Por: Pedro Abreu Mujica
La economía de Pinar del Río, principalmente en los municipios de la mitad occidental de la provincia, se basaba en la agricultura tabacalera. Había pocas industrias importantes, ubicadas la mayoría en la región más próxima a La Habana; entre ellas, ocho centrales azucareros y dos fábricas de cemento. Aunque la mayoría de los productores agrícolas de vuelta abajo se dedicaban al tabaco, muchos cultivaban frutos menores o criaban ganado.
Como se conoce, aquel sector de la población estaba sumido en un agudo estado de atraso en todos los órdenes, con predominio de la subescolarización, el analfabetismo y la insalubridad. Teniendo en cuenta sus características culturales y económicas, las emisoras producían programas, y por supuesto contenidos dirigidos a ese público, aunque solo podían ser escuchados por los que poseían radios receptores de batería, pues la mayoría de las zonas rurales carecían de fluido eléctrico. Los principales vendedores locales de las marcas más afamadas de radio receptores, se anunciaban con insistencia: «Cubana Comercial de Radios», «Montes de Oca, Radio y Televisión», «La Casa Felipez», etc.
En una época la CMAB tuvo como eslogan «La Onda Guajira». En la identificación decía que transmitía desde la tierra del mejor tabaco del mundo. Radio W, por su parte, anunciaba que lo hacía desde la capital del mundo tabacalero.
El objetivo fundamental de la radiodifusión pinareña de aquellos tiempos, era captar aquel segmento de mercado potencial para los productos y comercios de sus anunciantes, incluidos, politiqueros y gobernantes de turno.
Entre los programas radiales que continuaron después de la radical transformación que significó CMAB-Voz del INRA, se encontraba «Cuestiones del Agro». El campesinado justamente había alcanzado a partir de 1959, una gran prioridad política en el país, primero con la Reforma Agraria, seguida de la puesta en marcha de los planes y programas de educación y construcción de caminos y escuelas. Entre las dependencias pertenecientes al INRA estaban el DATMCC (1) y el Departamento de Viviendas Campesinas.
Cuestiones del Agro
Cuestiones del Agro estaba dirigido a los cosecheros de tabaco y otros cultivos; se transmitía cada noche, a las 7 pm, con una duración de 15 minutos. No tengo conocimiento de un programa similar en otras emisoras, excepto en las cadenas nacionales. Consistía en una micro charla técnica, en un lenguaje de fácil comprensión, con un contenido didáctico. Con voz solemne se presentaba el profesor Armando Diaz Bravo (2) y decía invariablemente: «Agricultor pinareño: Yo pienso y hablo para ti». En la audición también se contestaban las preguntas que se recibían por cartas.
Este espacio era patrocinado por dos empresas con importantes intereses relacionados con el sector agropecuario: Casa Fernández Castaño, vendedora de pesticidas (3) y las Industrias Ferro S.A, perteneciente al «imperio» agroindustrial, comercial y financiero de Simeón Ferro Martínez (4).
Haber conocido este programa me sirvió años después, en 1973, para crear uno similar en Radio Progreso, llamado «A esta hora, sanidad vegetal», con la participación de especialistas del INRA y de la Facultad de Agronomía de la Universidad de La Habana. (5).
En el listado de programas diarios se mantuvo por un tiempo «La Noticia Deportiva», a cargo del comentarista Juan Antonio Camejo y los domingos siguió en el aire «Un Rosario de poemas» con el declamador Elio Villate.
Notas:
1.Departamento de Asistencia Cultural, Material y Cultural al Campesinado. Surgió dentro del Ministerio de Defensa Nacional, después pasó al INRA.
2.Armando Díaz Bravo, profesor de la Granja Escuela «Tranquilo Sandalio de Noda». Excelente tribuno. Fue orador de la Gran Logia de Cuba. También escribía sobre temas agrícolas en los semanarios locales.
3.Fernández Castaño tenía su tienda de venta de agroquímicos en la Calzada de La Coloma. Representaba la compañía Casa Turull.
4.Simeón Ferro Martínez era uno de los dueños de Cuba. Delegado a la Asamblea Constituyente de 1940. Senador de la República, durante muchos años. «Cacique» político provincial. Él y sus hermanos eran los propietarios de Industrias Ferro S.A, fábricas de alimentos en conserva, entre ellas La Conchita, centrales azucareros, molinos de arroz, almacenes de víveres, latifundios de tabaco y otros cultivos, etc.
5.El autor trabajaba entonces en la Dirección General de Sanidad Vegetal del INRA.
(Continuará)