Declaraciones del Presidente estadounidense, Joseph Biden, muestran su indiferencia ante la retirada de sus tropas de territorio afgano y el avance de los talibanes con la toma de las principales ciudades del país centroasiático.
La agencia Prensa Latina divulgó el discurso, en el que el mandatario afirmó que en esa guerra se gastó más de un billón de dólares durante 20 años, lamentó la muerte de miles de soldados en la contienda y exhortó al Gobierno afgano a defender su territorio.
Prometió que Washington le mantendrá el apoyo aéreo y lo reabastecerá con alimentos, equipos y fondos, luego del repliegue total, que se completará el 31 de agosto. Además, analiza una nueva reducción de funcionarios en su embajada en Kabul debido a la situación de seguridad que se vive allí.
Mientras, el presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, celebró reuniones por separado con líderes políticos sobre su decisión de formar un centro de mando de las fuerzas contra el movimiento talibán.
Esto se produce cuando cinco capitales provinciales han caído en manos de los talibanes en los últimos cuatro días, mientras que intensos combates ya se desarrollan en otras cabeceras de provincia en varias partes del país.
Según cifras de la onu, desde principios de este año casi 360 000 personas fueron obligadas a desplazarse por el conflicto en Afganistán, un total que asciende a millones desde 2012.
La guerra en Afganistán, el conflicto bélico más largo de la historia de Estados Unidos, comenzó en octubre de 2001, luego de los ataques a las torres gemelas, en Nueva York, con el pretexto de la búsqueda de los responsables de los atentados y en una supuesta cruzada contra el terrorismo.