Cuando Cuba transita por el quinto mes de la presencia de la Covid-19 y en la mayoría de las provincias vivíamos felizmente la tercera etapa de recuperación las alarmas vuelven a dispararse.
Brotes de la enfermedad han surgido en disímiles lugares, incluso ahora se expande por municipios, donde antes no habían existido.
Minas de Matahambre libre hasta entonces de la hostil enfermedad ya se anotó el primer caso positivo, un joven que cuenta los 30 años, mientras también se habla de otros sospechosos y más de 70 viviendas se encuentran en vigilancia epidemiológica en todo el municipio, según Osmany Rodríguez Camacho, director de Salud pública en el territorio.
Con ello se generó la activación del Consejo de Defensa en la zona donde surgió el caso con el consecuente despliegue de medidas que previenen posibles contagios y más de 90 las personas recluidas en centros de aislamiento.
El panorama internacional deja mucho que desear. El mundo ya ronda los 20 millones de casos positivos y alrededor de la mitad se generaron en la región de las Américas.
En medio de ello, la Mayor de las Antillas muestra los números más ínfimos, pero ante el acoso constante del bloqueo económico y financiero de Estados Unidos, realiza esfuerzos indecibles para evitar los contagios y hacerle llegar a todos por igual los productos imprescindibles para la supervivencia, pero todo no le corresponde al Gobierno.
Cada persona es responsable de cuidar de su propia salud, tomar sus propias medidas que dicho sea de paso, son más que promocionadas tanto por el doctor Francisco Durán, director nacional de higiene y epidemiología en su conferencia diaria como por los medios de comunicación masiva.
Esta enfermedad es digna de tenerla en cuenta máxime cuando es también de todos conocido que una vacuna en su contra dista todavía aún de los países más aventajados en ese campo.
Hace unos días durante una sesión del Consejo de Defensa La Sabana al norte de Minas de Matahambre, el mayor Yulierne Fuentes Otaño, delegado del Ministerio del Interior en Minas, reflexionó acerca de la necesidad de que la población comprenda el rol que nos corresponde en el enfrentamiento en esta lucha con una actitud consecuente a la situación y también la necesidad de hacer cumplir las medidas.
El momento requiere de responsabilidad, conciencia, amor por sí mismo y por los demás.
De nuestra actitud depende en gran medida evitar los contagios. ¡Salvémonos y salvemos a los demás!