Operación militar especial de Rusia en Ucrania…Siguiendo la noticia…
Rusia ha negado este lunes cualquier responsabilidad en la matanza de civiles en la ciudad ucraniana de Bucha, situada en los alrededores de la capital, Kiev, y ha pedido debatir el asunto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, consideró hoy que la supuesta masacre en Bucha debe ser discutida al nivel internacional más alto posible, pero la iniciativa rusa de hacer en el Consejo de Seguridad ha sido bloqueada, en referencia al rechazo del Reino Unido, que ejerce la presidencia rotativo del máximo órgano decisorio de la ONU.
En sus declaraciones de hoy a la prensa, Peskov manifestó su desconfianza sobre los vídeos publicados desde Bucha en los que se puede ver decenas de cadáveres en las calles de la ciudad, y recalcó que esa información debe ser cuestionada y añadió que especialistas del Ministerio de Defensa ruso han identificado signos de falsificación.
Peskov remarcó que los hechos y el calendario de sucesos en Bucha no habla a favor de la fiabilidad de los videos y destacó que las tropas rusas abandonaron Bucha el 30 de marzo.
Tras esa retirada, el alcalde de la ciudad, Anatoli Fedoruk, confirmó la liberación de la urbe, no habló de ningún cadáver en las carreteras, ni de una destrucción espantosa, y solo lo hizo cuatro días después.
Incluso, la propia Policía Nacional ucraniana mostró un día antes cómo rastrilló Bucha y no se veían muertos tendidos en la carretera.
El portavoz del Kremlin pidió a todos, especialmente a los líderes internacionales, que eviten declaraciones precipitadas y acusaciones gratuitas, que soliciten información de diversas fuentes y, como mínimo, hagan caso de los argumentos de Moscú.
Que hubo un ataque falso después de que el personal militar ruso se retirara de Bucha fue también la denuncia que hizo hoy el ministro de Exteriores, Serguei Lavrov, quien calificó la supuesta matanza como una escenificación difundida mediante todos los canales y redes sociales, por las autoridades ucranianas y sus patronos occidentales.
Lavrov enfatizó que los autores del teatro en Bucha intentan utilizarlo contra Rusia y subrayó que ese montaje supone una amenaza directa a la paz y la seguridad internacionales, y por eso su solicitud de una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU.
El Ministerio de Defensa ruso también calificó las fotos y vídeos publicados sobre Bucha como un nuevo montaje, al asegurar que durante la estancia de los uniformados rusos en esa ciudad, ningún civil local sufrió agresión alguna.
A la vez, la máxima dependencia militar recordó que los suburbios del sur de Bucha, incluidos los barrios residenciales, fueron bombardeados las 24 horas por militares ucranianos con artillería de gran calibre, tanques y sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple.
Además, todas las unidades rusas se retiraron completamente de Bucha el pasado 30 de marzo, y las salidas de la ciudad en dirección norte no se bloquearon, mientras que las afueras del lado sur fueron bombardeadas por las tropas de Ucrania.
El jefe del Comité de Investigación de Rusia, Alexandr Bas-trikin, ordenó estudiar las fotos y videos sobre los acontecimientos en Bucha y señaló que, según la investigación en marcha, fueron una falsificación y un montaje, difundidos para desvirtuar la imagen de los militares de la nación eslava.
Bas-trikin ordenó que se tomarán medidas para identificar a los implicados en esta farsa, así como evaluar sus acciones desde el punto de vista legal, en virtud del artículo del código penal que penaliza la difusión pública de información deliberadamente falsa sobre las Fuerzas Armadas.
Las autoridades ucranianas y los medios de comunicación occidentales difundieron un video filmado en Bucha, mostrando cadáveres de presuntas víctimas a lo largo de una carretera.
Sin embargo, muchos usuarios cuestionaron la veracidad de las acusaciones de Kiev contra Moscú, señalando que en las imágenes cerca de los cuerpos no hay sangre, y llamaron la atención sobre los brazaletes blancos que algunos de los presuntos «muertos» llevaban puestos.
Esos brazaletes, hechos con vendas, son usados por los milicianos separatistas de la región ucraniana de Donbás, aliados de Rusia.
Los usuarios también notaron que los presuntos «muertos» de pronto comienzan a mover los brazos, y en el espejo retrovisor del automóvil del camarógrafo se observa como si uno de los supuestos asesinados cambiara de posición apenas un vehículo pasa de largo.
Ni cortos ni perezosos, sin pruebas que evidencien la supuesta matanza rusa y sin considerar los argumentos de Moscú, Estados Unidos, la Unión Europea y el Reino Unido han adelantado que preparan nuevas sanciones contra la nación eslava, represalias que Ucrania no deja de exigir todos los días.