Inicio De InterésCuba Para nuestras mujeres, el beso grande de la Patria

Para nuestras mujeres, el beso grande de la Patria

Por Radio Rebelde

Ellas son como los sinfines, nunca paran, es como si su andar por la vida les diera esa permanente energía, necesaria e incombustible para hacer más y más o proponerse un nuevo paso cuando el compañero que le acompaña puede estar a punto de «tirar» la toalla.

No sé cómo sucede, pero tienen el don insuperable de estar en todas partes o en casi todo, es como un poder omnisciente que asemeja una gran maquinaria humana que hace sean capaces de abarcar tanto como pueden y no se quejan.

Quizás esa visión sobre ellas las reduzca a personas de sólo servir, pero nada que ver con eso en tiempos de tanta modernidad. Se les ve en la casa, atendiendo a los hijos, o estudiando. Al frente de importantes proyectos de investigación o de una gran obra constructiva; también son capaces de asumir el dominio de un aula llena de estudiantes o hasta manejar un camión o una guagua, llegar a un surco y dirigir a un grupo de hombres con una destreza sin igual, o como médica, obrera, técnica, abogada, ama de casa, dirigente.

Ellas son una, pero también todo. Son de carne y hueso pero tienen cualidades sobrehumanas cuando se proponen una meta, porque la logran o persisten hasta alcanzar su objetivo.

¡Qué grandeza la de nuestras mujeres cubanas! Demostrada durante la historia, pero crecida inconmensurablemente a través de este largo período de enfrentamiento a pandemia donde fueron de las primeras en marchar hacia la zona roja o fuera de fronteras a ayudar a personas que lo necesitaban; también se les vio tocar de puerta en puerta para llevar alimento a los más vulnerables y en centros de aislamiento ayudando a salvar vidas aún a riesgo de la propia.

Pero si todo ello no bastara, más impactante resultó el haber estado en la primera línea en el aporte de nuestros científicos o del batallón de la salud que contribuyó a alcanzar nuestras más soberanas y martianas vacunas.

Igual se les vio en la televisión o escuchó en la radio, detrás de su mascarilla o traje protector porque los verdaderos rostros generalmente nunca asomaron, pero sí un corazón tan grande que contribuyó a que continuarán latiendo otros.

Nuestras mujeres, compañeras ejemplares, símbolos sagrados de cada batalla, con sus rostros y manos tatuados en cada victoria.

Foto: Maikel Espinosa

Nuestras mujeres cubanísimas, activas, elegantes, bellas, sonrientes siempre, ejemplos ayer, hoy y siempre.

Mujeres de estos tiempos que han tenido el privilegio de honrar a la Patria donde han nacido y se han catapultado tan alto como ellas mismas han podido llegar.

Mujeres de hierro y seda, mujeres de temple y delicadeza, mujeres que merecen el beso y abrazo grandes de Cuba, para continuar la batalla.

Publicaciones Relacionadas

Dejenos su Comentario