La cuestión de Taiwán está en el centro de los intereses claves de China, el fundamento político de las relaciones entre China y Estados Unidos, y la primera línea roja que no debe cruzarse en las relaciones entre Pekín y Washington.
Lo reafirmó este lunes el líder del gigante asiático, Xi Jinping, al reunirse con su homólogo estadounidense, Joe Biden, antes de la cumbre del Grupo de las 20 principales economías del Mundo, el G20, que sesionará a partir de mañana y hasta el miércoles en la isla indonesia de Bali.
Durante su informe al reciente Congreso del Partido Comunista de China, el mes pasado, Xi destacó el riesgo de un conflicto armado por Taiwán y reiteró entonces que el objetivo principal de Pekín es la reunificación pacífica, pero advirtió que se reserva el derecho a utilizar la fuerza militar para impedir cualquier intento de la administración taiwanesa de declarar la independencia.
Se trata de la isla más grande del gigante asiático, autogobernada con una administración propia desde 1949 y que mantiene fuertes lazos con Washington desde entonces, pero Pekín considera a ese territorio insular parte del país y se opone a las fuerzas que buscan la separación.
Aunque Washington no reconoce diplomáticamente la independencia de Taiwán, mantiene una política de ambigüedad estratégica hacia la isla, reservándose el derecho a mantener relaciones especiales con ella, una postura que el Gobierno de Xi Jinping considera que podría socavar la soberanía y la integridad territorial china.
Desde la Casa Blanca, un comunicado oficial precisó que Biden le dijo este lunes a Xi que la postura de Estados Unidos sobre el principio de una “Una sola China’ no ha cambiado, al tiempo que reafirmó su oposición a cualquier cambio unilateral del ‘status quo’ por cualquiera de las partes en torno a Taiwán.
Asimismo, Biden le dijo a Xi que Washington seguirá compitiendo vigorosamente con Pekín, pero esa competencia no debe desviarse hacia el conflicto.
De acuerdo con el texto oficial estadounidense, el jefe de la Casa Blanca subrayó a Xi que ambos países deben trabajar juntos para abordar los desafíos transnacionales, como el cambio climático, la estabilidad macroeconómica mundial, incluido el alivio de la deuda, la seguridad sanitaria y la seguridad alimentaria mundial.
Asimismo, el comunicado de la Casa Blanca confirmó que Joe Biden y Xi Jinping acordaron designar a altos funcionarios clave para mantener la comunicación y profundizar los esfuerzos constructivos en las áreas de interés común.
A su vez, el comunicado oficial chino no solo destacó la cuestión de Taiwán como el fundamento político de las relaciones entre China y Estados Unidos, y la primera línea roja que no debe cruzarse en las relaciones entre Pekín y Washington, según le reafirmó Xi a Biden este lunes.
El mandatario del gigante asiático consideró que el estado actual de las relaciones entre las dos potencias no responde a los intereses fundamentales de ambos países y sus pueblos.
Xi subrayó que como mandatarios de dos grandes naciones, él y Biden tienen que desempeñar el papel de líderes, establecer el rumbo correcto para los vínculos bilaterales y ponerlos en la trayectoria correcta.
El presidente de China destacó que su encuentro de hoy con su homólogo estadounidense atrajo la atención internacional y exhortó a Joe Biden a trabajar junto a él con todos los países para traer más esperanza a la paz mundial, mayor confianza en la estabilidad global y un mayor impulso al desarrollo común.