Inicio De InterésPinar del Río Seguir la historia: En el Guanacabibes del Che (II y última parte)

Seguir la historia: En el Guanacabibes del Che (II y última parte)

Por Redacción Radio Minas

Por: Pedro Abreu Mujica

Continuamos esta entrevista con Andrés Peraza Dib, que estuvo sancionado en Guanahabibes, durante 6 meses y después se quedó voluntariamente 3 meses más.

Andrés que opinión tú tienes del sistema de sanciones que imponía el Che en el Ministerio de Industrias.

Muy justa y era del convencimiento de los compañeros cuando llegaban a allí. Si yo metí la pata, merezco estar aquí y estar ahí contento con un fusil y hacíamos guardia en lugares que les decían Patria o Muerte, porque para hacer las necesidades fisiológicas en el monte había que hacer una fogata porque los mosquitos te comían. Y estábamos contentos, y comíamos y nos bañábamos en la playa, hacíamos deportes, siempre con la esperanza que íbamos a superar el error que habíamos cometido.

¿Y la disciplina?

Me acuerdo que era una disciplina totalmente militar. Sentarse en el comedor como si fuera una unidad militar. A la hora de hacer la guardia, a la hora de limpiar el fusil, a la hora de desayunar, a la hora del de pie, los ejercicios. Todo como en una unidad militar.

¿Había allí compañeros que ocupaban altos cargos como directores de empresas?

Allí había compañeros que ocupaban altos cargos, aunque estuvieran sancionados. Estaba, por citar un compañero, el capitán del barco de la marina mercante que hizo la primera travesía Cuba-Unión Soviética, el capitán Mendoza, que vivía en los altos del restaurante Pekín en 23 y 12, en el Vedado. Yo iba a su casa a buscar cosas para traérselas para Guanahacabibes. Ese capitán operaba el barco que el Che asignó para abastecernos de pescado fresco.

Esas sanciones que imponía el Ministerio de Industrias ¿te impidió después ocupar cargos de dirección?

No, que va, al contrario. Ahí se cogía experiencia. Por ejemplo, el militar cuando se iba mantenía su grado y se incorporaba a su compañía, regimiento, unidad. Yo salí para administrador de la Unidad de Pinar del Río y a los 6 meses era el Coordinador Provincial de la Empresa de Recuperación de Materias Primas. Es decir que no me impidió en nada, hasta cuando me propusieron para militar en el Partido se me reconoció la labor que había hecho en Uvero Quemado.

¿Qué otros cargos tuviste después de Coordinador Provincial de Materias Primas?

Fui administrador de la Fábrica de Refrescos La Jupiña, administrador de la industria cárnica Venegas, presidente del Poder Local (Poder Popular) de San Juan y Martínez, director de Servicios Comunales de la región de Pinar del Río, coordinador regional de los CDR, subdirector y director de la Empresa de Muebles de Madera y a la vez era el secretario del núcleo del Partido, porque existía la dualidad político-administrativa. De esa empresa se me solicitó para la pesca, fui subdirector provincial de Acuicultura. Y sembramos alevines en las distintas presas e hicimos la Estación de Alevinaje en Los Palacios. En esa época el Partido me proponía asumir responsabilidades en lugares donde había problemas y cuando se resolvían me movía otra vez para otro cargo.


Cuando saliste de Guanahacabibes eras joven. ¿Qué edad tenías?

19 años.

¿Aquella experiencia te sirvió para algo en la vida?

Fíjate si me sirvió, que después de eso no tuve ninguna falla de indisciplina administrativa, como es lógico, dirigente al fin, cometí errores, pero sabía resolverlos, no repercutían.

En el periodo posterior a Guanahacabibes, además del nombramiento en cargos administrativos, de los méritos que te ganaste en la guerra y en los primeros años de la Revolución ¿recibiste algún reconocimiento por tu trabajo?

En el año 63 fui miembro del Batallón Rojo de Trabajo Voluntario del Ministerio de Industrias, ahí está el diploma firmado por el Che y Lázaro Peña, pero aparte de todo esto que estamos hablando, ya yo como capataz de la carretera Santa Lucía San Cayetano, organicé las milicias en esa zona, fui jefe de tropas ahí en esa zona y estuve 3 años en las montañas detrás de los alzados, ahí alcancé mis grados de capitán de la reserva.

Cuando fuiste sancionado tenías 19 años hoy tienes 81 años de edad. ¿Hoy, 61 años después, cómo recuerdas al Che?

Recuerdo al Che como lo que fue: un verdadero comunista que quería la libertad no solo para Cuba sino para todos los países del mundo y lo demostró. Recuerdo lo humano que era, lo sencillo que era, que hablaba con cualquier persona por humilde que fuera. Yo sentía y siento una gran admiración por Ernesto Guevara de La Serna, el Che. Y ahí tengo su Diario en Bolivia que no me canso de leerlo.

Además de su permanencia en Oriente cuando la guerra, además de haber tomado Santa Clara y la mayoría de los municipios de Las Villas, después del triunfo de la Revolución, el Che tuvo un vínculo muy grande con Pinar del Río. ¿Qué recuerdas de aquella época?

En esa época al Che lo nombran jefe de la provincia de Pinar del Río, en tiempo de guerra. En la Crisis de Octubre, yo pertenezco al Batallón 6 subordinado a La División de las Minas de Matahambre, donde era jefe el capitán Alberto Fernández Montes de Oca, el héroe que cayó con el Che. Yo no tenía contacto directo con el Che, para eso existía el escalón de mando, pero sabía que las órdenes, era él quien las daba. Con mi compañía me tocó defender la Playa Pajarito, Verraco y Estero Montañés. Cavamos las trincheras, sufrimos los temporales, pasamos trabajos, pero estuvimos firmes hasta que se decidió la desmovilización, cuando había terminado la Crisis de Octubre.

¿Cómo puedes valorar, finalmente, tu sanción en Guanahacabibes?

Es un orgullo para mí que un error administrativo que cometí a principios de la Revolución, haya sido analizado profundamente por una personalidad como Ernesto Che Guevara, lo que me serviría para no cometerlo de nuevo jamás.

NOTAS:

  1. ANGEL ARCOS BERGNES, Evocando al Che, pág. 249.
  2. José Manuel Manresa fue el secretario personal del Che durante la época en que este ocupo el cargo del Jefe del Departamento de Industrialización del INRA, Presidente del Banco Nacional de Cuba y Ministros de Industrias. En BORREGO DIAZ, ORLANDO. Che, recuerdos en ráfaga, pág. 45.
  3. Fusil M1 que lleva el nombre de su diseñador¬ canadiense-estadunidense, John Garand.
  4. Bárbaro Camejo, capitán del Ejército Rebelde, director del Centro.
  5. Tatra, marca de camiones de gran porte procedentes de la entonces República Socialista de Checoeslovaquia.

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