Obtener viandas, granos y hortalizas es vital en Minas de Matahambre, para contrarrestar los efectos negativos que impone el nuevo coronavirus en múltiples escenarios.
Por ello es propicio para lograr este empeño que las más de veinte estructuras productivas que existen, incrementen los planes de producción. A partir de estrategias inteligentes que avalen a las mismas.
El conformismo solo dejará como resultante, volúmenes mínimos de cultivos que no responderán a las altas exigencias de los consumidores. También creo que una de las iniciativas más oportunas reside en el rescate de un grupo de áreas subutilizadas que pueden recibir tratamiento sobre todo para la siembra de granos.
Las caballerías de terrenos ubicadas al norte del territorio, fueron muy productivas en el pasado y pueden volver hacerlo, basta la voluntad y el deseo de emprender la tarea.
Además, la gramínea es un cultivo muy necesario y práctico en la alimentación diaria del minero, por lo que hay que motivar a su cosecha en cada temporada, una actividad donde pueden participar todos los productores que así lo deseen.
Igualmente, el programa destinado a la siembra de plátano es otra de las aristas a tener en cuenta. Los espacios que pudieran ser plantados de este producto de alta demanda es una acción vital. La tarea se hace decisiva en cada demarcación, así mismo debe suceder con las frutas y hortalizas.
Considero que es válido la siembra de todos los patios y solares. Cada minero debe sacarle el máximo de provecho a cualquier terreno que pudiera resultar productivo. Todos juntos pueden aportar más a la sociedad y disminuir las carencias alimentarias.
Los campesinos comprenden el llamado que hace la Revolución de lograr cosechas de mayor cantidad y calidad. Hay que actuar rápido y realizar siembras amplias, destinadas a los productos de ciclos cortos.
Producir más en medio de la amenaza que representa el nuevo coronavirus, es fundamental para garantizar la supervivencia de todos.