El Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (Cecmed), autorizó el inicio de la fase III de los ensayos clínicos del candidato vacunal Soberana 02, luego de un riguroso análisis de la documentación presentada por el Instituto Finlay de Vacunas.
Previamente, el Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, publicó este miércoles, en su cuenta en Twitter, que muy pronto iniciará la fase III de ensayos clínicos Soberana 02 y Abdala, en La Habana, Santiago de Cuba y Guantánamo, con más de 85 000 voluntarios; y también la fase II de Soberana 01 en Cienfuegos. «Venga la esperanza, pero no olvidemos la responsabilidad», señaló.
Destacó, además, «otro hito de nuestra ciencia: Soberana 01A, nuevo candidato vacunal (el quinto de Cuba) para convalecientes de COVID-19. La ciencia cubana sigue dando buenas noticias».
Tales resultados hacen recordar que la historia de la Revolución es un ciclo continuo, jalonado por momentos épicos que, si bien parten de un contexto epocal, sirven para definir, tanto la madera de ese proceso social como la de su pueblo, actor fundamental de todos los logros.
Poseen las epopeyas patrias, desde 1959, la aureola de las grandes causas colectivas, en las cuales se mancomuna la decisión de una sociedad con el espíritu de su tiempo y la fe en una causa. Los cubanos participamos de varias de estas que colorearon nuestra historia con los pigmentos verdes de la esperanza, porque ningún pueblo que las escenifique debe amputar sus certezas de mañana.
Intervenimos, y vencimos, en la Campaña de Alfabetización, en la limpia de bandidos en el Escambray, en la bélica agresión imperialista por Playa Girón, en los planes de institucionalización, en las contiendas productivas, en la industrialización de las provincias, en la batalla por el retorno del niño Elián González…
Cuba, en breve, abrazará una nueva epopeya, quizá la más descollante que pueda librarse en la actualidad: la inmunización de su pueblo contra un virus mortífero que ha aterrorizado al mundo.
La pandemia es uno de los principales desafíos de este tiempo, junto al calentamiento global, el peligro de un estallido nuclear y la política de depredación de Estados Unidos.
Tras producir –gracias al desarrollo de la biotecnología– la que constituye la primera vacuna de América Latina contra el virus SARS-COV-2, según la Organización Panamericana de la Salud y la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial, la Isla estará en la posibilidad idónea de iniciar una campaña de vacunación que prevendrá a su población contra la COVID-19.
Luego de anunciarse la realización del primer lote de 150 000 dosis de Soberana 02 (de los cien millones previstos) y estar en marcha la elaboración del segundo, se dio a conocer que también comenzó la producción del candidato vacunal Abdala.
Cuanto está sucediendo en este país –en medio de un bloqueo atroz a cualquier entrada financiera–, es algo solo creíble porque se trata de Cuba, de su Revolución, de su pupila insomne para preservar la salud del pueblo, obra de los desvelos de Fidel