Por: Pedro Abreu Mujica
No sé el día exacto, fue en la segunda quincena de julio de 1957. Frank País García se reunió, en Santiago de Cuba, con los coordinadores provinciales del Movimiento 26 de Julio. En representación de Pinar del Río, asistió Francisco González Álvarez (Pancho). (1). En la reunión se trató la estrategia de lucha de la organización insurreccional y se leyó la carta que Frank le había enviado a Fidel (2). Días después, el 30 de julio de 1957, fueron asesinados Frank País y su compañero de lucha Raúl Pujol. Al día siguiente, el entierro se convirtió en una impresionante manifestación del pueblo santiaguero que desembocó en una huelga general, secundada por otras ciudades del país.
La provincia de Pinar del Río se puso en pie de guerra. El 2 de agosto todos los municipios, desde Guanajay hasta Mantua, se sumaron al paro general nacional desencadenado en la capital de Oriente.
Durante 3 días se paralizaron actividades comerciales, industriales y del transporte. El servicio eléctrico fue interrumpido desde Pinar del Rio hasta Herradura, como consecuencia de un sabotaje en los turbogeneradores de la planta de producción energética, propiedad de la compañía Hernández y Hermanos, ubicada en el Reparto Oriente, en el sureste de la ciudad capital.
Se quemaron cañaverales, sembrados y casas de tabaco y propiedades de batistianos. En municipios como Pinar del Río, Artemisa, Consolación del Sur y San Juan y Martínez, la huelga se prolongó casi una semana. (3)
El régimen despótico desató la represión en todas las poblaciones. Recuerdo haber visto en mi ciudad, a soldados y policías, romper las puertas y ventanas de los comercios cerrados en las calles Martí, Recreo y San Juan con las culatas de los fusiles, atropellar ciudadanos y obligarlos a montar en los vehículos en calidad de detenidos.
Agustín Cecilia Moya, dirigente obrero del sector gastronómico, perdió el empleo de dependiente en el bar de Los Martínez, frente a la plaza del Mercado municipal de abasto y consumo, ya que el comandante Chipi (4) directamente colocó contratado a un rompe huelgas, como hizo también en los ómnibus urbanos y otros centros de trabajo.
La emisora Radio W se mantuvo trasmitiendo sin locutores en vivo. Lo hacía mediante grabaciones que ponía en el aire un operador de audio no profesional, hijo de un teniente del Escuadrón 61 de la Guardia Rural. La radiodifusora funcionaba 17 horas diaria.
El cabo Silva, del Ejercito, plan de machete en mano recorría una y otra vez todos los recovecos de la Loma de la Quinta, persiguiendo a los huelguistas de la W. No podía imaginar que estaban escondidos en las pobres casuchas del Reparto El Cartucho.
Las Minas de Matahambre se sumó al movimiento huelguístico. Era considerada por el mando del 26 de Julio como una especie de municipio especial, por el grado de actividad insurreccional que se desarrollaba en ese territorio. Por la participación en la huelga, más de 100 mineros fueron separados de sus puestos de trabajo, pero la reacción de sus compañeros de labor obligó a la empresa a reponerlos.
El comercio, la industria y el transporte estaban en su mayoría paralizados. El coronel Evelio Rodríguez Miranda (5) amenazó por la prensa a comerciantes y trabajadores y obligó a los dueños a llamar a los obreros para que volvieran al trabajo.
En la primera línea de combate se colocó el Movimiento 26 de Julio, también el Directorio Revolucionario 13 de Marzo, dirigido por Carlos Lugo, el Partido Socialista Popular cuyo secretario provincial era José Luis González Carvajal (Güiro) y la OA (6) dirigida por Enrique Azcuy.
Las fuerzas represivas sofocaron aquel volcán de ira popular, pero no impidieron que Pinar del Rio, en un tiempo relativamente corto, volviera a ponerse en pie de guerra.
Notas:
- A finales del mes de febrero de 1957, Francisco González Álvarez (Pancho) es designado Coordinador Provincia del Movimiento 26 de Julio. Meses después fue Jefe provincial de Acción.
- FERNANDO MARTINEZ HEREDIA, LA CRTICA EN TIEMPO DE REVOLUCION. Editorial Oriente, 2010. Carta de Frank País a Fidel Castro, 7 de julio de 1957, página 246.
- SÍNTESIS HISTÓRICA PROVINCIAL DE PINAR DEL RIO, Colectivo de Autores Editora Historia, 2012, página 280.
- Comandante Juan Chipi Gener, jefe de la Sexta División de la Policía Nacional del régimen de Batista, con jurisdicción en toda la provincia de Pinar del Río. Al triunfo de la Revolución. los tribunales revolucionarios lo condenaron a la pena de muerte por los crimines cometidos. La sanción fue ejecutada.
- Jefe del sexto distrito militar o regimiento. Huyó del país en un avión el primero de enero de 1959.
- Organización Autentica.