Los resultados finales tardarán en conocerse, porque debido al sistema electoral descentralizado estadounidense, el conteo de votos podría prolongarse y pasar días o incluso semanas antes de que se den a conocer los datos definitivos, sobre todo para las disputas más igualadas entre candidatos.
Por ahora los republicanos se perfilan como ganadores para hacerse con el control de la Cámara de Representantes, mientras empatan con los demócratas en la carrera por el Senado, según las primeras proyecciones.
No obstante, lo que sí ya se ha confirmado es que los demócratas no serán arrollados por la llamada “ola roja”, en referencia al color que identifica al Partido Republicano.
Un análisis de la BBC de Londres ofreció el mejor resumen de lo que se conoce hasta ahora de los comicios de medio mandato de ayer en Estados Unidos:
Pese a la baja popularidad de Joe Biden y la alta inflación, los demócratas están conteniendo sus daños electorales, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, posible rival republicano de Donald Trump por la Casa Blanca en el 2024, ha logrado una victoria clara por la reelección de Florida y el condado de Miami-Dade, tradicional refugio demócrata, se confirman ahora como bastiones republicanos.
El demócrata John Fetterman se proyecta como ganador en la carrera por el Senado en Pensilvania, una de las batallas clave por el control de la Cámara alta del Congreso.
Las peleas más determinantes aún son demasiado inciertas como para proyectar ganadores, sobre todo en el Senado, donde existe un equilibrio de 50-50 y la Cámara de Representantes regresaría a control republicano, de acuerdo con las proyecciones y hay varios hitos en la elección: la primera gobernadora de la historia abiertamente lesbiana, Maura Healey, en Massachusetts, y el primer congresista de la generación Z, Maxwell Frost, de origen cubano.
De acuerdo con el resumen de la cadena británica BBC, lo que no sabe aún es el control del Senado, donde tardará en haber un desenlace, pues el resultado de las cruciales carreras en Nevada y Georgia podría tardar días, la dimensión del triunfo republicano en la Cámara de Representantes, pues si se confirma el cambio de mando, el margen de escaños que los separa de los demócratas es importante para su eventual oposición a Biden y falta precisar si Donald Trump puede realmente considerarse un ganador pese a no estar en la boleta.
Algunos de los republicanos que él respaldó ganaron, pero otros perdieron, por lo que aún hay que esperar para hacer el balance definitivo.
Como conclusión final, el corresponsal de la cadena británica BBC en Estados Unidos, Anthony Zurcher, destacó que al menos, por ahora, a los republicanos les va suficientemente bien en las elecciones de medio mandato, pero no excelente, no están ganando todas las contiendas ajustadas y no están consiguiendo ninguna victoria rotunda y sorprendente.
De hecho, el senador republicano Lindsey Graham admitió en televisión que no hubo una ola roja republicana.
En ese contexto, analistas comentaron que los demócratas podrían considerar un gran resultado si mantienen el control del Senado, donde hay todavía carreras muy disputadas en Georgia, Nevada y Arizona, tres estados de los que dependerá en gran parte la percepción final de las elecciones.
La cámara alta tiene actualmente un empate de 50-50 que rompe la vicepresidenta Kamala Harris, quien tiene derecho a votar en la cámara alta cuando se presenta esta situación.
Si los demócratas y los republicanos vuelven a quedar empatados tras las elecciones del martes para renovar 34 escaños del Senado, el voto decisivo volverá a estar en manos de Kamala Harris.
El control del Congreso, actualmente de mayoría demócrata, es clave para promover la agenda legislativa de uno u otro partido, que, a su vez, va a marcar u obstaculizar las políticas del presidente Joe Biden en el tiempo que le queda en el poder.
La pérdida del control por parte de los demócratas significaría que las prioridades de Biden, como mantener el derecho al aborto, la lucha contra el cambio climático y las restricciones en materia del control de armas de fuego, se quedarían en entredicho.
No obstante, como presidente, Joe Biden conservará su poder de veto sin importar quién controle el Congreso.
