Por: Pedro Abreu Mujica
En los primeros meses de 1959 la CMAB transmitía con el nombre de CMAB Radio América. En ese momento estaba arrendada a un señor peruano que vino a Cuba tras el triunfo de la Revolución, a trabajar en uno de los canales de televisión intervenidos por el Gobierno Revolucionario.
En aquellos tiempos y aún desde antes, los horarios de 12 m a 2 pm y de 6 a 8 pm eran los más adecuados para los bloques de programas informativos y políticos.
En Pinar del Río, la mayoría de los centros de trabajo recesaban al mediodía para que los trabajadores almorzaran en sus casas. Apenas se conocía algún comedor obrero. La jornada laboral finalizaba a las 5 o 6 de la tarde. El horario escolar era similar, aunque la educación pública era de una sola sesión diaria. Por ello, esos horarios eran la oportunidad para un potencial auditorio masivo.
Con la caída de la dictadura de Batista, dejaron de existir los programas de los partidos de la coalición gobernante (Acción Progresista, Liberal, Unión Radical y Demócrata) y los de la seudo oposición (PRC Auténtico de Grau, Pueblo Libre de Márquez Sterling, etc). Estos partidos se habían prestado para la farsa electoral del 3 de noviembre de 1958, en la que «resultó electo” presidente Andrés Rivero Agüero, candidato del régimen. Esos partidos eran cadáveres políticos, como la tiranía a la que apoyaron.
Los espacios radiales fueron ocupados por las fuerzas revolucionarias. Uno de los nuevos programas de información y orientación fue «Habla el 26 de Julio”, que contó, en sus primeras emisiones, con la intervención personal del coordinador municipal de la organización, Pitute Arteaga (1) y el responsable de propaganda a ese nivel, Eduardo del Llano (2), los dos excelentes comunicadores. Otros programas con este perfil correspondían al Directorio Revolucionario 13 de Marzo (3) y el Partido Socialista Popular (4).
El arrendatario de la emisora, aunque se decía identificado con la Revolución, cobraba altos precios a esas organizaciones por los espacios que utilizaban. A partir de la intervención revolucionaria en el segundo semestre de 1960, determinamos que fueran exentos de pago, aunque económicamente estábamos al borde del abismo. Pero en muy poco tiempo, en unas cuantas semanas, hicimos de CMAB una empresa rentable
Notas:
1. José A. Arteaga Hernández (Pitute), Capitán del Ejército Rebelde, Coordinador municipal y provincial del M-26-7, Jefe de la ZDA PR-1, Delegado Provincial del INRA en La Habana, director del plan especial Escambray, Delegado Provincial del INRA en Las Villas, director del plan agrícola Veguitas en Oriente, Embajador de Cuba en Filipinas. Miembro del primer Comité Central del PCC.
2. Eduardo del Llano. Responsable municipal y provincial de propaganda del M-26-7. Profesor de la Escuela Superior del PCC «Ñico López». Responsable de la revista teórica «Cuba Socialista». Autor de libros sobre temas económicos y políticos. Doctor en ciencias.
3. Este programa lo hacía Gerardo Corbo, que posteriormente fue funcionario de la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido.
4. El vocero del Partido Socialista Popular era Adelfo Martin, dirigente campesino, más tarde presidente de la ANAP Provincial y miembro de la directiva nacional de esa organización.
(Continuará)