Inicio MinasSalud A sus 100 años a Sabino no lo para, ni la Covid-19

A sus 100 años a Sabino no lo para, ni la Covid-19

Por Edilia Martínez La Rosa
Sabino Álvarez Machín residente en el consejo popular La Sabana con 100 años de edad

Con orgullo Sabino Álvarez Machín residente en el consejo popular La Sabana cuenta que tiene 100 años de edad y por si eso fuera poco al referirse a ello le adiciona, como para que no queden dudas, los tres meses que ya pasaron desde su último onomástico en diciembre pasado.

«Asere» es su apodo desde bastante joven. Con voz aún segura comenta que decía ese mote a todos, por lo que él mismo terminó en ganarlo.

El anciano posee una vista de ensartar agujas y una memoria que todavía le acompaña

Su pasito aunque corto es apurado, como reflejo del hombre dinámico y activo que una vez fue.

De su mano no se aparta el pequeño bastón, pero es sólo para apoyarse, por si acaso porque en realidad no lo necesita asegura.

A sus cien años y tres meses, Sabino aunque padece de un poco de sordera por lo demás goza de buena salud.

Yo me siento bien gracias a Dios hijita
Sabino Álvarez Machín


Al Asere no lo tranca en la casa, ni la Covid-19. Salir a dar una caminadita diaria es indispensable para él, lo que logra con cualquier justificación ante la negativa de su hija Miriam que se encarga de su cuidado.

El médico me dice que camine que no me quedé dentro de la casa, entonces le digo que yo no me paro
Sabino Álvarez Machín


Además de amante de dichos y refranes le gusta contar cuentos porque adora ver a la gente reír. Es alegre: Un contento, afirman sus hijos.

El profundo pesar sólo lo embarga cuando recuerda varios de sus hermanos ya fallecidos, entre ellos algunos con menos edad que él.

La añoranza por sus tierras, sustento de la familia toda la vida, ahora en manos de uno de sus hijos también reclama a menudo su pensamiento.

Asegura que todavía es capaz de tomar una guataca en sus manos y doblarse al surco; sólo que no se lo permiten y entonces se conforma conque de vez en vez, los suyos lo lleven a la Vega a dar una vueltecita, porque el ojo del amo engorda el caballo.

Yo le dejé la tierra a mi hijo para que la trabaje y le doy vuelta
Sabino Álvarez Machín


Si de quehaceres se trata además de sus caminaditas de las que casi siempre regresa con alguna comprita en sus manos. Asere tiene la virtud de cooperar con su amada hija en las labores de la casa de lo que él mismo hace gala.

Barro el patio, limpio arroz y pelo viandas
Sabino Álvarez Machín


Aprecia estar informado por lo que no se pierde el noticiero estelar, mientras la mesa redonda también lo atrapa en su sillón delante del televisor.

Sabino no conoce barreras en su ancianidad. El amor le rodea y es como el rey de la familia, por eso dice que con gusto vivirá todos los años que vengan.

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