Por: Pedro Abreu Mujica
Desde el mismo momento del triunfo de la Revolución cubana, Fidel se empeñó en forjar la unidad de las fuerzas revolucionarias que habían combatido contra la tiranía de Batista. La unidad era imprescindible para mantener y sostener la victoria. Lo acompañaban en la idea y el esfuerzo unitario los principales dirigentes del país, en primer lugar, Raúl y el Che.
A mediados del año 1961 se había dado un paso trascendental en este camino: El Movimiento 26 de Julio, Directorio Revolucionario 13 de Mazo y Partido Socialista Popular habían acordado agruparse en las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI), embrión del Partido Unido de la Revolución Socialista.
Pocos meses después el peligro de la división se hizo presente. El 26 de marzo de 1962, Fidel cumplió el deber de informar a la población que una corriente sectaria había surgido en el seno de las ORI (1) y que amenazaba con quebrar la unidad lograda.
Comenzó sus palabras con una cita de Lenin: La seriedad de un partido revolucionario se mide por su actitud ante sus propios errores.
Señaló como responsable fundamental de aquella tendencia a Aníbal Escalante Dellundé, cuadro procedente del antiguo Partido Socialista Popular (PSP), partido marxista existente desde antes de la Revolución, que ocupaba el cargo de secretario de organización de la Dirección Nacional de las ORI.
Aníbal Escalante y sus seguidores, movidos por ambiciones personales, empezaron a copar todos los puestos y funciones claves con militantes procedentes del PSP, y cuando éstos no alcanzaban ponían a oportunistas y arribistas de última hora. Esta situación negativa se extendió a los organismos de la administración púbica, organizaciones de masas y otros sectores de la vida del país. Fidel aclaró aquella noche, muy justamente, que no todos los dirigentes que habían pertenecido al PSP eran sectarios.
A partir de aquella memorable denuncia y crítica se restructuró la Dirección Nacional de las ORI y con ese fin se efectuaron asambleas de análisis en las provincias. Nuestro entrevistado Paulino Álvarez Ortega, en aquel tiempo delegado del Ministerio de Industrias en Camagüey asistió a dos de esas asambleas, las de esa provincia y la de Pinar del Rio.
Entrevista (II parte)
PEDRO ABREU MUJICA (PAM): ¿Qué recuerdas de las asambleas y en general de aquel proceso de erradicación de la tendencia sectaria?
PAULINO ALVAREZ ORTEGA (PAO): La reunión de análisis de Camagüey, se hizo en la propia capital de la provincia y la presidió una comisión de la Dirección Nacional integrada por Raúl Castro Ruz, Osvaldo Dorticós Torrado y Blas Roca Calderío. En el transcurso de la misma solicitaron a los asistentes que expusiéramos ejemplos de casos de sectarismo.
Cuando solicité la palabra y me presenté como Paulino Álvarez, el presidente Dorticós dijo: “Álvarez Ortega”. Aquello me sorprendió. Entonces Raúl me preguntó: “¿tú eres de la gente del Ministerio de Industrias, del Che?”, y yo le respondí que sí. Raúl dijo: “Sé lo que vas a decir y tienes razón, pero yo no quiero que lo digas aquí”. Yo estuve de acuerdo. Pensé que sabían lo que había ocurrido en Sulfometales (2) y otros asuntos relacionados con Pinar del Río y comprendí que aquel no era el marco para el planteamiento que yo iba a hacer.
Días después me llamó Emilio Aragonés (3) para que me presentara en su oficina de la Dirección Nacional de las ORI, para donde también citó al compañero Basilio Rodríguez, que había sido dirigente del Movimiento 26 de Julio en la provincia de Matanzas. Aragonés nos informó que la reunión de análisis de la provincia de Pinar del Río se iba a hacer en La Habana y la propuesta de designarnos a Basilio como secretario general, y a mí, secretario de organización de las ORI (4) provincial de Pinar del Río. Después me enteré que el Che fue quien me propuso.
La reunión de análisis de Pinar del Río se efectuó en un salón de la Dirección Nacional de las ORI, (5). Además de Fidel estaban presentes Raúl, el Che, Dorticós, Blas Roca (6), Aragonés, César Escalante (7) y otros compañeros.
PAM: ¿Qué se acordó en aquella reunión?
PAO: En las conclusiones Fidel informó la decisión de disolver el Comité Provincial de las ORI, los comités municipales y los organismos de base que se llamaban Núcleos Revolucionarios Activos y dar la tarea a Basilio Rodríguez y a Paulino Álvarez de construir el Partido desde la provincia hasta las organizaciones de base.
Terminé mi corta etapa de trabajo en Camagüey en 1962 y ese mismo año regresé a Pinar del Río.
PAM ¿Puedes relacionar algunas tareas realizadas?
PAO: Constituimos un nuevo Buró Provincial y los 16 buroes municipales en sustitución de los comités provincial y municipales; se crearon las comisiones de construcción del Partido con alumnos seleccionados de la Escuela Provincial de Instrucción Revolucionaria “Orlando Nodarse” y se capacitaron. Iniciamos el proceso de construcción del Partido en la base, con el método orientado por Fidel de consulta a las masas, mediante las asambleas de elección de los obreros ejemplares, que era la cantera para seleccionar, entre los mejores, a los militantes del Partido.
PAM: ¿Sin responsabilidades directas en el Ministerio de Industrias pierdes el vínculo con el Che?
PAO. No. El Che estaba muy vinculado con Pinar del Río. En esta nueva responsabilidad de carácter política, continuaron mis relaciones con el Che, que fueron muy buenas. Cuando visitaba la provincia, que era muy frecuente, le decía a Basilio “yo sé el trabajo que tienen los secretarios generales provinciales, designa a Paulino para que esté conmigo en el recorrido”. Una de las visitas fue a las Minas de Matahambre, a la constitución del Núcleo del Partido y ese día bajamos a las profundidades de la mina.
PAM: ¿Cuándo eso ya Minas de Matahambre era Municipio?
PAO: No, todavía no era municipio. Era una asamblea para la constitución del organismo de base del Partido a nivel de aquel centro de trabajo, que tenía mucha importancia para la provincia. Además, como Minas de Matahambre estaba muy ligada con Sulfometales, donde había habido problemas con el sectarismo, Basilio quería que el Che estuviera e hiciera las conclusiones, para que esclareciera una cantidad de problemas que habían ocurrido. Me comprometí a invitarlo.
Cuando se lo dije me contestó que si yo no entendía lo que era el centralismo democrático. Que él podía comprometerse a que yo fuera a una actividad y tenía que ir, pero que yo no podía comprometerme a que él fuera a un lugar un día determinado, que yo no sabía ni qué plan de trabajo él tenía. Yo le di disculpas, le dije que era verdad y entonces me preguntó “¿ya aprendiste?” y le contesté: “Sí, ya aprendí”, y entonces él me dijo “si ya aprendiste, yo no te voy a hacer quedar mal”.
PAM: ¿Y cómo fue esa asamblea?
PAO: El Che llegó a punto de comenzar. Le pidió a Basilio que me liberara de estar en la asamblea para que lo acompañara, que iba a bajar a la mina, hasta lo más profundo, para ver lo que hacían los trabajadores. También le orientó a Basilio que tomara nota de lo más interesante de los planteamientos, para que le sirviera en las conclusiones.
Cuando estábamos en lo más bajo de la mina, en el nivel 42, un compañero minero que nos acompañó, el pobre no conocía al Che, le dijo “vamos a subir. Ya no hay quien aguante más tiempo aquí. Ya, Comandante, usted no aguanta más”. Y el Che le respondió: “Yo tengo la responsabilidad de concluir una asamblea, voy ahora a cumplirla. Pero si usted quiere, cuando termine la asamblea yo vengo para acá y bajamos usted y yo hasta este lugar y vamos a ver quién se raja primero, porque yo voy a estar hasta el último momento y usted no”. El hombre se disculpó, reconoció que había fallado que “él no se lo había dicho por sus condiciones físicas, sino por las malas condiciones reinantes en ese lugar y el trabajo que ellos pasaban allí”. Entonces el Che le puso el brazo por encima del hombro y le dijo fraternalmente: “Está bien, sigan trabajando que yo voy a concluir la asamblea”. El Che no iba a discutir con un minero, ya que no abusaba de su cargo para humillar a nadie.
PAM: ¿Algo que recuerdes de las palabras dichas por el Che ese día?
PAO: En las conclusiones el Che planteó algo que no se me ha olvidado nunca y que lo practiqué durante toda mi vida, que era la necesidad clara de proteger a los dirigentes porque el enemigo podía asesinarlos, pero que esa protección no podía convertirse en un privilegio tal que ese dirigente tuviera un nivel de vida alto mientras la población no lo tenía y que redundaría seguramente en perder la vida política, entonces tendría la muerte política que era peor que la muerte física para un dirigente de la Revolución.
Hubo muchos ejemplos del Che que sirvieron en mi trabajo de dirigente. En una ocasión cuando Girón los compañeros de las ORI le llevaron una caja de tabacos. El Che les dijo “yo estoy muy satisfecho que ustedes se hayan preocupado por todos los hombres que aquí están movilizados para que al menos de vez en cuando se fumen un tabaquito”. Uno de los compañeros le respondió que los tabacos eran para él y el Che le contestó que eso era una chicharronería y que él no se quedaba con una caja de tabacos, mientras los trabajadores y los milicianos no pudieran fumar. Fueron ejemplos de la actividad que él desarrollaba y del criterio que tenía del sacrificio y de dar el ejemplo revolucionario. (Continuará)
Notas:
- Comparecencia de Fidel Castro Ruz, por cadena nacional de radio y televisión.
- Reunión presidida por el Che, el 21 de octubre de 1961, en Santa Lucía, el mismo día de la inauguración de la planta de sulfometales Patricio Lumumba.
- El capitán Emilio Aragonés Navarro que había sido Coordinador Nacional del Movimiento 26 de Julio, sustituyó a Aníbal Escalante Dellundé en el cargo de secretario de organización de la Dirección Nacional de las ORI.
- Las ORI se transformaron en el Partido Unido de la Revolución Socialista Cubana y posteriormente, el 3 de octubre de 1965, cambió el nombre por Partido Comunista de Cuba (PCC).
- Edificio del antiguo periódico Diario de la Marina, en Prado y Teniente Rey, La Habana.
- Blas Roca Calderío, fue secretario general del Partido Socialista Popular. Miembro del Secretariado de las ORI y director del periódico Hoy.
- César Escalante Dellundé, miembro de la Dirección Nacional de las ORI y responsable nacional de su Comisión de Orientación Revolucionaria (COR)