La Presidencia de Cuba, en Twitter, denunció la activación de una maquinaria tóxica con bots que producen varios tuits por minuto, que es el mismo recurso del golpe en Bolivia para crear una falsa realidad
La activación de una «maquinaria tóxica con bots que producen varios tuits por minuto empleando además hilos y cadenas, que sólo pueden ser generados de forma automatizada» fue denunciada, durante la noche de este sábado, por la Presidencia de Cuba a través de su cuenta en Twitter.
«La violación de normas de estas plataformas es permitida contra Cuba», agregó y, como prueba, acompañó el mensaje de un video que revela las características de las cuentas denunciadas.
«Es el recurso del golpe en Bolivia para crear una falsa realidad», señaló el el Director General de Prensa, Comunicación e Imagen de la cancillería cubana, Juan Antonio Fernández Palacios.
Temor, incertidumbre, desconcierto… miedo. Eso intentan transmitir los mensajes que circulan contra Cuba en internet cada vez con más frecuencia en la misma medida en que se acerca el 15 de noviembre, fecha pactada para una marcha que ya en la Isla fue catalogada como ilícita por las autoridades judiciales por el carácter desestabilizador y poco genuino de la misma.
Hasta este 10 de noviembre, ya son 29 las declaraciones de funcionarios del gobierno de EE. UU. y de figuras influyentes de ese país, dirigidas a orientar e instigar acciones de desestabilización vinculadas con esa jornada, según denunció recientemente el miembro del Buró Político del Partido y ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla.
Han emplazado a una parte del Cuerpo Diplomático acreditado en la nación, a veces de manera personal, a que participen en acciones ilegales de esta naturaleza; y durante el mes de octubre, la embajada de EE. UU. en La Habana ha publicado, solo en la red de Twitter, 59 mensajes, 36 de ellos relacionados con estos asuntos y con un intento descarnado de alterar el orden constitucional y la estabilidad interna.
Sobre todo esto alertó el Canciller que ya por último, este sábado 12 de noviembre, sumó a esa lista de provocaciones que en Twitter está en desarrollo una burda manipulación de su algoritmo para dar la impresión de que hay una cifra alta de usuarios ubicados en Cuba con posiciones contra nuestro gobierno.
Y, además, echó a andar la ola de noticias falsas.
Entre las «fakes» que han atizado el sentir popular los más diversos usuarios en redes sociales mencionan el rumor de que no habría más leche para los niños, ya desmentido por la ministra del Comercio Interior, quien informó que ya se encuentra en el país este producto demorado por los ya explicados problemas con el bloqueo y el atraso de los barcos; que se vendería la gasolina en MLC o que habían fallecido personas por ingerir productos elaborados con sal de nitro robada de una institucional estatal, algo también desmetido desde nuestro periódico.
Este mes de noviembre, además, cuentas desde el exterior comenzaron a reportar un supuesto levantamiento en el municipio de San Miguel del Padrón de La Habana, donde todo transcurría con traquilidad, según evidenciaron los mismos residentes del poblado a través de videos.
También han sido clonadas las cuentas de funcionarios, como las ministras de Comercio Interior y Educación; y de personalidades públicas, como algunos periodistas. El objetivo es la emisión de mensajes para confundir al pueblo a través de falsos llamados a salir a la calle a protestar el 15 de noviembre.
El verdadero objetivo de marchas como esta que se proponen, aplaudida y apoyada desde el imperio, es provocar un estallido social para demostrar que el Gobierno cubano es un Estado fallido y que no tiene el control de la seguridad ciudadana.
Sobre ello, el Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez respondió en una comparecencia televisiva este 11 de noviembre:
«A nosotros eso no nos quita el sueño. Estamos tranquilos, atentos y alertas y, además, estamos preparados para defender la Revolución, para enfrentar cualquier acción injerencista contra el país, sobre todo, que atente contra la paz, la seguridad ciudadana y nuestro orden constitucional».