Por: Pedro Abreu Mujica
El 20 de noviembre se conmemora el 66 aniversario de la Masacre de Cabañas. La jauría batistiana apresó, torturó cruelmente y asesinó a 22 jóvenes indefensos de este humilde pueblo, entonces un municipio de la provincia de Pinar del Río (1).
La jornada sangrienta empezó tres días antes y prosiguió después. Fue la cobarde venganza del régimen ante el avance y desarrollo de las acciones combativas del Frente Guerrillero de Pinar del Río, principalmente de la columna número 2 «Ciro Redondo» que operaba en esa región.
Estas fuerzas insurgentes protagonizaron el 16 de noviembre una de las acciones más audaces y trascendentes del occidente del país, el ataque a dos autos patrulleros del régimen tiránico, causándole 8 bajas al enemigo (un muerto y siete heridos) (2).
Refuerzo militar
No demoró en aparecer la aviación batistiana con sus bombardeos a la zona, incluída a la población civil.
Al mismo tiempo, el coronel Evelio Rodríguez Miranda, jefe del sexto distrito militar o Regimiento «Rius Rivera», maximo jerarca castrense
de la provincia, remitió telefonemas a las fuerzas bajo su mando, ordenando eliminar sin contemplaciones, a los posibles involucrados en este hecho.
El 19 de noviembre de 1958, tres días después del ataque a las perseguidoras, René González Novales, El Rubio de Mery y sus compañeros de armas, regresaron al campamento rebelde, en La Loma del Rubí, encabezados por su jefe el Capitán Claudio (3).
Contactos clandestinos del Movimiento 26 de Julio, les habían informado que el coronel Evelio Rodríguez Miranda, había efectuado una reunion con sus subalternos, los jefes de los escuadrones de la Guardia Rural de Guanajay, San Cristóbal y Bahía Honda: los conocidos verdugos comandantes Esteban Pérez Pantoja y Jacinto García Menocal y el capitán Leovigildo Iturriaga.
También participaron los jefes de otros cuerpos represivos, entre ellos el comandante José Chipi Gener, de la División Provincial de la Policía Nacional (4). No planearon una ofensiva en términos de guerra, sino una venganza sangrienta.
El día 20 ya estaban en Cábalas los militares que iban a reforzar las unidades de la region, encargados de la parte principal del siniestro plan.
El capitán al mando de esa demarcación, Leovigildo Iturriaga, constituyó con este contingente de guardias, lo que llamaron Tropa de Operaciones y Combate, integrada por 200 soldados escogidos entre los más inescrupulosos del Ejercito, más 50 miembros de la banda paramilitar Tigres de Masferrer (5). Sustituyó al jefe del puesto de la Guardia Rural del municipio y allí montó un campamento al igual que en La Conchita, a dos kilómetros del pueblo y en San Claudio. Y dió manos libres para que actuaran a sus anchas; no se iba a observar la ley ni el respeto a los derechos humanos.
Terror contra la población
René rememora los sucesos acontecidos: «Los oficiales, sargentos y cabos fueron implacables hasta saciar sus instintos bestiales. Implantaron el terror contra la población civil. Hicieron prisionero a todo aquel que sospechaban miembro del Movimiento 26 de Julio o colaborador de la guerrilla. En Cabañas y en sus barrios San Claudio, Orozco y otros aledaños, asesinaron a 22 de sus mejores hijos. Emplearon los métodos más aborrecibles. Numerosas personas fueron brutalmente torturadas. La prensa publicaba los partes del Buró de Prensa y Radio del Ejército, que mentían al decir que se trataba de bajas rebeldes causadas en combate».
René añade: «Les hicimos varias emboscadas, pero se movían en grandes agrupaciones, eran en total 200 efectivos más los tigres de Masferrer y los integrantes de los escuadrones de Guanajay, Bahía Honda y San Cristóbal. No se acercaron al verdadero escenario de la guerra, temían a los soldados rebeldes. En tan dramáticas circunstancias el pueblo no retrocedió, sino que incrementó su ayuda a las guerrillas y numerosos jóvenes ingresaron a nuestras filas por aquellos días».
» La Masacre de Cabañas, -rememora El Rubio, fue uno de los hechos más repugnantes de la tiranía de Batista».
Por mi parte añado: se unieron Holguín y Cabañas, en el martirologio de Cuba, a menos de un año de Las Pascuas Sangrientas.
René, El Rubio de Mery, conocedor por experiencia propia de los valores y virtudes de aquella población humilde y laboriosa, finalmente me dijo:
«Los hijos de este terruño respondieron a la tiranía, como lo hicieron cuando la Guerra de Independencia, siguiendo a Maceo tras su paso invasor al occidente del país».
Notas:
1. En la actualidad Cabañas es un consejo popular del municipio del Mariel, provincia de Artemisa.
2. PEDRO ABREU MUJICA, Seguir la historia: El ataque a las perseguidoras. wwwradiominas.icrt.cu Visto el 19 de noviembre del 2024.
3. Rogelio Payret Silvera. Después del triunfo de la Revolución fue coronel del MININT, jefe nacional de Guardafronteras, combatiente internacionalista.
4. Evelio Rodríguez Miranda huyó al extranjero en una avioneta cuando se enteró, en la madrugada del primero de Enero de 1959, de la caída de Batista. Jacinto García Menocal fue sorprendido por fuerzas rebeldes y ultimado por fuerzas rebeldes, al intentar fugarse en una avioneta de la arrocera de Los Palacios. El Tribunal Revolucionario juzgó y condenó a la pena maxima a los comandantes Pérez Pantoja y Chipi Gener y al capitán Iturriaga. Fueron fusilados por numerosos y probados crímenes de guerra.
5. El senador Rolando Masferrer Rojas, tenía una finca en la zona llamada El Cangre y dentro de ella radicaba un campamento de su cuerpo paramilitar denominado Los tigres de Masferrer.