Por: Pedro Abreu Mujica
El historial revolucionario de Carlos Ramón Lugo Rodríguez es conocido dentro y fuera de Pinar del Río. No había cumplido 15 años de edad cuando estuvo entre los organizadores y participantes de la primera manifestación y huelga estudiantil, el 10 de marzo de 1952, unas horas después del golpe de Estado de Fulgencio Batista.
En poco tiempo se convirtió en líder de la rebeldía juvenil. Se vinculó con la FEU. En compañía de Antonio Roig Suarez, quien presidió la Asociación de Alumnos del Instituto de Segunda Enseñanza de Pinar del Río, visitó La Habana y conversó con Fidel después de que este salió de la cárcel por los sucesos del Moncada. Formó parte de la fundación y dirigió el Directorio Revolucionario (DR) en la provincia. Fue uno de los iniciadores del Frente Guerrillero de la Cordillera de los Órganos y de la creación del Destacamento Ormani Arenado del DR, fuerza armada que operó en las montañas de Sumidero y Pica Pica, alcanzando los grados de comandante.
Lugo no solo compartió acciones insurreccionales con sus comprovincianos, también con relevantes revolucionarios de La Habana y otras provincias, entre ellos: José Antonio Echeverría, Camilo Cienfuegos, Fructuoso Rodríguez, Joe Westbrook, Juan Pedro Carbó Serviá, Jesús Suárez Gayol, Faure Chomón y Delio Gómez Ochoa.
El 3 de enero de 1959, tomada ya la provincia por las fuerzas revolucionarias, se trasladó para la Universidad de La Habana, al encuentro con sus compañeros del Directorio 13 de Marzo. Allí le encargaron dirigir la protección de la alta casa de estudios convertida temporalmente en el campamento de las fuerzas de esa organización que luchó en la Sierra del Escambray y la clandestinidad.
Es en aquellos primeros días del triunfo de la Revolución cuando Lugo conoce personalmente al Che:
“Mi primer encuentro con el Che fue en el campamento militar de Columbia, al que había ido con el comandante Tony Santiago a que nos devolvieran el camión con las armas procedentes de la Base Aérea de San Antonio de los Baños, el cual capturaron los milicianos del Movimiento 26 de Julio, en la carretera, durante su traslado a la Universidad. Y Camilo nos lo devolvió (1).
«Estando allí con Camilo, -que nos conocíamos bien desde la lucha contra Batista-, llegó el Che, y al pasar a mi lado para entrar en la oficina de Camilo, me quitó sin pedírmelo un tabaco que yo llevaba en el bolsillo de la camisa y me dijo que más adelante me lo repondría, lo que nunca hizo».
¿CÓMO, DÓNDE Y CUÁNDO CONOCIÓ A CAMILO?
«Como ya dije Camilo y yo nos conocimos bien desde la lucha contra Batista, de participar en marchas, manifestaciones y actos. El 7 de diciembre de 1955 resultamos heridos de bala los 2 juntos, en una manifestación de la FEU, al igual que otros 19 compañeros, entre ellos Juan Pedro Carbó Serviat y Enio Leyva. (2)
LIBERAR A NICARAGUA Y REPÍBLICA DOMINICANA
Lugo añade: El Che y Camilo se quedaron conversando y también nos quedamos presentes un compañero de Camilo, el comandante Tony Santiago y yo. Entonces el Che le preguntó a Camilo refiriéndose a mí ¿y este quién es? Camilo le contó nuestra relación personal.
«Allí en aquella oficina y en fecha tan temprana, Che y Camilo hablaron de ir a liberar a Nicaragua y a República Dominicana y de quien ganaría primero. Yo me ofrecí y le dije a Camilo que prefería irme con el Che, pues a Nicaragua la tenía entre ceja y ceja. Che aceptó y dijo que me tendría en cuenta”
Lugo, junto con el capitán Omelio Hernández (3) encabezó el grupo de cubanos internacionalistas de la columna Rigoberto López Pérez, integrada mayoritariamente por nicaragüenses y otros centroamericanos. Los expedicionarios tomaron diferentes rutas para coincidir en la localidad de El Chaparral, en Honduras, limítrofe con la frontera de Nicaragua, por donde se proponían entrar a ese país.
El presidente hondureño Rafael Villeda Morales había dado su palabra de que los combatientes antisomocistas podrían moverse con libertad en el territorio de su país, porque el ejército no los atacaría. El 24 de junio de 1959, al contrario de lo pactado con el mandatario, los militares hondureños se movilizaron en operación de exterminio antes que los guerrilleros atravesaran la frontera y se internasen en la martirizada Nicaragua. Lo hicieron de conjunto con la Guardia Nacional del dictador Anastasio Somoza y siguiendo las órdenes de Washington. Cayeron 9 nicaragüenses y 2 cubanos y hubo 15 heridos, entre ellos Carlos Fonseca Amador, en aquel momento presidente de la FEU de la Universidad de León en Nicaragua. (4)
¿CÓMO PUDO USTED REGRESAR A CUBA?
«En Honduras los prisioneros estábamos encarcelados en el Batallón Número 1 y hasta allí fue el presidente Villeda Morales y se entrevistó con Rafael Somarriba (5), de lo que me enteré después, pues yo estaba aislado e incomunicado por haberme hecho el responsable al mando del destacamento Guerrillero, con el nombre de Carlos Fornell , puertorriqueño. Por lo que no sabía de las negociaciones con el gobierno, ni del estado de los demás compañeros. Cuando en la tarde-noche me llevan a verlos, Somarriba solo me dice: -Báñate, que tienes mal olor-. «Seguramente olía a demonio. Yo solo recibía una ración de comida y agua, y nada para el aseo y la higiene. En ese momento asumí por decisión de Somarriba, todo lo relacionado con el retorno a Cuba».
Entre los cubanos que integraron este grupo internacionalista, se encontraba otro revolucionario pinareño, combatiente de la sierra y el llano, Justo Luis Rodríguez Cardentey (El Catey).
«Los sobrevivientes salimos de Tegucigalpa para La Habana en un vuelo de la Fuerza Aérea hondureña y los heridos quedaron en aquel país. Todas las gestiones las hicieron con el presidente Villeda Morales, yo no sabía nada, estaba preso e incomunicado hasta ese día del regreso.
Cuando arribamos al aeropuerto de Rancho Boyeros recibí instrucciones del comandante Raúl Castro de llevar el avión para el aeropuerto militar de Ciudad Libertad. Finalmente, a todos nos hospedaron en un hotel del Parque Central».
APOYO DEL CHE
Este destacamento guerrillero recibió el apoyo del Che, que pensaba incorporarse al mismo más tarde.
En la historia de Nicaragua, la guerrilla de El Chaparral es un hito relevante.
Carlos Lugo, con 86 años de edad, recuerda con honor y orgullo haber cumplido esa misión dada por el Che y su incorporación al Frente Sandinista de Liberación Nacional.
Notas:
- El camión de regreso lo manejó otro pinareño miembro del Directorio Revolucionario 13 de Marzo, el compañero José Manuel Piney Betancourt (Pepe), fallecido en la ciudad de Pinar del Río, el 17 de marzo del presente año.
- General de Brigada (r) del MININT.
- Omelio Hernández martir de El Chaparral, capitán de la columna invasora no. 8 Ciro Redondo, Periódico “El Invasor”, junio 24 de 2019
- Diario “Barricada”, junio 24 de 2019
- Rafael Somarriba, nicaragüense, jefe de la guerrilla de El Chaparral.