Con la siembra de más de 45 000 hectáreas de viandas, hortalizas, granos y frutas, la campaña de frío 2022-2023 iniciará el próximo primero de septiembre y pretende ser superior a la precedente en cerca de 900 hectáreas, a pesar de las limitaciones de combustible, problemas con la maquinaria y el déficit de fertilizantes.
De acuerdo con Ortelio Rodríguez Perugorría, subdelegado agrícola en la Delegación Provincial de la Agricultura, se trabaja fundamentalmente en la contratación de las producciones con los diferentes destinos en aras de dar total seguridad a los campesinos.
Dijo que en la actualidad la tarea principal es la preparación de tierras, y aunque el comienzo oficial de la siembra es en septiembre, ya en algunas zonas altas se riegan semilleros.
En relación con el paquete tecnológico apuntó que no existe disponibilidad de fertilizantes químicos tradicionales; sin embargo, emplean alternativas como la gallinaza, productos biológicos y microorganismos eficientes que ya están a disposición de los agricultores.
“Tenemos una situación compleja con los químicos y con el combustible, pero tratamos de, con lo poco que llega por diferentes vías, priorizar a los productores de semillas y a aquellos que en cada territorio tienen mayor impacto en el abastecimiento a la población y a la economía”, apuntó.
Refirió el funcionario que en cuanto a la semilla, a excepción de la cebolla, las restantes están garantizadas, y específicamente el sistema de la Agricultura Urbana cuenta con las simientes de lechuga, tomate, pimiento y otras hortalizas que resultan básicas para los meses de fin de año.
En el caso del arroz solo esperan llegar a 600 hectáreas debido a las dificultades con los pesticidas y el combustible, por lo que se realizó un trabajo con productores fuera de las áreas de la Empresa Agroindustrial de Granos Los Palacios y se lleva a cabo una siembra masiva en varios territorios para paliar la situación.
Igualmente, disponen de casas de cultivo rústicas y túneles de posturas que ante fuertes lluvias pueden usarse como semilleros de hortalizas que garantizarían las siembras.
“Tenemos mente positiva. Ante las limitaciones y los problemas debemos buscar alternativas, ser cautelosos y trabajar con inteligencia. Los campesinos están motivados, con deseos de hacer, ellos lo necesitan y el pueblo también”, concluyó.