Inicio De InterésPinar del Río Seguir la historia: En el Guanahacabibes del Che (I)

Seguir la historia: En el Guanahacabibes del Che (I)

Por Redacción Radio Minas

Por: Pedro Abreu Mujica

La península de Guanahacabibes está en el extremo occidental de Cuba, es la ruta preferida para la salida de los ciclones que azotan al país. En los años 1960 era un lugar inhóspito, de caseríos aislados, los accesos por terraplenes sobre el diente de perro, abundantes bosques, palmeras, ganado cimarrón, torcazas, cotorras, puercos y perros jíbaros, moquitos y jejenes (1). Los pocos habitantes eran leñadores, carboneros, apicultores y sus familias.

En 1962 se estableció el Centro de Rehabilitación de Uvero Quemado, nombre del punto geográfico exacto en que se encontraba, a donde se enviaban a los dirigentes y funcionarios del Ministerio de Industrias que habían cometido faltas que no constituían delito. El Che solía llamarlo Centro de Autoeducación. Eran sanciones administrativas dictadas por comisiones disciplinarias creadas al efecto y que debían ser o no aceptadas voluntariamente por los sancionados; los que las cumplían se reintegraban al cargo que desempeñaban anteriormente o a otros de similar jerarquía.

Un amigo mío, mi hermano de lucha, Andrés Peraza Dib, jefe de una célula de acción del Movimiento 26 de Julio en clandestinidad contra Batista en la ciudad de Pinar de Rio, ocupó ese mismo año de 1962, el cargo de director de la Empresa de Recuperación de Materias Primas en la región de San Cristóbal, que cuando aquello se conocía como la PR 2 e incluía además los municipios de Los Palacios y Candelaria.

Hoy Andrés, después de 61 años, recuerda con honor y orgullo haber trabajado en esa Empresa, haber sido sancionado por errores administrativos y haber sido posteriormente reconocido y premiado por los resultados de su trabajo.

Yo quisiera en primer lugar, Andrés, que me explicaras brevemente la causa de la sanción.

Es muy sencilla la explicación que te voy a dar. Se iniciaba la Empresa de Recuperación de Materias Primas. Yo voy como su director para la Región de San Cristóbal. Había que organizarla rápidamente en los 3 municipios y surgieron numerosos problemas en ese camino prácticamente desconocido.

Se hace una auditoría y se detecta que había cometido violación de normas financieras, un error administrativo. El informe llego a la oficina del Che y el compañero Manresa (2) el jefe de despacho, me manda a buscar a La Habana y me dice “Peraza el comandante indicó que vas para Guanahacabibes 6 meses por el error que cometiste o la Revolución pierde la confianza en ti”. Yo inmediatamente respondí “voy para Guanahacabibes” y así fue.

Háblame de tu permanencia en Uvero Quemado o como le decíamos los pinareños, en Guanahacabibes.

Fui para Uvero Quemado, centro que por iniciativa del comandante Ernesto Che Guevara se creó precisamente para eso, para los compañeros revolucionarios que cometíamos errores administrativos que no llegaban a ser delitos comunes, que no éramos bandidos, que procedíamos del Ministerio de Industrias y de las FAR y otros organismos. Cuando llego a Guanahacabibes la primera actividad que me dan es hacer carbón vegetal, ya que había necesidad en La Habana y había que hacer mucho carbón para mandar para allá. Y así fue. Me pusieron en una brigada, a los 15 días yo era el jefe de la misma. Tenía 17 hombres bajo mis órdenes haciendo carbón día y noche. Cada uno tenía su fusil garand (3) porque allí se hacía guardia como en una unidad militar, había también una ametralladora por si el imperialismo decidía desembarcar algo por allá. Nosotros protegíamos esa zona, junto con los compañeros que hacían guardia en El Faro María La Gorda, que su jefe era el cabo Silvio Lugo, residente en Las Martinas, hoy teniente coronel de las FAR (jubilado).

¿Trabajaste todo el tiempo haciendo carbón?

No. Al cabo del tiempo se fue el chofer del camión que ya había cumplido su sanción. Y el director Bárbaro Camejo (4), tremenda persona, muy humano y muy revolucionario me manda a buscar. Me dice, “Peraza tú te has destacado mucho ¿tú tienes licencia de conducción?” Le digo, sí Bárbaro, yo tengo licencia de primera. “Para que manejes el Tatra (5) porque el chofer se va”. Inmediatamente me hice chofer del Tatra. Hice viajes Guanahacabies- Habana y a muchos lugares. Ahí recogía las cartas de los muchachos, les llevaba comida y mensajes de la familia. Bueno así transcurrió un tiempo y en ese tiempo va el comandante Álvaro Prendes para Guanahacabibes y lo mandan a trabajar conmigo de ayudante del camión. Demostró que había asimilado el error cometido. El Che asignó un barco sigma para el suministro de pescado para nosotros y cogíamos vacas jibaras, cazábamos iguanas, comíamos sigua y majá frito, muy sabroso, por cierto. Así transcurrieron 6 meses. Allí había compañeros civiles, pero también había militares, dirigentes del Partido y administrativos.

A los 6 meses cuando ya había cumplido mi sanción, el compañero Bárbaro Camejo me llama y me plantea que había necesidad y me pidió que yo siguiera manejando porque no había sustituto y me quedé 3 meses más voluntario, aparte de los 6 meses del castigo, para un total de 9 meses. Ahí hice todo lo que podía hacer y reconocí el error que yo había cometido, que no era un error grave, pero que en aquel momento sí lo era porque la indisciplina financiera debe ser sancionada ayer, hoy y siempre y esa experiencia la tomé yo allí y me sirvió para las distintas actividades que posteriormente se me asignaron dentro del proceso revolucionario.

(CONTINUARÁ)

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