a la solidaridad.
Por esta razón las relaciones entre abuelos, hijos y nietos conviviendo en un mismo hogar, reclama tolerancia para que la comunicación sea efectiva, en momentos en que el ritmo de vida acostumbrado varió y muchos que partían al trabajo en la mañana, ahora permanecen en casa más tiempo.
No puede convertirse la familia en reproches, insatisfacción y peleas cotidianas. Estos días pueden ser de fortaleza entre los seres más queridos.
