Inicio De InterésPinar del Río Seguir la historia: El Comité nació ante la mirada de Celima

Seguir la historia: El Comité nació ante la mirada de Celima

Por Redacción Radio Minas

Por: Pedro Abreu Mujica

El pasado 26 de noviembre se cumplió el 82 aniversario de la fundación del Comité Todo por Pinar del Río, una institución cívica que desarrolló su infatigable, voluntaria y por consiguiente meritoria labor encaminada a mejorar el pésimo estado sanitario, cultural, educacional y social en que estuvo sumido el municipio de Pinar del Río antes de 1959. La consigna que enarbolaron los precursores fue “Dejemos de ser la Cenicienta”. En su honor se instauró el Día de la Dignidad Pinareña.

Motivado por esta conmemoración me propuse entrevistar a una testigo presencial de aquel acontecimiento: Celima de la Caridad Bernal García. La reunión fundacional se efectuó en su casa natal, situada en la calle Maceo No. 16 altos. (1).

Celima es conocida por las secciones sobre el idioma español que escribía para los periódicos Granma y Juventud Rebelde y para la emisora Radio Rebelde, y por los más de 40 libros que ha escrito para niños y adultos. Son testimonios, versos, leyendas, narraciones, cuentos, noveletas y textos para la enseñanza. (2)

Se graduó en la Escuela Normal de nuestra localidad, que fundó su abuelo, el Dr. Pedro García Valdés. Recibió tres cursos de verano en la Universidad de Alabama, Estados Unidos. Se graduó en el Instituto Pedagógico Enrique José Varona, de la capital del país.

Ejerció el magisterio durante 36 años. A mediados del pasado siglo se inició como maestra en una escuela del municipio de San Cristóbal (3) hasta donde debía viajar diariamente en los ómnibus públicos de la época. Fue asesora provincial de Literatura y Español de Pinar del Río. En la primera mitad de la década del 60 enseñó en la Escuela Secundaria Básica Manuel María Azcuy, ubicada en el antiguo cuartel Ravena. Posteriormente ocupo la cátedra de Español y Literatura en varios centros de La Habana.

La poetisa, escritora, investigadora y pedagoga pinareña es una veterana combatiente de la Revolución cubana. En la etapa insurreccional perteneció al Directorio Revolucionario 13 de Marzo, participó en acciones con militantes del Movimiento 26 de Julio, entre ellos Jesús Suarez Gayol y José Argibay Rivero (Pepito). A pesar de los grandes peligros que representaba la soldadesca diseminada a lo largo de la carretera central, ella fungió como mensajera y trasladó armas bajo su saya desde San Cristóbal hasta la ciudad de Pinar del Rio y viceversa.

La casa de su familia, junto a la Cárcel Provincial, sin salidas de fácil acceso, no podía acoger a los combatientes, pero los miembros de la familia lucharon junto a ellos.

Y junto a aquellos prohombres del Comité Todo por Pinar del Río, también aliados de los numerosos revolucionarios que eran perseguidos por las fuerzas represoras del régimen de Batista. Su padre, fundador del Comité, también lo fue del Movimiento de Resistencia Cívica (4).

Mi primera pregunta a manera de presentación para los lectores, principalmente los más jóvenes:

¿Quién eres tú, Celina María Bernal García?:

“Estoy tentada a decir que nadie; por supuesto, no hubiera mentido; pero con orgullo, proclamo: que soy una anciana pinareña, que a pesar de estar viviendo en La Habana desde 1966, aun llama, a veces, “El Parque del Chivo” (5), al que dista una cuadra de donde habito ahora.”

¿Qué recuerdas de aquella fecha?

“Soy la única sobreviviente del histórico 26 de Noviembre de 1941. Yo había cumplido seis años, el mes anterior. De veras resulta increíble, que con tanta claridad recuerde lo sucedido ese día.

En el portal de la casa se habían reunido con mi padre, el profesor Ernesto Bernal de Trinchería, los doctores Tebelio Rodríguez del Haya y Raúl Herrera Quintana, de una amistad con los nuestros, casi familiar. Me parece estarlos viendo, también a Figarol y a Juanito Sánchez, el padre de mi amiga Lydia Elena, dos o tres años mayor que yo. Él quiso traer a su hija esa noche, para que las dos, informadas antes de lo que sucedería allí, les contáramos muchos años después a nuestros nietos, lo ocurrido.

Todo el tiempo que los mayores conversaban, estuvimos jugado en mi habitación con las muñecas y alimentando a los peces de colores que tenía en una pequeña esfera de cristal, encima de mi mesa de trabajo. La había recibido por mi último cumpleaños y todavía la conservo.

Estaban otros ciudadanos muy honorables presentes allí, lamento no guardar en la memoria los nombres de los demás integrantes de aquel grupo, que tantos sacrificios hizo por su provincia.”

¿Puedes contarnos algunas anécdotas?

“De aquella época, guardo muchas anécdotas. Era la mía una familia de profesores y maestras; aprendí a leer y a escribir a los tres años, no podía haber sido de otra manera y ya en aquellos días estaba matriculada en segundo grado. Con lo corto de la edad y lo inaudito del atrevimiento, a cada instante yo cometía unos disparates que me ganaban la burla de todos.

“A la hora del recreo, mis compañeros se reunían conmigo en el patio, para averiguar acerca de lo último del comité. Una de las niñas mayores, llamó a esas reuniones “La preguntadera”. Se hablaba de los cambios en el Arroyo de Galeano; yo no sabía que significaba “salubridad” y preguntada por lo que iba a pasar por esa zona, ¿que había escuchado yo en casa? Contesté: -Alguien lo dijo allá; van a echar agua en la calle Galeano y harán un arroyo, donde todos los niños podrán aprender a nadar sin salvavidas-. Otros de los compañeros del aula preguntaron sobre la conocida frase:

“Dejemos de ser la Cenicienta, seremos la hospitalaria de Cuba.

La primera parte fue de fácil comprensión. El personaje del cuento infantil, no ofreció dudas a ninguno; pero la palabra “hospitalaria” sí era casi desconocida, al menos para mí, a pesar de que me habían explicado cuidadosamente su significación. Pensé unos segundos, traté de recordar lo aprendido, pero no me fue posible y dije: -Con el dinero que se recoge en las alcancías, por las calles y en las verbenas, van a fabricar un hospital del tamaño del Parque de la Independencia (6) y traerán a todos los enfermos de Cuba entera, para curarlos aquí. Seremos la hospitalaria-.

Algunas de esas locuras fueron la causa de la frase que mi padre me endilgó durante mucho tiempo:
“¡Ay, criatura, tienes un tino para el desatino!”

Celima Bernal ha obtenido numerosos premios, condecoraciones y reconocimientos por su extensa labor educativa, literaria y revolucionaria, incluida la medalla de Combatiente de la Lucha Clandestina. En mi modesta opinión le debemos, el que se ha ganado como hija ilustre de Pinar del Rio.

Notas:

1- Al lado estaba la cárcel provincial que después del triunfo de la Revolución se trasladó para el kilómetro 5 de la carretera de Luis Lazo. El antiguo edificio lo ocupó primero una escuela de Artes Plásticas y actualmente desde hace unos años es la fábrica de tabaco torcido “Francisco Donatién”.

2- Ecured consultada el 27 de noviembre del 2023.

3- Colegio “Gabino Labrador”. En este centro compartió actividades docentes y conspirativas con el Dr. José Cantón Navarro, dirigente municipal del Partido Socialista Popular (PSP) y de la Sección Obrera del Movimiento 26 de Julio.

4- El Movimiento de Resistencia Cívica, organización surgida por iniciativa de la Dirección Nacional del Movimiento 26 de Julio, agrupaba a profesionales, comerciantes, etc., que participaban en actividades de propaganda, finanzas, avituallamiento, apoyo en general y complemento de las acciones bélicas que se desarrollaban en las ciudades y montañas.

5- Así le decían los pinareños desde tiempos inmemoriales al parque “Rafael Morales” que está ubicado frente a la Audiencia.

6- Así se llamaba muchos años atrás el parque situado a principios de la calle Martí.

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