El minero Miguel Ángel Oromí Rodríguez, Migue el carpintero como muchos lo conocen, hace aproximadamente una década decidió convertir su patio en fuente de alimentación.
Comencé en la producción alimentaria sembrando hortalizas hace alrededor de siete u ocho años atrás. Todo comenzó muy simple.
Un amigo mío me regaló unas posturas de tomate que le sobraron. Cuando sembró las de él, me entró la curiosidad de ver cuanto podía recoger yo, de aquellas posturitas. La cosecha fue exitosa, incluso porque contaba con poco de abono. Después este fue escaseando y yo mismo, lo hago, para las demás plantaciones
La ingeniosidad para aprovechar hasta el último centímetro de su pequeña parcela, también está presente en la obra de Miguel Ángel.
El patio no es muy grande, pero lo tengo distribuido según lo más necesario.
Tengo cercada la parte de las verduras y las hortalizas. En estos momentos tengo plantado boniato, frutabomba, ajíes, pimiento, habichuela.
En la otra parte del patio el café, que fue Justo Luis Rodriguez Guzmán, quien me asesoró y me trajo las posturas de Sumidero, en estos momentos el café está floreciendo.
En la sombra del café sembré plátano, tanto el fruta como el burro o vianda. En estos momentos hay 12 racimos que ya ahorita están de provecho. Quiere decir que de un cultivo estoy aprovechando otro, y eso me da muy buenos resultados, además hay aguacate, mango y chirimoya.
Pero el trabajo productivo de este amante insaciable de la agricultura, también comprende la cría animal.
Por otra parte la hija mía más pequeña siempre le ha gustado tener animales, y tenemos ocho gallinas y dos gallos, que ya están poniendo, y bueno así, se incrementa la cría.
Pero también tenemos conejos, que en estos días una coneja le parió diez conejitos y logró siete, que están de buen tamaño, incluso ya los separamos de la madre.
Y así, durante todo este tiempo, además de trabajar para incrementar un plato más en en la mesa, aprovechamos el que estamos en la casa
Las palabras de incentivo para aquellos que aun no se deciden a formar parte del movimiento de la agricultura urbana, suburbana y familiar, brotan de los labios de este laborioso hombre.
Los exhorto a que siembren un pedacito y verán que les va a gustar, vale la pena el sacrificio, al final el resultado se ve en la mesa y en el bolsillo
Todos los días a golpe de voluntad y entrega, el minero Miguel Ángel Oromí Rodríguez, trabaja arduamente con el afán de garantizar su soberanía alimentaria, ejemplo que sin dudas, debería multiplicarse a raudales.
