Inicio De InterésPinar del Río Seguir la historia: Tres hitos de la radio pinareña (II)

Seguir la historia: Tres hitos de la radio pinareña (II)

Por Redacción Radio Minas

Por: Pedro Abreu Mujica 

Parte superior de la fotocopia de la Resolución, designando al Interventor oficial de la Emisora CMAB

El segundo hito fundamental en la historia de la radio pinareña tuvo lugar a partir del mes de septiembre de 1960 con la intervención de la emisora CMAB, por parte del Gobierno Revolucionario, seguida, unos meses después, por la expropiación o nacionalización de las demás empresas radiales de la provincia.

En aquella etapa no sólo se convirtió en social la propiedad del medio, también se inició su profunda transformación política, ideológica, económica, profesional y técnica y por consiguiente de los programas, objetivos, contenidos y valores. Lo que continúa en estos tiempos, en constante proceso de mejoramiento, con Radio Guamá y las plantas municipales de Minas de Matahambre y Sandino.

En aquellos lejanos años de 1960 y 1961, por primera vez, y para siempre, el medio radial se puso absolutamente al servicio del pueblo.

Antecedentes 

A mediados del segundo semestre del año 1960 los trabajadores de la radio emisora CMAB, solicitaron la intervención de la misma, mediante escrito enviado a la Oficina Provincial del Ministerio del Trabajo, a tenor de lo estipulado por la Ley 647 (1). La CMAB había sido abandonada por el arrendatario que la operaba (2) y por su verdadero dueño. (3)

Este último no sólo le daba la espalda a un negocio en el que ya no podría lucrar con la politiquería y otros males sociales, dejaba una abultada deuda financiera, incluidos varios meses de salario no pagados al personal profesional, técnico, artístico y administrativo.

El propio colectivo laboral seleccionó una comisión integrada por el periodista Manuel Perdomo Cruz y los locutores Pedro Sosa Cabrera y Carlos Naya Duarte, que asumió provisionalmente la dirección y administración de la emisora. 

No recuerdo el día del mes de septiembre de 1960, cuando el Ministerio del Trabajo tomó la decisión de intervenir la CMAB, lo que ratificó en la Resolución del 15 de diciembre del propio año, en la que oficializaba mi nombramiento como interventor, y por ende, director general de la empresa, responsabilidad que venía ejerciendo desde hacía poco más de tres meses.

En aquellos años, la mayoría de las empresas intervenidas o nacionalizadas de cualquier sector pasaban a la subordinación del INRA (Instituto Nacional de Reforma Agraria). La CMAB adoptó, como estaba establecido, el nombre de “CMAB – Voz del INRA”. Era un honor y un compromiso muy grandes pertenecer al organismo que presidía Fidel.

En La Habana y otras provincias existían, hasta aquel momento, 18 emisoras del INRA (4) que no formaban una cadena nacional, ya que cada una originaba sus programas de forma independiente, así como la administración y el financiamiento con ingresos propios. Cuando éstos no eran suficientes, debían solicitar créditos al banco, como hicimos nosotros en las primeras semanas, para liquidar los salarios y otros gastos. Los obtuvimos con la sucursal del Banco Continental Cubano. 

Nos orientaba políticamente la Dirección Provincial del Movimiento 26 de Julio hasta la mitad del año 1962, fecha en que surgieron las ORI, (5) que contaban con una Comisión de Orientación Revolucionaria (COR) (6), encargada, entre otras funciones, de atender los medios de difusión masiva. 

Las prioridades establecidas para esa primera etapa fueron las siguientes:

1) Colocar la emisora incondicionalmente al servicio del pueblo, reestructurando la programación a favor de los valores culturales, educativos, sociales, políticos y filosóficos de la Revolución triunfante; así como de la unidad de las organizaciones que habían derrocado a la tiranía en torno a la jefatura de Fidel, y a la defensa y el avance de la Revolución;

2) Captar ingresos financieros suficientes, por la vía de los anuncios comerciales, para cubrir los salarios del personal, otros gastos e inversiones y saldar las deudas con el banco, pagar la electricidad, el teléfono, etc. En ese periodo no había dinero en la cuenta ni para comprar discos con la música de moda

3) Reordenamiento y reorganización del trabajo para hacerlo más disciplinado, eficaz, eficiente; cualitativamente más competitivo, con el fin de captar la audiencia del público, que había disminuido sensiblemente en los últimos tiempos. 

4) Recuperar el prestigio empresarial y periodístico de la CMAB, como decana de la radiodifusión provincial.

Tuvimos que trabajar intensamente, en el epicentro de una aguda y complicada lucha ideológica y de clases sociales, combatiendo no sólo a los enemigos internos y externos, también a arraigados prejuicios y vicios del pasado que sobrevivían en el sector y la sociedad, así como contra intereses personales ajenos al bien común y a la obra que proyectamos construir.

Hubo que desenmascarar y enfrentar con sólidos argumentos las campañas políticas anticomunistas que se hacían desde otros medios de comunicación en el extranjero financiadas por Estados Unidos, o por las emisoras y periódicos locales, que se mantenían en poder de propietarios privados. Se redactaban y radiaban diariamente los comentarios editoriales de la CMAB, fijando la opinión de la emisora sobre diversos asuntos provinciales, nacionales e internacionales.

Apoyo del INRA 

 Contábamos para nuestra gestión empresarial con el valioso apoyo de la Delegación Provincial del INRA, de su personal especializado en economía, asuntos jurídicos y otras esferas. La Voz del INRA de La Habana, nos ayudó con personal técnico para el mantenimiento del transmisor ubicado en el kilómetro 3 de la carretera de Viñales y los equipos de audio, igualmente en las grabaciones de los llamados spots comerciales y promocionales, los que también se hacían en un estudio privado ubicado en el edificio ENE, callé N y 23, El Vedado, La Habana, (7).

Se hizo una programación casi nueva y se mantuvieron viejos programas de gran aceptación popular y con contenidos afines, o no contradictorios, con los valores de la Revolución.

Notas:

1. Resolución No. 24316 del 25 de diciembre de 1960 firmada por Augusto Martínez Sánchez, Ministro del Trabajo.

2. Silvio Peña, peruano.

3. Columbio Rodríguez Rodríguez, propietario de las emisoras CMAB, CMAL y CMAR en la ciudad de Pinar del Río, CMAD en Artemisa y la Cadena Insular de Radio en La Habana.

4. ANTONIO NÚÑEZ JIMÉNEZ, en el libro «En Marcha con Fidel 1960», escribió que en la VIII Reunión Nacional del INRA, efectuada el 2 de marzo de 1960, se informó que «la estación de radio La Voz del INRA, cuenta ya con 18 estaciones». 

5. Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI) agrupación de las tres organizaciones revolucionarias que desempeñaron el papel principal en la lucha contra la tiranía de Batista: Movimiento 26 de Julio, Directorio Revolucionario 13 de Marzo y Partido Socialista Popular. Antecesora del Partido Unido de la Revolución Socialista, posteriormente Partido Comunista de Cuba.

6. La COR provincial estaba dirigida por Julio Carranza Valdés.

7 Propiedad de Joaquín Ruiz Alarcón. Aquí radicó, después del triunfo de la Revolución, la emisora Radio Enciclopedia Popular.(Continuará)

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