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Seguir la historia: Aquel primero enero

Por Redacción Radio Minas
Efímera junta de gobierno reunida con el mayor general Eulogio Cantillo Porras. (Copiada de la revista Bohemia, 11 de enero de 1959).

Por: Pedro Abreu Mujica

Se conoce que Batista huyó cobardemente la madrugada del primero de enero de 1959. Dejó atrás, “embarcados”, como se dice en Cuba popularmente, a la mayoría de sus seguidores y cómplices. Grandes jefes militares, policiales y políticos, incluidos, por supuesto, los pinareños, ignoraban lo que el día y la nochevieja, se “cocinó” secretamente en   Kuquine y Columbia (1).

Tal vez la excepción, en nuestra provincia, fuera el coronel Evelio Miranda Rodríguez, (2) por su parentesco con la primera dama y el jefe de la Cabaña, general de brigada Roberto Fernández Miranda (3). En la madrugada del primero de enero hubo conversaciones entre el jefe del Regimiento y Columbia. Miranda Rodríguez pudo escapar, ese mismo día, en una avioneta; no he podido saber la hora y si fue o no desde el pequeño aeropuerto civil de Borrego, situado a la salida de la ciudad.

El connotado asesino, comandante Jacinto García Menocal (4), no tuvo similar suerte. Se enteró de la fuga de Batista a las 5 de la mañana, mediante una llamada que le hizo un amigo desde La Habana. Aunque se movió con rapidez, pereció en un enfrentamiento con soldados rebeldes, cuando trataba de abordar una avioneta de fumigación de la arrocera de Dayaniguas, ubicada entre Los Palacios y Consolación del Sur. La mayoría de los otros criminales de guerra fueron capturados y tuvieron que responder ante los tribunales de justicia en las semanas posteriores.

Cantillo, por su parte, y en cumplimiento de las indicaciones que le había dado Batista antes de huir, comenzó a llamar para formar una junta de gobierno. Los personajes escogidos fueron, entre otros:

Raúl de Cárdenas (5) y Gustavo Cuervo Rubio (6). Alberto Blanco Cantillo, Ricardo Núñez Portuondo (7) y Vicente Banet. La junta sería presidida por el magistrado más antiguo del Tribunal Supremo de Justicia, Carlos M. Piedra (8).

Cantillo anunció que se hacía cargo de la jefatura de las fuerzas armadas y designó a los jefes de operaciones del Ejército y de la Policía Nacional, cargos vacantes desde que sus titulares huyeron del país horas antes.

El Tribunal Supremo de Justicia se negó a tomar juramento al magistrado Piedra.

Fidel no contestó a las llamadas de Cantillo, fiel a su principio de solo dialogar con los militares para lograr la rendición total e incondicional de las tropas. Cantillo se proponía un alto al fuego que le permitiera consolidar el golpe militar dado a espaldas del pueblo.

En horas del mediodía el jefe de la prisión de Isla de Pinos. comandante Viera de la Rosa (9) voló a Columbia a entrevistarse con sus superiores en el Estado Mayor. Al regreso dijo a los militares encarcelados por conspiración y demás presos políticos, que Cantillo les aconsejaba “tener calma, cordura y evitar hacer locuras”.

Poco después el comandante Carlos Carrillo Ugartemendia instó a su superior, coronel García Cáceres, jefe de la División de Artillería “para que solucionara dicho problema”, es decir la excarcelación y traslado a esa fortaleza de Barquín (10) y otros militares presos, porque según dijo, “justamente se necesitaba la presencia de tales compañeros para resolver las pendencias que en estos momentos angustiaban a todos” (11). Cantillo, que no pudo conjurar la crisis llamó a Barquín.

Piloteando el propio Carrillo, salió un aparato para Isla de Pinos.  A las 8 de la noche estaba de regreso en Columbia con Barquín y otros más. Este se trasladó a la División de Infantería y empezó a hacer nombramientos con hombres de la conspiración de los “puros” de 1956:  en la jefatura de la División de Infantería (Borbonet) (12), de la fortaleza de La Cabaña (coronel Varela Castro), la Policía Nacional (comandante Vicente Ledón), aviación, marina y los 8 distritos militares, incluido el de Pinar del Río, al frente del cual designó al teniente coronel o coronel Cué. (13).

A las 9 de la noche Barquín se dirigió a las oficinas del Estado Mayor y sustituyó a Cantillo, asumiendo el mando de las fuerzas armadas.  El general desplazado se marchó a su casa, dentro de la propia ciudad militar, en calidad de detenido.

Fidel conoció la traición de Cantillo en la ciudad de Palma Soriano, liberada 4 días antes. Desde allí, por los micrófonos de Radio Rebelde, ordenó el ataque a la ciudad de Santiago de Cuba; llamó al pueblo a la Huelga General Revolucionaria y lo exhortó a no tomar la justicia por su mano, sino que esperara a que los sicarios de Batista fueran juzgados por los Tribunales Revolucionarios como criminales de guerra y ordenó a los jefes de los frentes guerrilleros continuar las operaciones y no negociar con el enemigo, excepto la rendición incondicional.

El jefe de la guarnición oriental, coronel Rego Rubido, (14) cumpliendo lo acordado con Fidel, en la reunión del Escandel (15), procedió a la rendición de la principal fortaleza armada del régimen en Oriente y no fue necesario, por consiguiente, que se efectuara el ataque rebelde. Raúl solo, con un ayudante, penetró en el cuartel Moncada, destruyó el retrato de Batista que colgaba de una de las paredes, le habló a los soldados y oficiales derrotados y asumió el mando de la provincia.

En la primera noche del nuevo año Fidel le habló al pueblo de Cuba desde el balcón del ayuntamiento de Santiago de Cuba.

La componenda de Columbia apenas duró un día. Después Camilo tomó esta fortaleza con su columna invasora y lo mismo hizo el Che con La Cabaña.

En Pinar del Río, el pueblo se lanzó a las calles tan pronto conoció la noticia, aquel lejano e inolvidable 1 de enero de 1959.

Notas:

  1. Kuquine mansión y finca privada de Fulgencio Batista y Zaldívar, que además tenía residencia en la Ciudad Militar de Columbia y en el Palacio Presidencial, el cual fue convertido en museo, después de los primeros 5-6 años de la Revolución.
  2. Evelio Miranda Rodríguez ascendió rápidamente después del golpe de Estado del 10 de marzo de 1952. En 1956 llegó a coronel y lo designaron jefe del sexto distrito militar (provincia de Pinar del Rio) o como también se le conocía, Regimiento Juan Rius Rivera.
  3. Roberto Fernández Miranda (La Habana, 1922-Miami, 2009).  Escaló en el escalafón castrense debido al nepotismo implantado por el régimen de Batista. Único hermano varón de Marta Fernández Miranda, la primera dama. Participa en el golpe de estado de Batista. De capitán retirado es reintegrado al servicio como coronel y Jefe de la Casa Militar del Presidente de la República, cargo que simultaneó con el de    Director General de Deportes, lo que le permitió los ingresos sucios derivados de las salas del juego en casinos y cabarets. En enero de 1958 fue ascendido a general de brigada y nombrado jefe de la guarnición de La Cabaña, fuerza táctica muy cercana al Palacio presidencial, que debía estar al mando de alguien de mucha confianza. Escapó junto con su cuñado. Autor del libro “Mis relaciones con el General Batista” (Miami, Ediciones Universal, año 2000).
  4. Comandante Jacinto G. Menocal, connotado asesino y torturador. Conocido como el Chacal de San Cristóbal, municipio del que fue jefe del Escuadrón No. 60 de la Guardia Rural. Él y sus subordinados llenaron páginas de horror en la provincia pinareña.
  5. Raúl de Cárdenas, Vicepresidente de la República de Cuba en el gobierno del Dr. Ramón Grau San Martín (1944-1948). Falleció en La Habana en 1979 a los 95 años de edad.
  6. Gustavo Cuervo Rubio. Médico. Vicepresidente de la Republica en uno de los gobiernos de Batista (1940-1944). Hermano del Dr. León Cuervo Rubio. Nació en Pinar del Río el 6 de diciembre de 1890 y murió en Miami el 3 de abril de 1978
  7. Ricardo Núñez Portuondo, médico cirujano. Candidato a la presidencia por la coalición de partidos de Batista, en las elecciones de 1944.
  8. Carlos Manuel Piedra Piedra. Abogado, magistrado del Tribunal Supremo de Justicia, Fue designado presidente de la Republica de forma espuria el 1 de enero de 1959, pero el Tribunal Supremo se negó a recibir su juramento, por lo que renunció horas después. Nació en La Habana en 1895 y falleció en esta ciudad el año 1988.
  9. Comandante Viera de la Rosa, jefe del Reclusorio Nacional de Isla de Pinos.
  10. Coronel Ramón M. Barquín López. Oficial de Academia. Representó a Cuba en la Junta Interamericana de Defensa, en Washington. Dirigió una conspiración contra Batista de elementos del Ejército no comprometidos con los crímenes de la dictadura. La conspiración llamada de los puros fue descubierta el 4 de abril de 1956. Los implicados sufrieron prisión en Isla de Pinos. Barquín sustituyó a Cantillo por unas horas como jefe de las Fuerzas Armadas. El Gobierno Revolucionario lo designó agregado militar en España y después se exilió en los Estados Unidos, donde se sumó a los planes contrarrevolucionarios. Falleció en San Juan, Puerto Rico, el 3 de marzo de 2008.
  11. Revista Bohemia, enero 18 de 1959, paginas 108, 109 y 114.
  12. El comandante Enrique Borbonet, era un verdadero revolucionario y patriota, al igual que el capitán José Ramón Fernández y oficiales del ejército del anterior régimen que conspiraron contra la dictadura.
    Borbonet fue viceministro del Ministerio de Educación. Fallecido.
    General de división José R. Fernández Alvarez, desempeñó los cargos de viceministro de las FAR, Ministro de Educación y Vicepresidente del Consejo de Ministros. Héroe de Playa Girón. Fallecido.
  13. El autor no cuenta aún con el nombre y apellidos completo ni otros datos de interés sobre el teniente o teniente coronel Cué, tras consultar diversas fuentes.
  14. Coronel José María Rego Rubido, en diciembre de 1958 era el jefe por sustitución reglamentaria del Distrito Militar No. 1 ó Regimiento Moncada, provincia de Oriente, radicado en la ciudad de Santiago de Cuba.
  15. En los días previos al triunfo de la Revolución Fidel Castro instaló la comandancia rebelde en El Escandel, serranías de Santiago de Cuba, donde se reunió con el coronel Rego Rubido, para pactar la rendición total del Cuartel Moncada.

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