Inicio De InterésPinar del Río Seguir la historia: Reunión con el Che en Santa Lucía

Seguir la historia: Reunión con el Che en Santa Lucía

Por Redacción Radio Minas

Por: Pedro Abreu Mujica

Con esta entrevista al compañero Paulino Álvarez Ortega, que publicaremos en 3 partes, finalizará el ciclo de Seguir la historia iniciado el pasado 12 de octubre, en homenaje al 55 aniversario de la caída del Che en combate y al 61 de su responsabilidad como jefe militar de la provincia de Pinar del Río durante la Crisis de Octubre.

Nuestro entrevistado nació el año de 1939 en el municipio de Los Palacios y pronto fue a vivir con su familia para Artemisa. Muy joven se incorporó al trabajo como dependiente de la farmacia¬ “San Marcos”. Dirigió la Sección Obrera del Movimiento 26 de Julio en el ramo de la salud municipal durante la lucha contra la tiranía de Batista y este sindicato después del triunfo de la Revolución.

Entre 1960 y 1965 cumplió importantes tareas en la provincia de Pinar del Río: jefe del Departamento de Industrialización del INRA, delegado provincial del Ministerio de Industrias (cargo que también ocupó unos meses en Camagüey), secretario de Organización del PURSC (1) y primer secretario del PCC provincial.

Posteriormente dirigió el Partido en Cienfuegos, fue vicepresidente del Instituto Nacional de la Pesca, director de la Empresa Eléctrica de la provincia de La Habana y otros frentes en el desaparecido Ministerio de la Industria Básica. Se graduó de Técnico Medio en Energía Eléctrica en curso para trabajadores y de Licenciado en Economía. En la actualidad está jubilado.

Entrevista (I parte)

PEDRO ABREU MUJICA (PAM): Uno de los pinareños de mayores vínculos personales con el Che fuiste tú, primero por tu trabajo en el sector industrial y después en la dirección del Partido. ¿Qué recuerdas de aquellos tiempos?

PAULINO ÁLVAREZ ORTEGA (PAO). Yo empecé a trabajar, en el año 1960, en el Departamento de Industrialización del INRA, con oficinas en el edificio del Micons, que es donde está ahora el Partido. (2). Cuando se creó el Ministerio de Industrias, en 1961 (3), nos mudamos para una casa en la calle Real (Martí) cerca del hotel Globo.

En el Ministerio de Industrias, comencé a trabajar con el Che que fue el que me formo con su ejemplo revolucionario, con su forma de enfrentar los problemas, de dirigir las reuniones y atender los disímiles asuntos de aquellos tiempos. El Che trató de inculcar a los cuadros de dirección el mismo espíritu de sacrificio, de abnegación que él supo dar con su vida.

En 1961 se produce la primera visita del Che a Pinar del Río como ministro de Industrias. Había hecho visitas y recorridos anteriores en su carácter de dirigente político y jefe militar en tiempo de guerra, misión que tenía desde meses antes del desembarco de Playa Girón.

Aquella visita tenía por objetivo participar en el acto de inauguración de la planta de Sulfometales (4), y para ese mismo día, citó una reunión (5) con un reducido número de participantes para analizar los “problemas” que se planteaban acerca de esa industria, en particular de su inversionista principal, el compañero capitán Alberto Fernández Montes de Oca, por parte de la dirección de las ORI de la provincia y el municipio,

En aquella época yo era además miembro del Buró Provincial de las ORI (6). Cuando me dijeron que estaba citado consideré que debía ir a ver, y así lo hice la noche anterior, al secretario general de las ORI en la provincia para preguntarle qué se iba a plantear en esa reunión, pues la creía muy importante porque en la misma estaría presente el Che.

La respuesta del secretario fue muy escueta: “Ahí se va a plantear la verdad”. Me di cuenta que no me quería decir nada. Por eso le dije muy concretamente: “yo también voy a decir la verdad en esa reunión” y de inmediato me retiré de su oficina. Fue una conversación muy breve. En realidad, eran dos verdades distintas, la que decían ellos tener como dirección provincial y municipal de las ORI y la que tenía la Delegación Provincial del Ministerio de Industrias.

Desde que empezó la reunión se hicieron intervenciones en contra del compañero capitán del Ejército Rebelde y director de Sulfometales. Plantearon muchos problemas, todos falsos y de carácter subjetivo, lo que evidenciaba el alto grado que el sectarismo había alcanzado en nuestra provincia y el marcado interés en quitarlo de la jefatura de esa industria (7).

El estilo del Che en las reuniones era no expresar sus criterios hasta tanto no haber escuchado a los demás participantes, a los que dejaba hablar primero y los escuchaba pacientemente. Y empezó a escuchar a los que iban interviniendo, que eran dirigentes provinciales y municipales de las ORI cuyos nombres no mencionaré, los cuales se referían a “los muchos problemas en contra del compañero Alberto”.

La reunión fue un verdadero desastre. El colmo fue cuando el compañero que dirigía las ORI en el municipio de Pinar del Río (8), cometió el grave error de decir que el “no sabía cómo un hombre, como Alberto, había llegado a capitán, que seguramente alguien le había regalado esos grados” (9).

Es ahí, en ese momento, que le solicito al Che que me permita hablar. Me presento como delegado Provincial del Ministerio de Industrias. Me contestó: “Usted también tendrá que dar sus criterios, pero lo hará más adelante, cuando yo le dé la palabra”. Y tuve que esperar a que otros más hablaran.

Me concedió el turno casi al término de la reunión. Desmentí y refuté las cosas inciertas que se habían planteado contra el director de Sulfometales. Expliqué todo el trabajo que había hecho y dije además que me asombraba el poco conocimiento que tenían los que habían hablado, aunque eran los dirigentes políticos, del trabajo realizado por el director y que si hoy se iba a inaugurar esa industria era el resultado, en primer lugar, del trabajo que él había desarrollado durante largos meses. Añadí que, en mi criterio, era uno de los mejores directores de la provincia y que para no ser absoluto no decía que era el mejor de todos.

Entonces el Che me interrumpe y me pregunta “¿a quién usted propone para el cargo de director de esta industria? “y le contesto: En mi carácter de delegado Provincial del organismo, propongo que se ratifique como director a quien ha venido haciéndolo hasta ahora muy bien, el compañero capitán Alberto Fernández Montes de Oca.

En las conclusiones, el Che ratificó como director al capitán Alberto Fernández Montes de Oca. Después dijo: “Los grados de capitán, Alberto Fernández los alcanzó en mi columna, ya que venía de teniente y se ganó el ascenso a capitán durante la batalla de Santa Clara, donde un grupo de esbirros masferreristas franco tiradores (10) le disparaban al pueblo desde los altos del Hotel Santa Clara, el edificio más alto o uno de los más altos de la ciudad. Fernández me propuso que subiría con una ametralladora por la escalera y así lo hizo y los bajó a todos rendidos con las manos en la cabeza”.

Seguidamente, dirigiéndose al secretario general de las ORI municipal que había hecho la pregunta expresó: “Y usted no lo sabe, porque usted no estaba en la Batalla de Santa Clara y si hubiera estado yo dudo que usted tuviera el valor de subir una escalera con un pequeño número de hombres para hacer lo que hizo Alberto”.

Después afirmó: “Si la Revolución un día quisiera hacer mi historia, podrá decir que fui un extremista porque no les di los grados a compañeros que con su valor se los habían ganado, pero jamás nadie podrá decir que regalé un grado a una persona que no lo mereciera”.

Cuando finalizó la reunión fuimos para el acto inaugural de la fábrica. En el camino uno de aquellos compañeros de las ORI se me acercó y me dijo bajito: “Hay peste a cadáveres en Pinar del Río”; quiso decir a cadáveres políticos. Me estaba amenazando por lo que yo había dicho en la reunión. Al día siguiente se lo informé telefónicamente a Borrego, que era el segundo del Ministerio de Industrias (11). Borrego se lo informó al Che que le comentó que era verdad, “que había olor a cadáveres políticos en Pinar del Río, pero que no me preocupara que no era mi cadáver.”

Dos meses después me trasladaron para Camagüey con el mismo cargo. Parece que el Che lo hizo para protegerme de represalias políticas por parte del sectarismo que existía en aquella época en Pinar del Río. (Continuará).

Notas:
1- PURSC, Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba, el 3 de octubre de 1965 cambió el nombre por Partido Comunista de Cuba (PCC).

2- Tercer piso del Distrito del Ministerio de Obras Públicas, más tarde Ministerio de la Construcción (Micons). Calle Cabada esquina a Virtudes. En este edificio está desde los últimos años el Comité Provincial del PCC.

3- En junio de 1959 se creó el INRA, Instituto Nacional de Reforma Agraria con la función fundamental de ejecutar la política económica y social de la reforma agraria. Su presidente era Fidel Castro Ruz. Dentro de su estructura surgió, 3 meses después, el Departamento de Industrialización dirigido por el Che, aunque el nombramiento oficial se hizo el 8 de octubre de 1959. El Che fue designado presidente del Banco Nacional el 26 de noviembre de 1959. La dirección del Departamento de Industrialización del INRA la asumió Orlando Borrego Díaz, hasta aquel momento jefe de Administración Interna de la propia dependencia. El 11 de febrero de 1961 se creó el Ministerio de Industrias y se designó a Ernesto Guevara de La Serna titular del mismo. (En: BORREGO DIAZ, Orlando, Che en la Revolución cubana, Prologo, pág. 6)

4- El 29 de octubre de 1961 se efectuó el acto de inauguración de la planta de sulfometales “Patricio Lumumba”.

5- La reunión tuvo lugar en un salón de la industria.

6- Organizaciones Revolucionarias Integradas, antecesora del PURSC y el PCC. Aglutinaban al Movimiento Revolucionario 26 de Julio, Directorio Revolucionario 13 de marzo y Partido Socialista Popular.

7- El 26 de marzo de 1962, el comandante en jefe Fidel Castro Ruz compareció ante la radio y la televisión nacionales, denunció el grave fenómeno del sectarismo existente en el país.

8- El puerto Santa Lucía y las Minas de Matahambre pertenecían, territorial, administrativa y políticamente, al municipio de Pinar del Río.

9- Alberto Fernández Montes de Oca dirigió Sulfometales, que a partir de aquel momento y a propuesta del Che se denominó Patricio Lumumba y fue simultáneamente jefe de una división militar en la Crisis del Octubre, encargada de la defensa de parte de la costa norte. Después trabajó todo el tiempo en el Ministerio de Industrias, combatió en Bolivia y cayó en combate junto con el Che. Su nombre de guerra era Pachungo.

10- El senador batistiano Rolando Masferrer tenía un grupo paramilitar y criminal precursor de los batallones de la muerte que existieron en los años 60 y 70 en América Latina. Se auto llamaban los Tigres de Masferrer.

11- Viceministro primero del Ministerio de Industrias,

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